¿Por qué un torneo que contaba con dirigentes de equipos exitosos de Europa se está desmoronando tras apenas 48 de haber sido anunciado? La pregunta, según los expertos, se responde con un concepto de moda: la falta de empatía
¿Es muy prematuro para decir que se trata de uno de los grandes fracasos deportivos de todos los tiempos? El paso de las horas lo dirá, porque es cierto: no se ha dado una acta de defunción oficial. Sin embargo, la mayoría de los analistas coinciden en que, con la partida de los dos equipos ingleses, Chelsea y Manchester City, el proyecto de la Superliga ya no tiene sentido.
El City que dirige Pep Guardiola publicó un comunicado este 20 de abril en el que anuncio que había «iniciado formalmente los procedimientos para retirarse del grupo que desarrolla planes para una Superliga europea».
Club statement.https://t.co/GeNQZn8091
— Manchester City (@ManCity) April 20, 2021
Y no solo se espera que Chelsea, el primero en da el paso, publicara un comunicado pacido. Los otros cuatro equipos ingleses han manifestado en redes sociales que seguirán ese camino. También se rumora que los quipos españoles, Atlético de Madrid y Barcelona, abandonarán el barco. Esto último sería un golpe mortal al torneo que tiene a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, como cabeza visible.
La respuesta de la Superliga
El propio 20 de abril, la Superliga emitió un comunicado en el que anunciaba la continuidad de la nueva competición con una «reconfiguración» del proyecto.
«Nuestra propuesta tiene como objetivo permitir que el deporte evolucione al mismo tiempo que genera recursos y estabilidad para toda la pirámide del fútbol, incluyendo la ayuda para superar las dificultades financieras experimentadas por toda la comunidad del fútbol como resultado de la pandemia. También proporcionaría pagos solidarios materialmente mejorados a todas las partes interesadas en el fútbol», reza el comunicado.
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Pero, ¿cómo es posible que en 48 horas se desmorone un proyecto que contaba con la aprobación de 12 clubes históricos y por dirigentes que conocen muy bien el fútbol mundial? En las siguientes líneas leeremos algunas explicaciones que existen hasta el momento.
Recordemos, primero, que el torneo reuniría a 20 clubes de Europa. Se harían dos grupos de 10 equipos y los mejores cuatro clasificarán una eliminatoria directa de cuartos de final, en partidos de ida y vuelta. Luego, se jugaría una semifinal, con partidos de ida y vuelta y luego una final a un solo partido. Los partidos se disputarían a mitad de semana.
Hasta antes del retiro, estaban oficialmente anunciados: Real Madrid (España), FC Barcelona (España), Atlético de Madrid (España) Juventus (Italia), Milán (Italia), Internationale de Milano (Italia), Liverpool (Inglaterra), Manchester United (Inglaterra), Manchester City (Inglaterra), Chelsea (Inglaterra), Tottenham Hotspur (Inglaterra) y Arsenal (Inglaterra).
El detalle: 15 de esos quipos nunca dejarían de participar y solo 5 serían aceptados por clasificación. Esta concepción de pirámide a favor de los grandes, fue lo que de inmediato causó rechazo, pero no fue lo único.
De acuerdo con la BBC, la decisión del Chelsea fue tomada por el propietario Roman Abramovich y la directiva del club después de presenciar una reacción global negativa a la Superliga.
«Se temía que pudiera dañar la reputación del club y socavar parte de su trabajo comunitario y de campañas. Internamente se plantearon dudas sobre si la afición respondería al club si continuaba con una propuesta que tan mal ha salido», dice el diario británico.
La BBC asegura que la decisión se tomó este martes antes de que comenzaran las protestas en las afueras de Stamford Bridge, lideradas por fanáticos que no quieren que los equipos ingleses formen parte de la Superliga
«No creo que estos clubes (que propusieron el torneo) estuvieran preparados para nada. Esto parece el pánico total de un grupo de clubes», analizó Pat Nevin, exjugador del Chelsea y actual analista.
Nevin, cubriendo un partido del Chelsea contra Brighton, este martes por la noche, dijo a BBC 5Live: «No voy a poner excusas para el Chelsea, se equivocaron», y luego agregó: «Pero lo mejor que puedes hacer cuando te das cuenta de que algo anda mal es levantar la mano y salir. Chelsea podría darse una palmada en la espalda y decir ‘hemos destruido esto'».
«No me sorprende que no duró. Nunca creí desde el principio que sucedería”, dijo Arsene Wenger en BeIN Sport. El ex entrenador del Arsenal se explayó: “Ignoró los principios básicos del mérito deportivo. Si ignoras eso, matas las ligas nacionales, por lo que los fanáticos nunca lo aceptarían».
Adam Crafton, reportero de The Athletic, tuiteó, presentando su análisis del caso: «¿Por qué falló la Superliga? Fracasó porque Dirty Dozen (una parodia al grupo de los 12 que impulsan el torneo) perdió a todos los posibles interesados; los aficionados, los medios de comunicación, las leyendas del fútbol, los entrenadores, los jugadores, los patrocinadores, el gobierno, la oposición, la familia real y, finalmente, por su propio descaro».
COLUMN: Why did the Super League fail? It failed because the Dirty Dozen lost every possible stakeholder; the fans, the media, football legends, managers, players, sponsors, the government, the opposition, the royal family and finally, their own nerve https://t.co/2rYWUnc5jW
— Adam Crafton (@AdamCrafton_) April 20, 2021
«Pensé que tenía sentido dejar que mis emociones iniciales se calmaran antes de comentar sobre la propuesta de la Superliga de Europa, pero habiéndole dado un día me siento exactamente igual. Es una idea mal pensada que no puede funcionar ni funcionará», explicó la estrella del fútbol inglés, Michael Owen, en su cuenta de Twitter.
Protecting the football pyramid is paramount and any proposal as radical as this requires all clubs and their fans to support it. This support should have been sought at the outset. It wasn't and as such it's doomed to fail. Bin it now and let the people have their game back.
— Michael Owen (@themichaelowen) April 20, 2021
«Proteger la pirámide del fútbol es primordial y cualquier propuesta tan radical como esta requiere que todos los clubes y sus aficionados la apoyen. Este apoyo debería haberse buscado desde el principio. No lo fue y, como tal, está condenado al fracaso», agregó el Balón de Oro 2001.
No es casualidad que los equipos ingleses fueras los primeros en dejar al grupo. El partido entre el Chelsea y el Brighton de este 20 de abril se retrasó 15 minutos por las protestas de los hinchas en las cercanías de Stamford Bridge
Mientras, Boris Johnson líder del Partido Conservador y primer ministro del Reino Unido, dijo que se dedicaría a combatir el proyecto de la Superliga europea. Y prometió que no descartaría usar “bomba legislativa”, si fuera necesario, para impedir que los equipos ingleses se sumaran al proyecto. “Les hemos dejado claro que no se descarta ninguna medida de respuesta, y que el Gobierno está explorando todas las posibilidades, incluidas nuevas leyes, para asegurar que este proyecto se frene”, aseguró un portavoz de Downing Street.
Entre las medidas, se citan las de dificultar a los clubes que participen la Superliga, obtener visados de trabajo para sus fichajes extranjeros, o que los clubes deban cancelar de su propio bolsillo los gastos de seguridad (uso de policías) durante los partidos más importantes.
Incluso, Johnson amenazó con realizar una reestructura del fútbol inglés, que supervisaría Tracey Crouch, exministro de Deportes. Este hombre ha dicho, sin cortapisas, que los clubes que formaron parte del proyecto debían ser eliminados de la Premier League. «Todavía se atreven a retar a sus compañeros de la Premier a que les echen para ver si podrían sobrevivir sin ellos. Yo lo tengo muy claro: que les echen de una vez”, dijo el exfuncionario a la emisora TalkRadio.
Estas amenazas se sumaban a las de la FIFA y Uefa, que en líneas generales, hablaban de expulsar a los equipos de las competiciones oficiales y a los jugadores de prohibirles actuar con sus selecciones.
Medios de comunicación, jugadores, y analistas coinciden en que el proyecto no empatizó con los sectores clave para seguir adelante, especialmente con los fanáticos.
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