Deportes

Desilusión regularizadora

El Órgano de Decisión de la Comisión de Ética impuso sanciones a 5 exmiembros del comité de regularización de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), debido a su conducta durante el desempeño de sus funciones

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La noticia salió publicada el jueves 13 de octubre en el portal de la FIFA. Y es una noticia, porque no adelanta más que una información relacionada a los aspectos legales de la máxima entidad que rige el fútbol en el mundo. En ella, se comunica que el Órgano de Decisión de la Comisión de Ética impuso sanciones a cinco exmiembros del comité de regularización de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), debido a su conducta durante el desempeño de sus funciones.

Aparecen cinco nombres como los sancionados: Laureano González, Eduardo Fernández, Carlos Terán, Bernardo Añor y Gilberto Velasco. Todos ellos formaron parte del comité de regularización de la FVF. Todos ellos fueron elegidos por la misma FIFA para guiar en una forma muy parecida a un interinato, el ente federativo venezolano hasta concretar un proceso de elecciones que permitiera elegir las nuevas autoridades. A todos ellos personalmente le tiré un voto de confianza por su reconocido trabajo, por su desempeño al frente de diversas instituciones relacionadas con el fútbol y por el simple hecho de brindarle la oportunidad de confiar en que harían lo que era necesario para mejorar la tan golpeada imagen de la FVF.

El 4 de septiembre de 2020 escribíamos una columna para El Estímulo sobre la designación del comité de regularización. En plena pandemia se formó este comité, luego de la muerte de Jesús Berardinelli, anterior presidente de la FVF. Escribíamos, de forma esperanzadora, que la conformación de dicho comité elevaba una señal que encuentre en ella una luz en la oscuridad de este túnel llamado FVF.

Es muy difícil que una nueva FVF surgiera de inmediato a partir de la intervención de éste comité de regularización, pero era el momento único e inaplazable para que se comenzara a dar un vuelco al funcionamiento de una entidad que reclama una reconfiguración de todo. Y así se produjeron las elecciones y una nueva directiva fue electa, que cuando comenzó a ejercer sus funciones, hizo que culminara la labor del comité.

Desde entonces, he podido compartir con dos de las personas que formaron parte del comité y hoy han sido sancionadas por la FIFA: Bernardo Añor y Gilberto Velazco. No pretendo expiar culpas ni defender a nadie porque así como no conozco los elementos probatorios para sancionarlos, tampoco poseo ninguna forma para demostrar lo contrario, salvo la rectitud de su proceder durante el tiempo que los he conocido, al frente de las responsabilidades que cumplen en la Liga FUTVE, un intangible que se basa meramente en la confianza. Estoy convencido que tendrán cómo demostrar su inocencia.

Después de eso, no puedo manifestar más que desazón, desilusión y consternación. Espero que los acusados puedan demostrar su inocencia y que FIFA muestre los argumentos, pero es inevitable considerar que los malos manejos parecen ser una normalidad en nuestro fútbol, dando razones para quienes desprecian todo lo que tenga que ver con él, y eso cansa, agota. Levantar la cabeza sigue siendo difícil y que duele, duele mucho que existan tantas malas noticias relacionadas con los manejos en el ente federativo.

Laureano González, en muchos años cumpliendo funciones en la FVF, había sido uno de los pesos pesados en el continente que no había sido condenado por FIFA desde que en 2015 el ente lanzara los ganchos sobre varios líderes regionales. Y es que había logrado demostrar su inocencia y siempre predicó su honestidad en medio de los turbios y evidentes manejos. Por eso, también causa extrañeza de algún modo que su nombre aparezca en esta lista de sancionados, justo cuando hasta su retiro del ejercicio profesional federativo había permanecido incólume de cualquier denuncia sobre corrupción. Igual: él también tendrá que demostrar su inocencia en estas acusaciones y sanciones.

FIFA sanciona a quienes ellos mismos eligieron, a quienes habían mostrado las mejores credenciales para ejercer las funciones del comité de regularización y eso es lo que más me consterna. Eran las personas idóneas para cumplir ese rol y hoy el mismo ente muestra, según sus argumentos y sanciones, que no terminaron siéndolo. Ellos tendrán que demostrar que no es así.

Ojalá éste sea el punto final de tanto escándalo federativo. Que aquí culmine todo y quien pueda demostrar su inocencia, lo haga y si no, que cumplan su sanción correspondiente. Mala gestión de los fondos de la FVF y de la FIFA, sistema de facturación ficticio, aprobar y aceptar beneficios económicos indebidos en forma de pagos mensuales adicionales, haber infringido disposiciones del Código de Ética de la FIFA relacionadas a deberes generales, lealtad, ofrecimiento y aceptación de obsequios u otros beneficios, abuso de cargo y apropiación indebida y malversación de fondos, son faltas muy duras para digerir.

Indignación y desazón. Eso.

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