«La amenaza de enfermedades infecciosas es particularmente alarmante», aseguró Azar durante una conferencia regional que reúne en Lima a los ministros de salud de los países de América.
«Estamos viendo miles de casos de enfermedades prevenibles mediante vacunación que anteriormente eran raras o que habían sido completamente eliminadas, tales como el sarampión y la difteria, que están llegando a nuestras zonas fronterizas y siendo expandidas en las comunidades locales», señaló el funcionario estadounidense.
Azar señaló que la crisis que se vive en Venezuela no solo amenaza a ese país «sino a nuestra salud, seguridad y prosperidad colectiva».
Los migrantes llegan portando enfermedades infecciosas que no pueden ser atendidas en Venezuela o crónicas no transmisibles tales como diabetes, cáncer o hipertensión, agravadas por la dieta deficiente o la falta de medicinas, agregó el representante del gobierno de Donald Trump.
El primer ministro peruano, Salvador del Solar, coincidió en la inquietud y pidió atender el desafío que implica.
«El desplazamiento masivo de personas, como el que está experimentado la población venezolana, no solo trae consigo el dolor del desarraigo sino también enfermedades para las que no necesariamente estaban preparadas las regiones o las ciudades que los acogen», precisó Del Solar.
«Por eso las autoridades de salud que hoy nos acompañan traen la preocupación de nuestra región y traen también el reto para que podamos tener una respuesta», enfatizó.
Más de 3 millones de venezolanos han salido de su país como parte de la diáspora que huye de la crisis. La ONU calcula que a finales de 2019 la cifra alcance los 5,3 millones.