En noviembre de 2022, el fiscal del chavismo, Tarek William Saab, anunciaba que cuatro personas que trabajaban en el clínica Tía Panchita habían sido detenidas «por presuntamente hacerse pasar por médicos psiquiatras». Fue una de las consecuencias del llamado «caso Chyno Miranda».
«Posterior a lapráctica de la Inspección Higiénico Sanitaria en la casa de reposo Tía Panchita, ordenada por el Ministerio Público de Venezuela,se logró la aprehensión de los falsos psiquiatrasSOTILLO LIONEL,DOMINGUEZ VICTORIOjunto aCHACON JOSEyMORENO DANIES.quienes se hacían pasar por auxiliares de enfermería, sin tener los cursos o autorizaciones correspondientes: con las negativas consecuencias que ello deriva hacia pacientes allí recluidos», informó a través de su cuenta de Twitter,Tarek William Saab.
Pues bien, este domingo 15 de enero, esas personas fueron liberadas sin que las autoridades venezolanas explicaran al detalle lo sucedido.
«Nos complace muchísimo anunciar que ya se encuentran en libertad nuestros médicos y enfermeros que fueron detenidos injustamente», se puede leer en la cuenta de Instagram de la clínica, @rehabilitacióntiapanchita.
Los liberados fueron los psiquiatrasLionel José Sotillo y Victorio Domínguez, y los auxiliares de enfermeríaJosé Gabriel Chacón y José Javier Moreno.
¿Qué resultado dieron las investigaciones? ¿Por qué estas personas fueron detenidas? Por ahora esas preguntas no tienen respuestas.
El caso
Cuando llegó hace casi un año al Centro de Rehabilitación Tía Panchita, no podía subir ni bajar escaleras. «Lo hacía con dificultad y acompañado por una enfermera», dice uno de sus compañeros de la institución médica a El Estímulo.
El viernes 3 de noviembre de 2022, las cámaras de vigilancia del centro de rehabilitación no dejan espacio para la duda: el ex integrante del dúo Chino y Nacho no solo baja los escalones por sus propios medios sino que abandona sin inconvenientes la clínica de rehabilitación donde estuvo recluido durante casi once meses y donde, se supone, debía pasar al menos año y medio.
Luego, por orden de un tribunal civil, previa petición de la novia del cantante, Astrid Falcón, fue designado para evaluar la condición real de salud de Miranda, quien hace más de dos años dio a conocer que por causa del covid-19 le había sido diagnosticada una neuropatía periférica que trajo consigo serios problemas motores e incluso de habla. Pero realmente el cuadro clínico del artista es más complicado. Mucho más.
Alcira Pérez, la madre de Jesús “Chyno” Miranda, fue quien decidió recluir a su hijo en el Centro de Rehabilitación Tía Panchita, ubicado en la urbanización Alta Florida, en Caracas.
Lo hizo el 22 de diciembre de 2021 junto con su sobrina, Yarubay Zapata Pérez, quien hace más de dos años ha estado al frente de todas las decisiones relacionadas con la salud del intérprete por consejo de Alcira.
Las dos eligieron al Centro de Rehabilitación Tía Panchita, fundado hace tres décadas por Francis Romero, porvarios motivos. El primero: porque se trata de una institución de carácter privado, que inicialmente fue una casa de reposo y que desde hace veinte años se convirtió en la «clínica que atiende pacientes fármaco dependientes referidos por el Seguro Social».
El segundo: porque los médicos habían recomendado meses atrás que “Chyno” debía atender con urgencia uno de sus problemas más graves, esto es su adicción a las drogas, que podía llegar a complicar incluso su diagnóstico de encefalitis.
El tercero: porque el protagonista de la película “El malquerido”, de Diego Rísquez, presentaba además un cuadro importante de ansiedad y depresión.
Y el cuarto: por causa de los costos. Un mes en el Centro de Rehabilitación Tía Panchita cuesta 1.300 dólares, mientras que en una clínica similar los precios se incrementan a 200 dólares por día. Para tener una idea, en Colombia estos costos pueden llegar a los 5.000 dólares por mes y en Estados Unidos a 30.000 dólares por el mismo lapso.
Después de ello. Todo ha sido muy confuso. La madre dijo que su hijo había sido secuestrado. Posteriormente, Miranda apareció en un video deplorando las condiciones en las que era tratado en la clínica.
La libertad del personal médico es un nuevo capítulo en esta largo caso.