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“Horizon: An American Saga — Capítulo 1”: cine a la vieja escuela para una generación indiferente

La película de Kevin Costner vuelve sobre un Oeste de difíciles condiciones, donde la maldad siempre está a punto de bullir. Pero también es un ejercicio reflexivo que recuerda a algunos trabajos de Clint Eastwood y a otros del propio director

Horizon, Kevin Costner
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“Horizon: An American Saga — Capítulo 1”, de Kevin Costner, es el primer relato de una saga que se extenderá a tres. Esos son los planes del director y así plantea esta larga presentación de personajes o situaciones. Más cercana a la contemplativa “Unforgiven” de Clint Eastwood que al Sergio Leone que emula, la cinta es una apuesta arriesgada en una época que no sabrá apreciarla.

Hay dos cosas que debes saber antes de ver «Horizon: An American Saga — Capítulo 1». La más importante, que es la película inicial de una saga que se extenderá a través de situaciones, personajes y generaciones. Lo otro, es que esta cinta, con sus casi tres horas de duración, es en realidad un prólogo extenso sobre una historia que no se cuenta todavía. A pesar de eso, lo poco que sí se vislumbra, es interesante, complejo y rico.

Por supuesto, la película es hija de las obras enormes e inclasificables como “Érase una vez en América” (1984) de Sergio Leone, de la que hereda su carácter atípico de narración de arranque para algo mayor. También hay mucho de la visión de un Oeste aplastado por la desdicha que Clint Eastwood mostró en “El jinete pálido” (1985) y “Unforgiven” (1992), ambas evidentes referencias de Costner al plantear su universo.

Pero además, el director y actor, que también protagoniza su criatura, está mucho más interesado en repensar la idea del mal congénito que todo ser humano lleva en la sangre. Mucho más cuando no hay ninguna ley ni límite que detenga su trayecto. Por lo que la trama, ambientada en 1859, tiene un cuidado aire anacrónico y no solo por su ambientación. Alejado de las luchas sobre sensibilidades modernas o cualquier otro tema contemporáneo sobre neocolonización o algún punto parecido, la cinta avanza como unwesterntradicional. Por lo que lo primero que muestra, son las condiciones inhóspitas del Oeste y su fragua de hombres fuertes, en medio de páramos sofocantes y la pobreza.

Costner, tiene una capacidad intuitiva para utilizar los espacios a su favor. Y de hecho, se referencia a sí mismo de manera directa y bastante desprejuiciada. Por lo que los primeros minutos, tienen un más que evidente parecido con “The Postman” (1997), otra de sus obras enormes, contemplativas e inconclusas.

La lucha por el poder en medio de un paisaje complicado

El director, que también escribe el guion a cuatro manos con Jon Baird, dedica una larga primera hora para explorar en sus personajes. “Horizon: An American Saga — Capítulo 1” es mucho ese esfuerzo de explorar de manera novedosa en temas ya conocidos y repetidos en el cine. Y al principio, la intención de Costner de hacer su paisaje más humano y realista, funciona. Lo hace, además, en condiciones poco convencionales. La cinta tiene un aire denso y reflexivo que se incrementa a medida que se alargan las escenas y los diálogos se convierten en susurros al viento.

Y es, por supuesto, lo que empuja a la producción a su primer gran problema. “Horizon: An American Saga — Capítulo 1” requiere paciencia, una considerable inversión de tiempo y atención. Eso, además, con la conciencia de que es solo el principio de un viaje. De hecho, la metáfora está en todas partes, se anuda y se enlaza con los sucesos más pequeños y en apariencia triviales. Una y otra vez la idea del mal que se avecina y la violencia humana que la engendra se presentan en una visión naturalista y adyacente.

Costner parece que toma el riesgo de obligar al espectador a pensar, a sacar conclusiones sobre los detalles que mira y además, convertir toda esa información en un impulso para seguir adelante en la historia.  Pronto, la película pasa a los ojos de Frances (Sienna Miller), una viuda joven que debe cuidar a su hija en el terreno más violento imaginable. El director se toma el tiempo para mostrar un poco del dolor del personaje, pero prefiere enfocarse en su fuerza, lo cual es
una decisión correcta. En especial, porque la figura ceñuda de Frances parece representar la vida en un espacio desolado y condenado a morir.

Al otro extremo se encuentra Trent Gephardt (Sam Worthington), un teniente que pudiera convertirse en motor del carácter de la cinta a no ser por la notoria falta de personalidad del actor. Y por supuesto, está el enigmático Hayes Ellison (Costner), que bulle en buenos deseos y en la necesidad de justicia. La cinta se hace preguntas sobre sus personajes y los interconecta entre sí. Mucho más, enlaza la naturaleza de cada uno en un juego de piezas estratégicas que anuncian que la cercana Guerra Civil norteamericana tendrá un papel importante en la forma en que la trama se desenvuelve. 

Un paseo a ninguna parte

Si algo se le puede criticar directamente a “Horizon: An American Saga — Capítulo 1” es el hecho de que no está interesada en contar algo concreto. Más bien quiere dar contexto y analizar, como puede, la concepción de la fuerza, la lealtad y el amor en un terreno complicado. Por supuesto, en una época en la que toda película adulta aspira a ser el
centro de un universo mayor — como en el caso de la franquicia Mad Max de George Miller o Dune de Denis Villeneuve — no es un giro original ni tampoco directamente arriesgado.

Sí lo es el hecho de que Kevin Costner dirija cine a la antigua. Más interesado en la sustancia, el poder de las imágenes y la interacción de los personajes que recurren a la violencia, el deseo y la búsqueda de propósito como objetivo de vida. “Horizon: An American Saga — Capítulo 1” es enorme, un monstruo que se explaya en sus largas miradas silenciosas, en sus figuras taciturnas y cansadas. Que requiere interés en lo cinematográfico para sobrevivir. 

Lo cual, claro, es el principal de sus problemas. En una época en que la atención del público está en lo mínimo y que esa mínima versión del interés se traduce en entretenimiento puro y duro, “Horizon: An American Saga — Capítulo 1” es una rareza. Tanta, como para fracasar y quedar incompleta. Tanta, para a pesar de eso, hacer historia.

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