Mala, malísima, se quedó para siempre. Y que le eche la culpa a Gata Salvaje, el culebrón de Venevisión grabado en Miami en el que puso cuerpo, uñas y mirada fiera al personaje que la instaló como encarnación pura de la villana en el imaginario histórico de la telenovela latinoamericana. Conocida en medio mundo, la caraqueña Carolina Tejera pasó 9 años sin pisar el terruño. Agradezcan a UB que aquí está: que hizo una pausa en las grabaciones de Corazón Valiente (Telemundo) y su cotidianidad que transcurre entre Miami y San José de Costa Rica para mostrarnos lo que nos hemos estado perdiendo todo este tiempo.
– Comencemos con una pregunta histórica… ¿Por qué Eva no le dio un tiro de una buena vez a la Gata Salvaje? ¿Arrugó?
Bueno, ya que es una pregunta histórica, históricamente nunca muere la protagonista. Todavía esa propuesta no se ha visto en telenovelas, pero Eva Granados se quedo con las ganas, jijijí. Un personaje así jamás arrugaría pero tuvo que obedecerle al escritor.
– Y otra: ¿quién te dio la seguridad de que no había un cocodrilo de verdad esperándote al caer por la borda?
Confío mucho en la palabra de un norteamericano y estas escenas se grabaron en Miami en enero, un mes muy frío, el agua esta súper helada y eso mantiene un poco quietos a los cocodrilos. Lo primero que le pregunté al gringo fue: “¿Usted me asegura que esos cocodrilos no se van a mover de ahí?” Y me respondió con tanta seguridad que me dio tranquilidad y confianza. Y yo dije en mi mente “bueno, en el nombre de Dios vamos a darle”. Yo soy muy arriesgada y no sufro de miedos y siempre me dejo llevar por la intuición de mi corazón.
– ¿El papel de Eva en Gata Salvaje te perseguirá toda la vida o confías en que algún día pasará?
La verdad tengo tanto que agradecerle a Gata Salvaje que no me importa el encanto tan grande que tuvo en muchos países. Fue un éxito tan rotundo que es imposible de borrar tal pegue. Es verdad, siempre me hablan de Eva Granados y después de esa novela hice muchas y actualmente me siguen nombrando a Gata Salvaje pero también sé que mucha gente valora las buenas actuaciones y sé por el público que mis siguientes trabajos han gustado mucho. Pero también hay que reconocer que son muy pocas las novelas que se convierten en un clásico y más bien me siento privilegiada de ser parte de una. Le agradezco a Dios por esa oportunidad. Después de este éxito tuve muchas puertas abiertas y eso es lo importante.
– ¿Qué debe tener una malvada inolvidable?
Honestamente, maldad pura y exagerada sin límites. Y ser extremista y sin corazón. Fue muy difícil ese personaje, después de cada escena siempre hacía una oración, porque aunque todo es actuación para mí eran muy fuertes las locuras de esta mujer. Era cómico yo leía las escenas y me decía a mi misma: “definitivamente esta tipa esta loca de remate”.
Escuchándote hablar se nota un acento extraño: ¿es el “efecto” Miami o se desarrolló en tus años en Costa Rica?
Ja ja ja, ¿qué tal? Mi acento es una mezcla muy rara, entre hablar neutro y tener amistades de todas partes llega un momento que ya no sabes de dónde eres… Pero por supuesto, mi acento esta muy tico. Es normal, son muchos años hablando de muchas formas y escuchando muchos acentos.
¿Extrañas los buenos tiempos de la telenovela venezolana o con lo que haces en Miami eso quedó en el pasado?
En la época en la que hacía novelas en Venezuela fui la actriz más feliz del mundo. Trabajar en tu tierra es lo mejor, pero a veces hay ciertas formas de crecimiento y riesgos que esta carrera te pide. Le doy gracias a Dios por la tremenda oportunidad que tuve de mudarme a Miami, porque profesionalmente creces y ahora soy una actriz internacional. Pero jamás podré olvidar los excelentes momentos de éxitos que tuve en mi país. Solo Dios sabe si algún día regresaré a hacer una telenovela o película en Venezuela, no descarto tal posibilidad en el futuro.
– Has dicho que estás escribiendo series para televisión, ¿tienes algo listo?
Tengo ocho años escribiendo series y películas. Es una faceta que tengo y quienes han podido leer algunos de mis proyectos dicen que soy muy buena, ja ja ja. Pero todavía estoy perfeccionando detalles. Es algo que siempre estuvo en mí, pero todo llega en su debido momento.
– Hay una especie de boom de la “diva sensual” en Venezuela, ¿te atreverías a mostrar algo más de lo que se ve en estas páginas?
La verdad a mi los semidesnudos –algunos- me gustan, pero desnudarme por desnudarme no lo haría. Ahora, si habláramos de una excelente película y me dijeran que hay una escena de desnudo lo pensaría y lo analizaría bien. Si es una buena historia, si lo justifica y si me van a pagar súper bien, es posible que lo hiciera.
– Por aquí se ha dicho que andas de novia del actor venezolano Melvin Cabrera, ¿eso es verdad?
Estamos muy felices y de la mano con Dios.