Melomanía

Samantha Dagnino pone a prueba su talento: ¿ya votaste?

La cantante venezolana, con su proyecto Sorrynotsorry, figura en el Top 15 de los más votados en The Opening Act, la competencia de talento emergente más importante de Estados Unidos. Si Samantha Dagnino gana, será la telonera en el We Can Survive, un megaconcierto en el que han participado Taylor Swift, Alanis Morisette, Coldplay, Garbage y Billie Eilish

samantha dagnino
Fotos: Aníbal Mestre
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Con el propósito de divulgar en Estados Unidos el trabajo que ha venido haciendo desde Nueva York con Sorrynotsorry, su grupo, que ella misma describe como “una fuerza energética que trasciende la música, buscando despertar en el público una conexión intensa”, la cantante venezolana Samantha Dagnino participa en The Opening Act, la que quizás es la competencia de mayor envergadura en su estilo para artistas emergentes.

Por medio de este certamen, se busca anualmente a una figura incipiente de la música, que por la consistencia y originalidad de su propuesta merezca ser telonera del concierto benéfico que bajo la denominación de We Can Survive se realiza todos los años en locales monumentales, de grandes aforos, organizado por Audacy, la plataforma de entretenimiento líder en su especialidad, que agrupa a las marcas de radio y contenido digital premium más relevantes de Estados Unidos. Allí alternará con superestrellas del pop y del rock de la estatura de Taylor Swift, Alanis Morisette, Coldplay, Billie Eilish, Garbage y Lizzo, para citar sólo una pequeña muestra de quienes han participado en ediciones anteriores.

De allí el nombre de The Opening Act (Acto de apertura), expresión que en inglés es sinónimo de telonero en español. El ganador, además de abrirle con su música a una alineación repleta de estrellas en un estadio de grandes dimensiones, se llevará a casa 10 mil dólares.

Tradicionalmente organizado en Los Ángeles, este concierto icónico se hará por primera vez en la Costa Este de Estados Unidos, con motivo de su décima edición. Será, en una fecha que se indicará oportunamente, pero que suele ser en octubre, en el Prudential Center de la ciudad de Newark, Nueva Jersey, frente a la neoyorkina isla de Manhattan.

Vale destacar que el sistema de votaciones para seleccionar al ganador se realiza, vía Facebook, en cuatro etapas, la tercera de las cuales acaba de iniciarse y la última finaliza en septiembre.

Desde que comenzó este proceso, al cual concurrieron más de quince mil aspirantes, la venezolana Samantha Dagnino ha permanecido en el Top 20 de los más votados, y acaba de ingresar al Top 15. Casi siempre su posición ha oscilado entre el primero y el tercer lugar, por lo que sus posibilidades son bastante prometedoras.

Música contra el suicidio

El espectáculo anual del We Can Survive (Nosotros podemos sobrevivir) lleva este sugerente título, porque se efectúa siempre a beneficio de la Fundación Estadounidense para la Prevención del Suicidio. Esta institución diseña y promueve iniciativas y estrategias de investigación y educación, así como campañas públicas dirigidas a tomar medidas preventivas contra esta causa de muerte, cuyos índices son ciertamente elevados en la norteña nación.

Como ejemplo vale citar las cifras correspondientes a 2021, suministradas en febrero pasado por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. De acuerdo con este reporte, el índice de muertes por suicidio aumentó en ese país, de 45.979 en 2020, a 48.183 en 2021. Esto representa 14.1 suicidios por cada 100.000 habitantes.

Asunto de familia

El año pasado, la ganadora de The Opening Act fue Allison “Danger” Foley, una productora y DJ de Denver, en el estado de Colorado, conocida por su capacidad para cautivar al público y llevarlo a través de viajes musicales inmersivos. No en balde, su proclama es “hacer que la gente se levante y baile”.

Y así lo hizo muy eficazmente en el We Can Survive de 2022, que tuvo lugar el pasado 22 de octubre en el Hollywood Bowl de Los Ángeles. Su show sirvió de preámbulo a la presentación de Alanis Morisette, One Republic, Garbage, Weezer y Halsey, entre otras celebridades.

Ahora Samantha Dagnino se propone alcanzar la misma hazaña de Allison “Danger” Folley. Y a juzgar por las altas votaciones que ha venido alcanzando, hasta situarse en el Top 15 de los sufragios recibidos,es evidentemente que es una de las participantes que está más cerca de conseguirlo.

Esta artista, que a los 35 años ha desarrollado una versátil trayectoria, hace promoción constante en su cuenta de Instagram para que seguidores, admiradores y melómanos voten por su propuesta de Sorrynotsorry a través del link https://theopenact.com/2023/sorrynotsorry.

“Las personas deben votar todos los días gratis a través de su Facebook, para así mantener a la banda en los primeros puestos”, nos comenta telefónicamente desde Nueva York: “También se puede donar a la Fundación Estadounidense para la Prevención del Suicidio sumas de dinero, que compran votos para el artista, donde no solo se apoya un sueño, sino además una causa noble y necesaria”.

Nacida el 4 de julio de 1988 en Caracas, Samantha empezó su carrera como actriz a los 4 años trabajando en comerciales, televisión, cine y teatro musical. Descubrió su pasión por la música a través de la batería y compuso canciones por primera vez para el teatro en el montaje de “Las obras completas de Shakespeare”, dirigida por Juan Carlos Souki. Actualmente canta, baila, produce, dirige y actúa.

samantha dagnino
El concurso busca a un artista que por la consistencia de su propuesta merezca alternar con los grandes del pop rock (Foto Aníbal Mestre)

Su vinculación con la música ha sido desde siempre. Forma parte de su ADN. Hija del músico Pablo Dagnino (ex Sentimiento Muerto, Los Pixels) y la chef Helena Ibarra (también ex manager de Sentimiento Muerto), de niña iba a los estudios de grabación en donde veía cómo se hacían los discos de su padre,lo que la llevó, con el tiempo y el aprendizaje, a realizar sus propias producciones e incursionar en otras facetas del mundo del espectáculo.

A los 18 años se muda a Nueva York para estudiar actuación en el Stella Adler Studio. La ciudad deja huella en ella y la lleva a componer su primer álbum, “Play with me”, con el que se dio a conocer musicalmente bajo el nombre de Samsara. Para promocionarlo, se trasladó a Venezuela y durante este período conectó con artistas como Trujillo, Americania, Ulises Hadjis y La Vida Boheme, lo cual dio como resultado varias colaboraciones artísticas.

También se desarrolla como actriz en películas como “DesAutorizados” (Elia Schneider/2010) y “Solo” (José Ramón Novoa/2014), ambas presentadas en festivales internaciones de cine con buen respaldo de crítica. En 2014 se mudó a Miami, donde trabaja junto a Carlos Ponce y Maritza Rodríguez en la telenovela de Telemundo “Silvana sin lana”.

Los Ángeles se convierte en el paso siguiente. Desde 2017 y durante cuatro años vivió en esta ciudad donde salió a flote su pasión por el “detrás de cámara” a través de la escritura y la dirección. Filmó dos cortometrajes, “Red Line” (2019) y “Orégano” (2020), así como varios videos musicales, entre ellos “Plis, Plis, Plis”, de la Vida Boheme.

Siempre buscando nuevos estímulos, sintió un llamado de vuelta a Nueva York. Inspirada por la energía irreverente de la ciudad, en marzo de 2021 grabó cuatro singles junto al músico venezolano Héctor Castillo (Sentimiento Muerto, Dermis Tatú) en el estudio GB’s Juke Joint, en Long Island City.

Fueron cuatro canciones que marcarían el comienzo de una nueva etapa, la que ahora vive y desarrolla. Ese mismo verano fijó su residencia definitiva en el icónico distrito de Brooklyn. Así nace su nuevo proyecto, Sorrynotsorry, con el que lanzó en 2022 su primer disco, titulado “The Meaning of Life”, que obtuvo una nominación a los Premios Pepsi Music como Mejor disco de rock y con el que ahora compite en Opening Act.

“Esta oportunidad podría cambiar mi vida y mi carrera”, dice: “Me parece importante, dada la migración venezolana, que se conozca y se ofrezca el logro de mi trabajo, como parte de una lucha que definitivamente es muy dura, al tener que sobrevivir y destacarte en un país que no es el tuyo. Oportunidades como Opening Act pueden motivar a muchas personas a luchar por sus sueños”.

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