Opinión

El violador y el pederasta

Para la columinista Carolina Jaimes Branger no debería haber compasión ni contemplación alguna con los autores de crímenes sexuales: ni en Caracas ni en la familia real británica

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Esta semana leí y vi dos noticias que me dejaron fuera de lugar. La primera, en un hilo del 15 de septiembre en Twitter de @leirisgsm: “En Caracas, el CICPC detuvo a un sujeto por abusar y dejar embarazada a su hija discapacitada, quien padece Síndrome del Espectro Autista”. El sujeto fue identificado como Ibrahim Javier Valderrama Barreto, de 45 años de edad. Refiere Leiris que la madre observó que la jovencita tenía malestares, y en el centro de salud determinaron signos de abuso sexual… y estado de gravidez. Es horrible pensarlo y peor, decirlo: pero ojalá que en la cárcel donde lo vayan a recluir, hagan lo que hacen con todos los violadores y pederastas, porque los privados de libertad, por muy malucos que sean, tienen sus propios códigos y hay hechos que no se calan. Ya saldrá algún defensor de derechos humanos a decir que hay que protegerlo, pero a su hija, violada y embarazada, nadie la protegió. Así que por mí, se puede ir largo al mismísimo: que lo linchen.

La otra noticia, que ha dado miles de veces la vuelta al mundo y por todas las redes, fue la vigilia realizada por los cuatro hijos de la Reina Isabel, donde el pederasta Andrés fue autorizado nada más y nada menos que por su hermano, el entrante Rey Carlos III, para usar su uniforme completo.

El duque de York (ya no sé si todavía lo es) se vio obligado a renunciar al estatus de Su Alteza Real y fue despojado de todos sus títulos militares honorarios a principios de este año, en medio de las consecuencias de sus vínculos con el pedófilo Jeffrey Epstein. Pero parece que para el Rey Carlos III eso no resultó un impedimento. Malo, malo.

Los medios británicos señalan que “El rey le ha concedido a Andrew permiso para usar su uniforme de vicealmirante en una vigilia final para su difunta madre como una señal especial de respeto”. ¿Y no irrespetó bastante a la institución que su madre llevó con tanta dignidad durante 70 años? ¿No era ya suficiente razón el que ella misma (de quien dicen Andrew era su hijo favorito), le hubiera quitado todos esos privilegios? Algunos han elogiado la decisión como «decisiva»; otros, como Richard Eden, editor del Daily Mail, asegura que está cometiendo un «error». Yo también. Porque, a fin de cuentas, el permitirle usar el uniforme del que lo había despojado su propia madre -cuyo sentido del cumplimiento del deber fue encomiable en todo momento- habla de un rey que podría tomar decisiones con el hígado o con el corazón o cualquier otro órgano, pero no con la cabeza. Andrés se lo buscó, de manera que ha debido quedarse en su palacio viendo por TV cómo sus hermanos guardaban vigilia alrededor del cuerpo de su madre.

No veo mal que el Príncipe Harry recibiera un permiso especial de su padre el Rey para usar uniforme militar cuando asistiera a la vigilia en el ataúd de su abuela. El duque de Sussex fue despojado de sus títulos militares después de renunciar a la vida real y mudarse a los Estados Unidos con su esposa, Meghan. Pero hasta ahora no ha sido acusado de pederasta, como su tío Andrés. Sin embargo, la decisión de permitirle a Harry usar el uniforme, vino después del permiso a Andrés. Extraño, ¿no?…

Los pederastas y los violadores no deben tener ningún tipo de contemplaciones, solidaridad, prebendas, permisos, ni compasión. Ellos no los tuvieron con sus víctimas. Como no soy creyente, no creo en el infierno. Pero si existiera el infierno, para allá deberían ir Ibrahim Javier Valderrama Barreto y el Príncipe Andrés de Inglaterra.

Hace años leí la biografía de Carlos de Inglaterra, entonces Príncipe de Gales, de Jonathan Dimbleby. Sentí compasión por él, un hombre atrapado en una familia muy particular, donde su vida entera estaba milimétricamente planificada por otros, sin tomar en cuenta sus inclinaciones o deseos. Incluso puedo entender su relación con Camilla, aunque le critico que la haya puesto a compartir con Diana. Pero esto de permitirle a su hermano pederasta -que no fue condenado porque se transó con la víctima por una suma que aún no se conoce y que pagó su madre- me parece un pésimo comienzo para su reinado. Si se sintió “obligado”, es un pusilánime. Si lo hizo motu proprio, es un imbécil. Pareciera que la monarquía inglesa tiene sus días contados…

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