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Oskarly Escobar: ¿quién es realmente la niña que todos quieren de DJ?

DJ Oskarly se ganó el cariño y la admiración de cientos de personas en internet luego de viralizarse en TikTok y Twitter: ¿De dónde salió esta niña? ¿Quién la educó en la música? ¿Por qué terminó en la industria DJ de Venezuela? Esta es su historia

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Cualquier set de mezclas de Oskarly Escobar comienza con la voz grave del locutor Orlando Dugarte, mejor conocido como Orlando Voz Marca, presentándola: “DJ Oskarly de Venezuela, la pequeña gigante”. El 15 julio de 2022, esa presentación se hizo viral gracias a TikTok.

La familia de la niña montó un video mezclando las nuevas canciones de un artista emergente de salsa baúl y en pocas horas, recibió cientos de likes y comentario que expresaban lo mismo: “Esa niña tiene potencial, tiene flow”; «Mano, ya no quiero ir a ninguna rumba de ningún otro DJ que no sea DJ Oskarly»; «Deseando estar en una rumba y que sea DJ Oskarly quien esté soltando las pistas».

Desde ese primer video, la vida de Oskarly cambió para siempre. Sus seguidores aumentaron, la llamaron para que tocara en nuevos eventos, sus videos y mezclas comenzaron a conocerse más: la gente estaba reconociendo lo que inició en 2019.

Todo sucedió tan rápido e inesperadamente que hasta la cantante española Rosalía le dio like a uno de sus videos.

Video y edición de Betania Ibarra.

Aunque las redes sociales fueron su trampolín, la historia de la niña DJ de 12 años va más allá de la pantalla y en esta entrevista con El Estímulo cuenta cómo inició su carrera.

Ser la hija de un DJ retirado

Oskarly empezó a formarse como DJ a los nueve años de edad. Todo pasó un día en que Oswaldo Escobar, su padre, le enseñaba a varios amigos de su hermana mayor cómo usar los equipos de la miniteca (set de aparatos y luces para amenizar las fiestas). Mientras ellos apretaban botones, Oskarly veía todo desde una esquina de la pequeña sala de su casa.

«Yo estaba pensando en todo lo que les estaban explicando (…) y un amigo de mi hermana se dio cuenta y me dijo: «¿Quieres probar?». Y yo dije: «Bueno, sí», cuenta Oskarly.

Algo dentro de ella se despertó en ese momento. Sobre las 8:00 pm de ese mismo día, la niña conectó el mezclador, se puso los audífonos y volvió a tocar. Recuerda que mezclaba 3G de Wisin: «Mi papá estaba viendo televisión, se paró, me vio y me dijo: «¡Ay! Lo estás haciendo” y me empezó a apoyar desde ahí. Fue algo súper emocionante porque todavía sigo con eso y todavía me gusta».

DJ Oskarly aprendió a tocar con un Denon analógica que era de su papá. Eso la hecho más valiosa entre los DJs con años de experiencia. Foto: Alejandro Cremades

La cercanía con el mundo de los DJs estuvo presente antes de que ella tuviera consciencia. Su papá trabajó casi 15 años en la industria. Viajaba seguido para tocar en fiestas en el estado Miranda y otras zonas de La Guaira, pero al ver que su hija mayor crecía y otra venía en camino, decidió alejarse de los eventos. «Yo lo terminé de dejar cuando nació Oskarly», reconoce Oswaldo.

A pesar de eso, el Denon DN-HC4500 – un equipo clásico para mezclar -, las cornetas y el resto de elementos de la miniteca se mantuvieron en la sala. En esa casa, ubicada en El Guamacho, cerca de la zona colonial de La Guaira, no dejaron de sonar canciones los fines de semana. Se escuchaba muchísima salsa, y eso hizo que Oskarly desarrollara afinidad por el género y la música en general.

«Desde chiquita siempre me ha gustado la música. Me gusta tocar cuatro. Yo estaba en un grupo de parranda por aquí mismo donde yo vivo. Yo quiero tomar clases de piano porque eso me llama mucho la atención. Siempre me ha gustado bailar y estuve metida en salsa casino. Todo lo que tenía que ver con la música a mí me gustaba, yo quería estar», expresa Oskarly con entusiasmo.

«Yo soy una DJ crossover»

Oskarly se define como una DJ crossover: «Eso significa que el DJ pone de todo un poco, son a los que más contratan».

Ella explica que parece simple, pero su papá y la experiencia le han enseñado que hay que entrenar bien el oído. El DJ crossover tiene que saber cuándo hacer los cambios para que no sean bruscos ni tardíos. Todo tiene que combinar para que el ambiente de la fiesta se mantenga o aumente.

Sus géneros favoritos para tocar son reguetón, dembow y salsa: «Cuando yo empecé, yo le decía a mi papá que yo quería mezclar salsa, quería mezclar salsa, quería mezclar salsa, porque aquí a mi familia le gusta mucho la salsa. Me gusta mucho la salsa porque fue con lo que me di a conocer. El dembow, ese ritmo a mí me gusta también (…) porque no sé, es como algo sabrosito».

Oskarly ama mezclar salsa, pero también reguetón y dembow. Sus artistas favoritos del género urbano son Karol G, Jay Wheeler y Bad Bunny. Foto: Alejandro Cremades

Oswaldo señala que a pesar de que Oskarly es muy joven, ya conoce y domina los equipos analógicos. Es algo que DJs con trayectoria admiran del trabajo de la niña: «Este Denon es viejo, yo mezclaba con discos, y los que la ven me han dicho que tiene que tener talento para usarlo porque todo lo tiene que hacer por su cuenta. Con esto no se programa en computadora, como en los nuevos. Por lo menos, si necesitas ir al baño, con esos equipos puedes dejar armadas las mezclas».

Esa capacidad no solo viene del oído y gusto de Oskarly, sino de la guía de su papá y su madre, Karly Marcano: «Yo llevo tres años siendo DJ y de verdad, yo sigo practicando a veces. No te voy a mentir, a veces yo no practico y a veces sí. Pero es como mi papá me dice: «Mientras seas más famosa, te llamen más, tienes que practicar para hacerlo mejor. No tienes que hacer (ir) hacia atrás, no, siempre tienes que hacer todo mejor».

Las fiestas y la niñez

Oskarly y su familia estiman que han ido a 50 eventos desde que inició su camino como DJ. Ha tocado en el Monumento del Avión, ubicado en el malecón de La Guaira, en fiestas de quince años, en cumpleaños y en sitios nocturnos familiares.

De esas experiencias, dos cosas se han hecho obvias para los Escobar: ella es de las pocas niñas en el universo de DJs de su estado y que existen numerosas restricciones legales cuando la persona es menor de edad por la violencia que se puede generar en sitios nocturnos.

DJ Oskarly mezclando en la sala de su casa. Foto: Betania Ibarra

Eso no es un tabú para Oskarly: «A veces sí se pone complicado porque, como yo soy menor de edad, piden unos permisos. Ya hemos ido bastantes veces para la LOPNNA, pero todavía el permiso está en proceso (…) yo no puedo estar en esas fiestas, pero siempre sacan los permisos y tocamos hasta tal hora, después ya nos tenemos que ir para la casa. Así hacemos».

Oswaldo expresa que los han señalado como irresponsables por apoyarla: «Lo ven como que los padres somos sinvergüenzas porque estamos llevándola para la noche a mezclar, que de eso no va a ganar nada. De esos hay muchos comentarios, y donde se sacan esos permisos lo ven así. Hay mucha gente que no ve esto como un arte, como si esto no fuera una profesión».

DJ Oskarly es consciente de que aún es pequeña para entrar a ciertos lugares nocturnos, pero sus papás siempre la acompañan y educan sobre lo que podría ver allí. Foto: Alejandro Cremades

Uno de los requisitos para otorgar el permiso de trabajo a un niño o niña en Venezuela es que debe tener 14 años, y Oskarly apenas tiene 12 años de edad. Han optado por el permiso de artista, pero siempre los rechazan porque las instituciones no reconocen el ser DJ como un arte: «Nos hablan de explotación infantil. A veces les ponemos ejemplos como Salserín, ellos amanecían y eran menores de edad, pero nada».

En cada evento que pautan, Karly y Oswaldo están en la tarima, al lado de su hija. Si alguno no puede asistir por trabajo, entonces no van.

«Yo trabajé en esto y admito que (…) se ven muchas cosas malas, se ve violencia, drogas, prostitución. Yo le hablo de eso. Te das cuenta de muchas cosas porque tú eres la primera persona que llega y la última que se va, pero nosotros la protegemos. Si le dan un fresco, damos las gracias, pero no se lo dejamos tomar. No sabes quién es esa persona. Son tus fans, pero no sabes que te pusieron allí», dice Oswaldo.

DJ en la calle, una niña común en casa

En su comunidad y en el colegio, Oskarly intenta pasar desapercibida. Cuando se presenta con otros niños, no le agrada que el trato gire en torno a su trabajo: «No me gusta que me vean como otra cosa, que me traten diferente. Yo quiero ser igual que ellos. La diferencia es que yo desarrollé un talento y ellos tienen otro. Y de verdad eso es algo complicado».

«No me gusta que me traten diferente», dice DJ Oskarly sobre su interacción con compañeros del colegio. Foto: Alejandro Cremades

La situación es diferente fuera de esos espacios. En las fiestas donde se encuentra con compañeros, se siente más a gusto. También cuando se involucra con otros niños y jóvenes que están en la movida de DJs.

En las competencias de DJs para menores de edad, Oskarly no se siente como en una carrera. Le gusta compartir, y ver qué hacen sus colegas para después aplicarlo: «Hay personas que por lo menos hacen algo distinto y (…) tienes que buscar lo que más te gusta de esa persona y tú intentarlo».

Enfrentar el odio en redes sociales

A pesar de que hay felicidad por la visibilidad que han generado las redes sociales en su vida, la familia Escobar también ha tenido que enfrentarse a insultos y opiniones clasistas en TikTok y Twitter: «Eso es salsa malandra» o «No le veo el arte a esto». Ya no les pasa tan seguido, pero al inicio fue una situación complicada.

«A veces hay muchos comentarios feísimos, pero por lo menos, de verdad, las redes no las manejo yo. Las maneja mi papá (…) Me da el teléfono y yo las reviso, pero siempre con supervisión de él. Y si yo veo un comentario así raro, mi papá me dice “No le paremos” y le ponemos un corazoncito (…) no les respondemos con algo feo, sino como que hay que ignorar a las personas así», dice sincera.

Todo el set de miniteca está en la sala de su casa en El Guamacho, en La Guaira. Foto: Alejandro Cremades

Sus padres son honestos también: «Sin mentirle ni nada, los primeros días lo veíamos fuerte. Decían que era salsa de barrio y me provocaba compartir algo por las redes sociales, me provocaba bombardearlos. Pero después me fui fijando de que es común. Hay gente, en todo género, que te acepta, que le caes bien, y a otros no».

La primera cuenta de TikTok de Oskarly está inactiva por las restricciones de edad en la plataforma, pero estar allí le dejó amigas de internet en otras latitudes. Es el caso de la Tukiti, una niña que canta dembow en República Dominicana y fue apadrinada por el cantante El Alfa.

La Tukiti le dejó a Oskarly una enseñanza ante los malos comentarios en redes sociales: “’Cuando uno va creciendo en la fama, ya uno es famoso y tienes que dejar esos comentarios atrás porque van a venir buenos y malos”.

Cuando Oswaldo y Karly escucharon a su hija decir eso, bajaron la guardia: “Yo le pregunté que dónde había oído eso y me respondió: ‘Eso me lo dijo la Tukiti’. Desde ahí lo ignoramos. Porque si hay cinco comentarios malos, ella tiene mil buenos».

Captura de pantalla del like de Rosalía en Twitter. Aún se ve la publicación.

Las fiestas: espacios para apreciar el cariño

Cuando Oskarly dice que TikTok le dio la oportunidad de conseguir más trabajo como DJ no miente y la prueba fue Está Jevi, un evento alternativo que reúne a artesanos, DJs independientes y artistas en Caracas.

Su participación la anunciaron tres días antes de la fiesta y el encuentro fue, en sus propias palabras, una locura: «Lo que me encantó es cómo me trató la gente (…) un poquitico más y se me salen las lágrimas. Yo pensaba que yo era una cantante, que era algo súper importante, porque cada vez que yo ponía mi jingle de DJ Oskarly, esa gente gritaba y se sentía como que todo se iba a caer».

La reacción, para quien está en las redes sociales y conoce lo viral que ha sido Oskarly, era la esperada. Sin embargo, para ella fue una sorpresa que la cargó de felicidad: «Es (una fiesta) como para personas diferentes, pero yo no lo veo diferente porque yo lo veo como que somos iguales. Si te gusta esto, te puede gustar esto. (…) cuando yo me bajé, la gente decía: “No, no te vayas, no te vayas”. De verdad me encantó cómo me trató el público, que fui aceptada en su ambiente. Le gusté demasiado a ese ambiente. No viví otra experiencia así como esa».

Un sueño: profesionalizarse para llegar más lejos

Aunque apenas empieza bachillerato, DJ Oskarly Escobar se proyecta como una joven que pueda vivir de la música. Quiere volver a cantar y aprender a tocar instrumentos para desarrollar sus conocimientos y capacidades musicales todavía más.

«Me gustaría convivir con más personas a las que les guste lo mismo que a mí (…). Por lo menos, en un grupo de DJ de puros niños (…) o en un grupo de canto, también. Lo que sea, total que tenga que ver con la música. A mí me gustaría», dice.

Oskarly desea aprender a tocar piano y afinar más su voz para cantar. Foto: Alejandro Cremades

Aunque su potencial es evidente, no está apresurada por crecer. Por el contrario, quiere disfrutar el momento: «Cuando yo estoy en la tarima y, por lo menos, las personas tienen problemas en su casa, que falta la comida, falta algo, se van para la fiesta y por el rato que yo duro mezclando, se olvidan de todo. Escuchan la música y se olvidan de todo. Están pendientes de disfrutar con DJ Oskarly. Eso es lo que más me gusta».

Además, Oskarly es consciente de una realidad: «En algunos momentos eres aceptada y en otros no, pero esto es poquito a poco. Mientras más esfuerzos, uno va escalando hasta que uno llega a la cima, donde uno quiere llegar».

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