Sucesos

El crimen de Castro Urdiales: 2 adolescentes asesinan a su madre a puñaladas y fingen un secuestro

Los chicos, de 13 y 16 años, habían sido adoptados desde muy pequeños. Después de matar a su madre, le quitaron la ropa, la arrastraron dos pisos, simularon un rapto e intentaron deshacerse del cadáver. Como no pudieron, huyeron a unos acantilados cercanos. Argumentan que eran víctimas de maltratos constantes

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Fotos cortesía The Objective |Composición de imagen: The Objective

Un escalofriante tema monopoliza las conversaciones en la costera población española de Castro Urdiales, en Cantabria: dos menores de 13 y 16 años asesinaron a su madre Silvia López con por lo menos 21 puñaladas, trataron de engañar a su abuela fingiendo un secuestro, intentaron fallidamente deshacerse del cadáver y, finalmente, huyeron.

El caso se hace aún más áspero al conocerse que los chicos, de origen ruso, habían sido adoptados cuando eran muy pequeños y, hasta entonces, parecían una familia integrada, aunque personas cercanas aseguran que Silvia era una madre estricta.

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Silvia y los niños, en una foto durante la comunión del hijo menor en una iglesia de Castro Urdiales. Foto cortesía The Objective

Al ser interrogados por la policía, los menores justificaron el crimen diciendo que estaban hartos de los castigos físicos que les imponía su madre por sus malas notas, aunque voceros de la escuela a la que asistían aseguraron que eran buenos estudiantes. Sin embargo, el mayor de ellos tenía un antecedente problemático: en 2022, fingió su propio secuestro, según averiguó el medio español The Objective.

Silvia López tenía 48 años, era natural de Cantabria, trabajaba como celadora de un hospital y era catequista de una iglesia de Castro Urdiales. Su esposo, de quien no ha trascendido el nombre, trabaja en una metalurgia en Bilbao, País Vasco.

El crimen de Silvia

El jueves 8 de febrero, unos minutos después de las 8 de la noche, la Guardia Civil recibe una llamada que alerta por el hallazgo de un cadáver amordazado, maniatado, con la cabeza dentro de una bolsa y lleno de sangre dentro de un vehículo empotrado en la puerta de un garaje en la urbanización Monte Cerredo, en Castro Urdiales.

Según revela el diario español Marca, aunque Silvia sufrió varias heridas, la mató la puñalada de un cuchillo que aún no ha sido encontrado.

The Objective hizo un rastreo del crimen, apoyado en las pesquisas policiales, y concluyó que los menores mataron a Silvia en la cocina, y luego arrastraron el cadáver hasta el garaje. La amarraron y le taparon la cara con una bolsa para fingir un secuestro.

La primera teoría de la Guardia Civil. en la escena del crimen es que se trata de violencia de género, pero esto queda descartado casi de inmediato cuando encuentran al esposo de Silvia trabajando en el País Vasco. Es él quien habla de los menores y obliga a la policía a buscarlos y a cambiar el curso de la investigación.

Los encuentran a las 2 de la madrugada escondidos en cuevas de los acantilados de Cotolino, cercanos a Castro Urdiales. Al verlos, el mayor trata de huir, pero el menor se entrega de inmediato (por la edad es inimputable) y confiesa el crimen.

A Silvia la mató su hijo mayor, pero el menor siempre estuvo al tanto de todo y ayudó a su hermano a meter el cadáver en el auto para deshacerse de él. Según Marca, primero intentaron esconderlo en el maletero, pero no pudieron, así que lo pasaron a los asientos traseros. Justo en ese momento, la abuela les hizo una llamada de rutina y es cuando cuando los jóvenes le hablan de secuestro, deciden abandonar el auto y el cadáver y huir.

Lo que cuentan los menores

Al ser interrogados por la Guardia Civil, y según informa The Objective, los menores testificaron que la madre reaccionó agresivamente al saber que el hijo mayor había aplazado una materia, lo insultó, lo golpeó y lo empujó contra la nevera. Los vecinos confirman haber escuchado una discusión. El chico y su hermano respondieron con más golpes, la tiraron al suelo y es entonces cuando el chico más grande agarra un cuchillo y la apuñala 21 veces, asestando el primer golpe en el cuello.

Los menores limpiaron la escena del crimen, le quitaron la ropa a la madre y la arrastraron dos pisos más abajo, para meterla en el automóvil, que estaba estacionado en el garaje. La idea era trasladar el cadáver a otra parte, pero ninguno sabía conducir y estrellaron el carro contra el portón. Es entonces cuando llama la abuela preguntando por Silvia y ellos le responden que «algo anda mal» e inventan lo del secuestro.

El hijo mayor ha justificado el crimen asegurando que la madre los vejaba, insultaba y, como castigo, les pegaba continuamente, y apuntó que los padres no lo dejaban salir más allá de ir a la escuela, a misa y a clases de inglés. La Fiscalía de menores está buscando corroborar estos alegatos. Se pueden leer más detalles sobre este caso en este enlace de The Objective.

El joven de 16 años ha sido detenido bajo la figura de régimen cerrado durante al menos 6 meses, mientras que el menor está en un instituto. Sin embargo, las leyes lo hacen inimputable y no será juzgado.

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