Opinión

Un cerebro enfocado en el presente es más productivo

Numerosos estudios sugieren que cultivar la atención plena y mantenerse consciente del momento presente puede tener beneficios significativos para el cerebro y la salud mental

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En un mundo lleno de distracciones constantes y preocupaciones por el pasado y expectativas del futuro, mantener nuestros pensamientos centrados en el presente se ha vuelto un desafío.

En la sociedad actual, el ritmo de vida es agobiante y las demandas cognitivas son cada vez mayores; por tanto, la productividad y eficiencia mental se han convertido en cualidades altamente valoradas en los buscadores de talento, más aún, en una necesidad insustituible para la construcción de nuestro bienestar.

Si bien, el fomento de relaciones personales y enmarcar tu vida, y lo que haces, en un propósito claro nos reporta bienestar, valorar y reconocer la importancia de nuestro cerebro como el principal responsable de nuestro rendimiento cognitivo, y optimizar su funcionamiento se ha vuelto crucial para enfrentar los desafíos diarios.

En este artículo, pretendo explorar algunas claves para mejorar la productividad de nuestro cerebro, centrándonos en hábitos y estrategias respaldados por la ciencia.

En la bitácora de acciones a considerar para mejorar el funcionamiento cerebral no podemos dejar de nombrar lo que seguramente tantas veces habrás leído. Así las cosas, las pautas para optimizar el rendimiento cognitivo incluyen descanso y sueño adecuado, alimentación saludable, la práctica regular de ejercicio y por supuesto, una clara gestión del estrés.

Todas estas acciones promueven mejoras indudables; no obstante, lo más importante requierecentrar la actividad cerebral en el presente. ¡Menuda tarea!

Numerosos estudios sugieren que cultivar la atención plena y mantenerse consciente del momento presente puede tener beneficios significativos para el cerebro y la salud mental.

Practicar la atención plena puede requerir un esfuerzo inicial importante, pues estamos habituados a mantener activo nuestro discurso interior; sin embargo, pequeñas acciones y la perseveración diaria nos darán el inicio de una etapa que nos reportará inmensos beneficios.

¿Cómo incentivamos la atención plena?

La meditación es la más común. Unos pocos minutos de reflexión es un ingrediente altamente valorado para el inicio de su práctica.

Aquí la clave es el escaneo corporal y la observación de los pensamientos. Concentrarte en la respiración, explorar las sensaciones que te dejan los pensamientos que se presenten, sin identificarte con ellos, son claves para el éxito de esta práctica que solo te llevará unos 15 minutos.

Si el hábito de la meditación lo combinas con la práctica de la gratitud, que significa reflexionar acerca de las cosas buenas que te pasan a diario y centrarte en ellas, no tardarás mucho en embullarte en su práctica y percibir sus beneficios, que son muchos

¿Cuáles con los beneficios de la meditación?

1. Reducción del estrés y la ansiedad: Mantener los pensamientos en el presente a través de la atención plena puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. Al concentrarnos en el aquí y ahora, evitamos rumiar sobre eventos pasados o preocuparnos excesivamente por el futuro. Esto nos permite liberarnos de la carga mental que conlleva el estrés crónico, lo cual beneficia la salud cerebral y emocional.

2. Mejora de la concentración y la atención: La atención plena consiste en dirigir intencionalmente nuestra atención al presente, lo cual puede ayudar a fortalecer nuestra capacidad de concentración y enfoque. Al entrenar regularmente nuestra mente para volver al momento presente, podemos mejorar nuestra capacidad de prestar atención a las tareas y actividades que estamos realizando, aumentando así nuestra productividad y eficiencia.

3. Aumento de la plasticidad cerebral: La plasticidad cerebral se refiere a la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a nuevas circunstancias. La práctica de la atención plena ha demostrado promover la plasticidad cerebral, especialmente en áreas relacionadas con la regulación emocional y la toma de decisiones. Esto significa que mantener nuestros pensamientos centrados en el presente puede ayudar al cerebro a desarrollar nuevas conexiones neuronales y a adaptarse de manera más efectiva a los desafíos que enfrentamos.

4. Mejora de la memoria y el aprendizaje: La atención plena puede beneficiar la memoria y el aprendizaje al permitirnos estar más presentes y conscientes durante las experiencias. Al prestar atención plena a lo que estamos estudiando, aprendiendo o experimentando, facilitamos la consolidación de la información en la memoria y mejoramos nuestra capacidad para recordarla posteriormente. Además, la atención plena puede ayudarnos a evitar la distracción y a enfocarnos en la tarea de aprendizaje en cuestión.

5. Promoción de la salud mental y el bienestar: Mantener nuestros pensamientos en el presente a través de la atención plena puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental y bienestar en general. La práctica regular de la atención plena se ha asociado con una reducción de los síntomas depresivos, un aumento de la satisfacción con la vida y una mejora de la resiliencia emocional. Estos aspectos, a su vez, contribuyen a un cerebro más saludable y productivo.

Aunque a muchos pueda sonarle la práctica de la atención plena y meditación una actividad holística, alejada de su realidad diaria, los beneficios de practicarla son contundentes y una clara referencia de que debemos considerar seriamente incorporar esta actividad a nuestros hábitos diarios.

No te pido que te conviertas en un Yogui. Solo que dediques una pequeña fracción de tiempo para la reflexión consciente tan necesaria. Hazlo a tu manera, investiga las prácticas más habituales y sencillas y lo más importante, ponte los patines y ¡comienza desde hoy!

En definitiva, al cultivar esta habilidad en nuestras vidas diarias, podemos experimentar una mayor claridad mental, una mayor productividad y satisfacción con el momento presente.

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