La agencia de salud de la ONU realizó una reunión de su panel de expertos esta semana para evaluar el estatus de la epidemia.
El doctor David Heymann, director del comité, dijo el viernes que persisten considerables lagunas en el conocimiento sobre zika y los problemas que causa -incluyendo daños cerebrales congénitos- y la OMS concluyó que la enfermedad sigue siendo una emergencia global.
«Esta circunstancia extraordinaria desafortunadamente se está convirtiendo en algo ordinario», expresó Heymann.
Añadió que las autoridades de salud de todos los países del mundo deben tomar precauciones para la inminente llegada de la enfermedad, que se contagia principalmente por picaduras de mosquitos aunque también se puede transmitir mediante relaciones sexuales.
Ante la ausencia de un tratamiento o de una vacuna eficaz contra la enfermedad -y ante el fracaso en erradicar la población de mosquitos que transmiten el zika- Heymann dijo que en gran medida es responsabilidad de cada individuo tomar las medidas necesarias de precaución.
«Cada quien tiene que asumir su responsabilidad por su cuenta en este tema», indicó, añadiendo que por ejemplo, la gente en riesgo de contraer la enfermedad debe vestirse con mangas largas y usar repelente de insectos.
La OMS destacó que no se sabe exactamente cuánto es el riesgo para las mujeres embarazadas. Aunque se ha comprobado que el zika causa problemas neurológicos en los bebés, el cálculo de riesgo oscila entre 1% y 30%.
«No tenemos una respuesta definitiva a esa pregunta», declaró el doctor Peter Salama, director de emergencias de la OMS. «El riesgo es relativamente bajo, pero es significativo».
La OMS hizo notar que Brasil no ha reportado ningún caso confirmado de zika después de las olimpiadas de Río de Janeiro, aunque se realizan estudios en el país para determinar por qué ciertas regiones han registrado un incremento en el nacimiento de bebés con microcefalia.
Hasta la fecha, el zika ha infectado 72 países y territorios.