«Desde el año 2004, utilizabamos reactivos de cuarta generación, que poseen una mejor sensibilidad para detectar más temprano patologías como la hepatitis B, hepatitis C, VIH sida. Sin embargo, están llegando reactivos menos avanzados, por lo que las consecuencias van a ser que un mayor numero de donantes, que puedan ser portadores de esas enfermedades, pasen como negativos y esa sangre se va a transfundir y los receptores se van a contagiar», dijo Meléndez en una entrevista concedida al canal por internet Vivo Play.
Explicó que con estos nuevos materiales de tercera generación las pruebas de hepatitis pueden tardar hasta 60 días, mientras que con los otros tardan 20. Esto hace que la transfusión sea menos segura y que sea más difícil responder en los casos de emergencia.
“Estamos retrocediendo. La idea es mantener el servicio seguro como lo estábamos haciendo antes, garantizar la seguridad de las transfusiones“, aseguró.
El grupo cooperativo de Medicina Transfusional, por su parte, anunció que la llegada esta semana de reactivos serológicos a los bancos de sangre públicos del país alcanzan solo para 45 días.
La falta de reactivos y de insumos en los bancos de sangre municipales ha obligado a paciemtes a acudir a centros privados o comprar sangre en el mercado negro, que ha nacido por la escasez.]]>