Salud

La pandemia, los niños y tú: consejos para no perder la cabeza

Sin previo aviso, los niños han tenido que quedarse en casa y más aun en los países de América Latina donde el proceso de vacunación contra la covid-19 es incipiente. Los cambios siguen siendo muchos, el miedo, el estrés y la ansiedad han pasado de ser una respuesta natural del cuerpo a representar un verdadero problema de salud para niños y jóvenes

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Definitivamente la pandemia ha sacudido la vida de todos. Nuestros hábitos fueron cambiados, los niños tuvieron que rápidamente adaptarse a un nueva forma de vida y las consecuencias de estos cambios han sido evidentes.

El confinamiento o la cuarentena ha sido una medida necesaria para la prevención. Pero esta medida ha traído consecuencias psicológicas importantes, sobre todo para nuestros niños y jóvenes.

La psicóloga Lilian Cifuentes Castro, especialista en diagnóstico e intervención en niños y adolescentes comenta que los cambios más comunes que ha visto en consulta son los síntomas ansiosos. Menciona entre estos: cambios de humor, mayor irritabilidad, los chicos suelen ponerse más demandantes con los padres, se tornan desafiantes, desobedientes e irritables.

Manejar la incertidumbre

“Podemos ver que los niños estén más tristes, desanimados o enojados sin un motivo aparente, esto también está relacionado con este contexto de incertidumbre y de estrés”, comenta Cifuentes y explica que existen distintas estrategias que pueden ser aplicadas en casa para manejar la incertidumbre, el estrés y la ansiedad.

“Es muy importante que los niños puedan conversar, expresar cómo se sienten, que se sientan atendidos y acogidos y no que solo reciban una imposición tras otras. Hagamos de este tiempo de permanecer juntos un tiempo agradable, no tan rutinario y rígido”, recomienda la psicólogo.

Vivir mejor el tiempo en común

Cuando tenemos mucha incertidumbre es importante establecer algunas rutinas que nos pueden dar cierta estructura. Los chicos en este momento tienen un horario más flexible en el hogar, pero la rutina nos va a dar esa estructura que permita crear hábitos, no por no asistir al colegio los niños deben estar con pijama todo el día.

Dentro de esta estructura, según explica Lilian Cifuentes, deben considerarse tanto las actividades escolares, como las horas de esparcimiento.

“Mantengan a los niños activos, no los dejen simplemente que hagan los que les provoque, sino que les puedas ofrecer algunas actividades como: pintar, leer y hacer algunos juegos que requieran cierta concentración. Esto va a facilitar los procesos mentales superiores que son tan útiles”, recalca.

Permitir algunos espacios de flexibilidad con los niños y tener paciencia es fundamental en estos tiempos. No todos los días se puede cumplir con la rutina establecida de forma estricta, pero una estructura general nos va a ayudar a mantener cierto orden.

No está mal tener ciertas concesiones, asegura la psicóloga. Apunta que los niños en sus consultas presenciales y virtuales se quejan de que en ocasiones están cansados y hasta aburridos y desean volver a sus colegios para estar con sus pares: “En estos momentos se puede flexibilizar un poco esa rutina”.

“Recordemos que estamos en una situación atípica, estresante tanto para los niños como para los jóvenes, por ello poder permitirnos algún espacio de flexibilidad es importante”, recomienda Cifuentes.

Contención emocional

Brindar contención emocional es otro aspecto necesario a considerar en casa, esto puede darse ya sea a través de una conversación, de los abrazos, de compartir actividades juntos como cocinar. Es un buen momento para establecer esos espacios donde los niños y jóvenes se sientan atendidos, comprendidos y queridos: “Eso es más importante que mantener la casa brillante”.

Cifuentes explica que mantener la comunicación desde el respeto con todos los miembros de la familia, escucharnos y conectarnos desde el corazón y no desde la cabeza, con una actitud siempre de conciliación, es una estrategia necesaria.

Recomienda hacer actividades que los hagan sentir bien, como leer, cocinar, trabajar la tierra, sembrar: «Esto te ayuda a tener claridad mental, a concentrarte, a tener mejor actitud anímica. Para lidiar con la ansiedad es importante poder conversar con familiares, con amigos, desahogarte, buscar apoyo emocional».

“Seamos compresivos y entendamos que todos estamos sometidos a mucho estrés, estamos sometidos a situaciones apremiantes como la incertidumbre, el confinamiento, las deudas, el tema laboral, la sobrecarga”, explicó.

Los adultos debemos procurar estar atentos a los temores que puedan comentar los niños. Hay que responder a sus preguntas de forma honesta y simple, no inventar ni generar expectativas mágicas.

“Son válidos esos sentimientos de temor o de preocupación que puedan tener”.

Es importante que nosotros como adultos podamos manejar nuestros sentimientos y nuestras emociones. A veces somos los primeros ansiosos y estresados, pero pretendemos pedirles a nuestros niños que estén tranquilos, cuando somos el modelo que ellos imitan y no logramos ese manejo adecuado de la ansiedad.

En tiempos de ansiedad

Es posible identificar la ansiedad a través de sus manifestaciones en niños y adolescentes, siendo distintas en estos grupos. Es importante tener en cuenta qué cosas atender para manejar ese tema.

Lilian Cifuentes explica que se pueden observar cambios en el estado de ánimo, los chicos se tornan más irritables, con frecuencia tienen sentimientos de desesperanza, desmotivación o furia. Pueden observar conflictos con los amigos y esto tiene que ver con la ansiedad y con el tema del confinamiento.

Otro elemento a considerar en cuanto a comportamiento es alejarse de relaciones interpersonales, o cambios en la personalidad. Muestran poco interés en cosas que antes les solían parecer atractivas; pierden interés en actividades como escuchar música; pueden presentar dificultades para dormir o se duermen rápido pero se despiertan prontamente; pueden tener pesadillas, hay cambios en el peso.

Conductas de riesgo

La especialista agrega que en estos casos se presentan problemas de memoria, de concentración y por eso se les hace más difícil estudiar. Hay cambios en la apariencia, esto es importante poder atenderlo considerando que se incrementa el comportamiento de riesgo en adolescentes, sobre todo el consumo del alcohol y drogas. Incluso algunos pueden presentar pensamientos asociados al suicidio.

“Ante todas estas alertas es importante que los padres en vez de pelear con ellos, porque no se quieren bañar o porque están más gordos o pedirles que no coman tanto, vayan más allá y busquen ayuda. El tema de la ansiedad es importante atenderlo a tiempo para que no siga avanzando”, advierte Cifuentes.

Recomienda a los adultos que estén cerca de niños y adolescentes procurar el diálogo, crear espacios de comunicación donde ellos se sientan a gusto para expresar lo que piensan y sienten , “si constantemente los estamos regañando no vamos a generar esos espacios”.

“Escúchalos, siéntate con ellos a ver su programa de TV favorito, pregúntale por sus amigos pero no de una manera inquisidora, no desde la critica. Genera espacios de recreación adecuadas al contexto, hagan actividades como dibujar, pintar, cantar, tocar un instrumento, aprender música”, detalla la psicóloga.

Intenta que los niños y jóvenes miren hacia el futuro de una manera positiva y saludable desde la esperanza, hay más oportunidades.

Manejando el miedo y el estrés

El miedo, la preocupación, el estrés son respuesta normales ante situaciones de incertidumbre como las que estamos viviendo en este momento. Cuando nos enfrentamos a lo desconocido, a situaciones de cambio es natural que se presente este tipo de reacciones en todas las personas, sobre todo en los adultos.

No podemos olvidarnos de nosotros mismos y dedicarnos solo a las respuestas de los demás, debemos empezar por casa. Solo así los adultos podemos atender inicialmente nuestra necesidad de autocuidado para poder suplir las necesidades de cuidado de los demás.

La especialista Cifuentes explica tres grandes grupos de situaciones que debemos considerar en tiempos de pandemia:

Cuidar nuestra mente: mantener nuestras rutinas normales, horarios para dormir, de baño, de trabajo, estudio. Es importante generar una rutina pero que no sea una cosa rigurosa y que no sea una agonía.

Incorporar actividades de disfrute: mantenernos ocupados en actividades lúdicas, alejarnos de los ciclos de pensamientos negativos o de personas que en general son muy negativas ya que esto nos va generar mayor ansiedad. El tema de concentrarnos en pensamientos positivos es fundamental. Pensar lo bonito lo que sí tenemos y no en lo que carecemos. Establecer prioridades , fijarte algunas metas: no puedes hacer todo en un solo día .»Yo puedo con todo», pero no con todo a la vez.

Limitar la exposición que tenemos a los medios de comunicación: donde todas las noticias que recibimos son malas limitemos este tema.

En cuanto al cuidado del cuerpo es necesario dormir lo suficiente, procurar espacios de descanso de siete horas. Es importante hacer actividad física de forma regular, comer saludablemente, evitar el exceso de azúcar refinada. De igual forma limitar la cafeína que genera más ansiedad, limitar el tiempo frente a las pantallas.

Procuremos hacer otras actividades que no tengan que ver con la tecnología. Es importante relajarnos y hacer cosas que nos gusten .“Hazlo por ti y para ti, el tema de conectarnos con las demás personas es fundamental. Tratar de hacer algo por los demás, ser solidarios siempre estimula”, recomienda Cifuentes.

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