Actualmente el zika se propaga a una velocidad alarmante en todo el continente americano. La Organización Mundial de la Salud declaró la epidemia como una emergencia global hace varias semanas, ante la sospecha de que podría ser responsable de un raro defecto de nacimiento, así como del síndrome Guillain-Barré, una enfermedad neurológica que dura unas cuantas semanas.
Antes de llegar a Sudamérica el año pasado, el zika -propagado por la picadura de mosquitos- había provocado brotes en el Pacífico Sur, específicamente en la isla Yap de Micronesia y la Polinesia Francesa, incluyendo Tahití, la isla principal.
Investigadores de Tahití, Francia y otras partes del mundo analizaron las muestras de sangre de los 42 adultos a los que se les diagnosticó el síndrome de Guillain-Barré entre 2013 y 2014; prácticamente todos mostraban signos de una infección previa de zika.
Las muestras se compararon con las de pacientes que no sufrían el padecimiento ni habían presentado síntomas de zika, pero fueron atendidos en el mismo hospital a causa de otras enfermedades. Las pruebas revelaron que solo la mitad de ese grupo de 98 aparentemente había sido infectado con el virus, que normalmente no tiene consecuencias graves.
La investigación fue publicada en línea el lunes por la revista Lancet.
«La evidencia que vincula al virus zika con el síndrome Guillain-Barré es ahora mucho más convincente», dijo Peter Barlow, un experto en enfermedades infecciosas de la Universidad Edinburgh Napier, que formó parte del estudio. Por medio de un comunicado, resaltó que hace falta una mayor investigación antes de llegar a la misma conclusión con el brote en el continente americano, en donde los factores locales podrían influir.
El zika se propaga principalmente por la picadura de mosquitos, y en la mayoría de las personas provoca síntomas como fiebre, dolor muscular y sarpullido. Cerca del 80% de las personas que resultan infectadas no reportan malestar alguno.
A menudo se presenta el síndrome de Guillain-Barré luego de una infección viral o bacteriana, por lo que un posible vínculo con el zika no es del todo inesperado. Ocurre cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca al sistema nervioso, a menudo por motivos desconocidos. Puede provocar debilidad muscular y problemas respiratorios; cerca del 5% de los pacientes fallecen a causa del padecimiento. De los pacientes observados en Tahití, no falleció ninguno y cerca del 40% de ellos podía caminar sin ayuda unas tres semanas después de dejar el hospital.
El estudio también consideró si el Guillain-Barré era resultado de personas que fueron infectadas tanto por el zika como por una enfermedad tropical relacionada, el dengue, al compararlos con personas que padecieron zika pero no presentaron síntomas neurológicos. No encontraron evidencias de que sufrir de dengue aumentara el riesgo.
Basándose en sus hallazgos, los científicos estimaron que 24 de cada 100.000 personas infectadas con zika desarrollarían el síndrome Guillain-Barré. En Europa y Norteamérica, la tasa promedio del síndrome luego de una infección por influenza o dengue es de aproximadamente uno o dos casos por cada 100.000.
David Smith, de la Universidad Curtin de Australia, dijo que era difícil saber con exactitud la frecuencia con la que el zika provoca el síndrome de Guillain-Barré. Smith es coautor de un comentario adjunto en Lancet.
Smith indicó que debido a que el zika desaparece del cuerpo antes de que los pacientes desarrollen complicaciones neurológicas, solo existía evidencia indirecta -por medio de los anticuerpos que combaten la infección- de que el zika provoca síndrome de Guillain Barré. Se cree que el zika desaparece del torrente sanguíneo luego de aproximadamente una semana. Smith subrayó que no se puede responsabilizar al zika de todos los casos en Tahití y que el estimado de los investigadores respecto a la incidencia del síndrome podría estar inflado.
Sin embargo, los expertos pronostican que los casos de Guillain-Barré se incrementarán conforme el zika se propague en las Américas, y la OMS advirtió que es posible que la enfermedad alcance otros sitios de la región, con la excepción de Canadá y Chile.
El estudio no revela si el zika es responsable del incremento en el número de bebés que nacieron con cabezas anormalmente pequeñas en Brasil, un mal conocido como microcefalia.
«Eso sigue siendo un misterio, pero nuestras sospechas son muy serias», dijo Jimmy Whitworth, profesor de enfermedades infecciosas en la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
«Tanto el síndrome de Guillain-Barré como la microcefalia son condiciones neurológicas, pero no creo que sea el mismo mecanismo el que provoque ambas», recalcó. «Podría suceder algo ligeramente distinto con la microcefalia».
Desde que comenzó el brote de zika en el continente americano el año pasado, se han presentado brotes en cerca de 60 países, y en ocho de ellos existe reporte de casos de síndrome de Guillain-Barré, posiblemente relacionados al zika.