Tres venezolanas abren sitio web para consultas psicológicas a migrantes

Cuando Marcela González, Olivia Szinetar y Patricia Pizzolante se fueron a vivir a Madrid, España, decidieron seguir acompañando a sus pacientes venezolanos a través de internet.
Los más de tres años que tienen fuera del país, y las personas a las que han atendido desde entonces, les han dado una visión particular sobre la migración: muchos de los venezolanos no están abandonando su país de forma voluntaria, sino obligados por la crisis, y lo hacen con poco tiempo de preparación y de forma abrupta.
Esa fue la semilla del proyecto Sens que tienen en ejecución desde hace más de dos años y que este mes se transformó en un portal para buscar ayuda psicológica.
En tres pasos, la persona puede solicitar una cita. Lo primero es enviar un correo a [email protected] y explicar el motivo de la consulta. Una de las tres psicólogas será asignada y, por último, se paga el servicio.
Cada encuentro se realiza por Skype (o por alguna plataforma afín) y tiene un precio de 50 euros.
“Es una cantidad competitiva en el exterior. Cada psicólogo puede llegar a acuerdos sobre la tarifa dependiendo de la posibilidad de cada quién y su situación. Hay cierto nivel de flexibilidad pero hay que hablarlo”, explica Szinetar.

La pérdida y el duelo

Las fundadoras de Sens han detectado que los emigrantes suelen atender necesidades económicas y de logística, pero no le prestan atención suficiente a las anímicas.
“Al emigrar la pérdida es masiva, pierdes a tu familia, a los amigos, a tu entorno. Puede haber depresión. Hay mucha tristeza, bajo nivel de energía, sentimiento de culpa por la familia que se deja”, refiere Pizzolante.
Por ello, el proceso de selección de las personas a atender de forma remota es más riguroso. “La idea es que la persona pueda estar en un lugar íntimo, que se pueda replicar lo que sucede en un consultorio”, explica la psicóloga.
En casos de patologías más complicadas, como procesos psicóticos, de esquizofrenia o depresiones muy severas, en los que sientan que existe un riesgo inminente para el paciente, las especialistas evitan la atención online y ayudan a esas personas a conseguir atención en el lugar de residencia.
“Ahora queremos acercarnos a empresas que contratan a venezolanos para atenderlos. Emigrar con niños suele ser muy difícil porque los niños tienen muchas dudas de lo que ven en televisión o lo que escuchan hablar a sus padres”, completa González.
Desde las cenizas

Las psicólogas graduadas en la Universidad Católica Andrés Bello empezaron a darle forma a la idea en un programa de formación de emprendedores tecnológicos de Google llamado Campus Madrid.
“En septiembre de 2016 abrimos un centro físico en Madrid y empezamos a atender población española. Hemos tenido interés en atender asuntos relacionados con maternidad, familia y migración”, cuenta Pizzolante.
Sens online se convirtió en la versión que les permite acercarse a los venezolanos que están en el extranjero.
Las mujeres tienen el control total de su empresa y cada quien se encarga espacios diferentes de la función web. Pizzolante hizo el diseño y Szinetar de la estructuración e información del sitio.
“Necesitábamos economizar gastos porque no contábamos con capital, pero ha sido interesante ver cómo cada quien se ha desarrollado en cada área”.
Sens online está disponible en http://senspsicologia.com/sens-online/.
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