Opinión

Venezuela no se arregló, el éxodo sigue

Nadie huye de su país cuando las cosas funcionan bien o medianamente bien. La crisis venezolana es el mayor desafío, en materia de movilidad humana, en el continente y una de las tres grandes crisis mundiales

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El país sigue atravesado por una crisis multidimensional, compleja. Cualquier servicio, cualquier arista de la vida nacional que se revise está en crisis. La narrativa, impulsada desde el poder, de que Venezuela se arregló, es meramente una operación propagandística.

Las cifras macro de la economía muestran ciertamente una leve mejoría, o más bien debemos entenderlas con esta imagen: dejamos de caer, tras ocho años consecutivos de reducción del producto interno bruto se detuvo este retroceso. Y aguas abajo, entre los venezolanos de a pie, no se percibe una mejoría. Ni percibir ingresos en dólares te pone a salvo de la vorágine inflacionaria que padece Venezuela.

La imagen de venezolanos que silenciosa y continuamente siguen huyendo de la crisis es tal vez la mejor demostración de que no, Venezuela no se arregló.

Cada día 1.400 venezolanos, en promedio, salen del país con planes de establecerse en otro lugar. La cifra ha vuelto a los niveles que tuvo antes de la pandemia de la COVID-19, cuando se decretaron cuarentenas en América y Europa y se establecieran restricciones a la movilidad humana, con lo cual se redujo el éxodo venezolano.

Aunque los organismos internacionales ubican en 6,2 millones de venezolanos los que están hoy fuera de su país, el Observatorio de la Diáspora Venezolana bajo la dirección del académico Tomás Páez insiste en que hay un subregistro importante, dado que estos entes se basan principalmente en los censos de países receptores, mientras que su iniciativa de investigación cruza tales datos con los registros de venezolanos en redes sociales en otros países, data hiperlocal que reúnen investigadores y periodistas y con todo ello consolidan sus propios datos.

“Nosotros hemos ido identificando este registro por ciudades y comunidades en diferentes países. Nos apoyamos en redes, censos y encuestas así que nuestros datos hablan de unos 7 millones 200 mil venezolanos en más de 90 países y más de 400 ciudades”, sostiene Páez cuando le consultamos recientemente.

Este 1 de junio, desde Madrid, Páez confirmó la conformación de la Red de la Diáspora de conformada por unas 700 organizaciones de diverso tipo regadas alrededor del mundo.

“La crisis migratoria venezolana llega a 6,2 millones de personas, la más grande en la historia del continente”, sostuvo la semana pasada David Smolansky, comisionado de la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA) para atender la crisis migratoria de Venezuela.

“Si los migrantes y refugiados venezolanos fuésemos un país superaríamos a la población total de naciones como: Panamá, Costa Rica, Noruega, Irlanda o Nueva Zelanda”, sostuvo Smolansky, un connotado dirigente político opositor quien debió salir al exilio en 2017.

En este momento el éxodo venezolano es tema de agenda en varios países. Mientras que en Ecuador el gobierno de Guillermo Lasso optó por una suerte de “amnistía migratoria” para regularizar en el país andino la presencia de medio millón de venezolanos, el presidente chileno Gabriel Boric llamaba a sus pares sudamericanos a construir una política de cuotas para distribuir a los migrantes venezolanos en varios países.

El llamado de Boric coincidía con una situación de colapso en la frontera norte de su país por la llegada de venezolanos sin documentación que atraviesan una peligrosa zona desértica caminando desde Bolivia.

El desafío de la migración

Tal como lo comentamos en otro artículo, en volumen los migrantes venezolanos desplazaron en este 2022 a los cubanos y haitianos en el tránsito por el peligroso Tapón del Darién, para cruzar de Colombia a Panamá, desde donde suelen seguir por Centroamérica y México con destino a Estados Unidos.

Hace dos meses se celebró en Panamá una reunión de dos días, convocada por Estados Unidos y a la que asistieron representantes de 20 países latinoamericanos y caribeños para discutir sobre el impacto regional que tiene la crisis migratoria de Venezuela. El régimen de Nicolás Maduro estuvo ausente en esta cita.

La crisis venezolana es el mayor desafío, en materia de movilidad humana, en el continente y una de las tres grandes crisis mundiales, según han establecido las agencias especializadas de la ONU como la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). La activación de la comunidad internacional ante la migración venezolana es la muestra de que la crisis latente.

Nadie huye de su país cuando las cosas funcionan bien o medianamente bien.

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