Opinión

Haz siempre lo mejor que puedas

El valor de una persona es mucho más que los títulos alcanzados o los éxitos conseguidos. El valor de una persona se mide por cómo se relaciona y el aporte que hace para la construcción de mejores sociedades y seres humanos

archivo
Publicidad

Recientemente, a propósito de resultado a favor obtenido por el Manchester City en la final de la Champions – torneo de clubes más importante de Europa -, y en respuesta a una pregunta de los periodistas, Pep Guardiola, flamante director técnico del equipo ganador, expresó lo siguiente:

“¿Revancha para mí? No. ¿qué cambia? ¿soy más sabio ahora? ¿Qué hubiera pasado si Ederson no salva ese balón? Dirían que soy malo. Es así. No se trata de ganar la Champions, se trata de estar siempre ahí. No queremos ganar la Champions y después desaparecer. Queremos estar ahí, siete, ocho años. Y así, alguna vez la ganas”.

No sé a ustedes, pero a mí me parece una excelente lección de sabiduría y humildad.

Algunos dirán que Pep – entrenador del Manchester City – es poco humilde, y eso genera comentarios en contra y preguntas odiosas por parte de los periodistas, pero ¿quiénes somos para calificarlo como tal?

Aunque intentemos ser humildes en algún momento no lo somos. Yo diría que es una característica natural de los seres humanos, no por ello debemos ser calificados, con saña, como carentes de humildad.

La humildad no debe ser percibida siempre como los que “agachan la cabeza”. La grandeza de esta virtud está en reconocer el valor de otros, en la reflexión de los asuntos que pudiste hacer mejor en el pasado y de conocer cuáles son tus debilidades para, en consecuencia, corregir y sumar. Y precisamente esta última reflexión encaja perfectamente en esta historia.

En la historia de Pep hay innumerables éxitos y campeonatos. Eso es fácil recordarlo. Lo difícil es mantenerse en el tope después de haber sido calificado como un genio y el hacedor del que es considerado el mejor equipo de todos los tiempos: F.C. Barcelona del año 2009. ¿o es que acaso este nuevo logro borra todos los tropiezos que ha vivido en los últimos años?

Por ello, lo importante no es haber ganado este año. Lo importante es haber mantenido esa mentalidad positiva y ganadora que ha sido su sello desde que pasó a la palestra futbolística para dirigir a uno de los grandes equipos de Europa y que a la postre lo catapultó como uno de los técnicos más solicitados por los grandes clubes.

La perseverancia y el trabajo duro siempre nos darán una recompensa. No hay otro destino para aquellos que incorporan este valor en sus acciones diarias.

Si, por el contrario, el resultado de la reciente final hubiera sido distinto, las voces negativas de siempre lo hubieran humillado recalcando una derrota más a un palmarés que muchos envidian, pero que se ha labrado con sudor y lágrimas.

Por ello, la gran lección que nos deja esta historia es “hacer siempre lo mejor que puedas”. Sé que muchas veces es difícil hacer coincidir las ganas con los avatares de la vida; pero, aun así, inténtalo. No te dejes vencer por las derrotas e imprime tu sello en todo lo que hagas. ¡La vida es un viaje, no un destino!

Tal como se recoge en las palabras de Pep, la grandeza no está en haber conseguido la victoria. La grandeza está en el camino recorrido y las experiencias atesoradas para convertir a su equipo en una mejor versión de años anteriores.

¿De qué te vale sembrar valores éticos, si al día siguiente eres pillado en una desventura financiera?

El valor de una persona se mide por los trazos que va dejando en el camino de la vida. ¿O es que acaso nunca has cometido un error del que estés arrepentido? Como dijo Jesús: “¡el que esté libre de pecados que tire la primera piedra!”

La intolerancia, la envidia y el fanatismo que se esparce por las redes sociales son reflejos de una sociedad corrompida donde se impone la cultura de la negatividad y que, en definitiva, solo nos lleva al conflicto y a la ausencia de empatía y solidaridad para reconocer las realidades de otros.

Me apena y me frustra mucho leer como se imponen estas tendencias en general, pero, en especial, sobre personas que no tienen nada que demostrar. Endilgar a alguien con calificativos negativos sin conocer su historia es un morbo que debemos combatir sin dilación, apostando por resaltar historias positivas y valores.

El valor de una persona es mucho más que los títulos alcanzados o los éxitos conseguidos. El valor de una persona se mide por cómo se relaciona y el aporte que hace para la construcción de mejores sociedades y seres humanos.

Disfruta del viaje de la vida e inténtalo siempre haciendo lo mejor que puedas. Al final del camino, siempre obtendrás tu recompensa.

Publicidad
Publicidad