Mujeres

El poder invencible de Sabrina y Yolenny

Insisten en que lo suyo es la comedia, pero lo que muestran es serio, muy serio. Sabrina y Yolenny. Modelos, actrices, empresarias y madres: se fajan con todo. Amigas también son. Tanto, que siempre les gusta posar en dupla para nosotros

Fotografía: Aníbal Mestre | Maquillaje: Marianne Vegas Brandt
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El café nunca llegaba. Ni el agua. Nada. Hasta que aparecieron ellas. Primero Yolenny. Después Sabrina. A partir de entonces, hasta cuatro mesoneros desfilaron solícitos por nuestra mesa. Y encima hay que darles propina…

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Las ves en esos programas de Venevisión, en el teatro y en estas fotos en plan de hermanitas galácticas, y no imaginas lo que te encuentras compartiendo con ellas aquí: unas mujeronas. Y no sólo por lo obvio. No sólo por lo que muestran y sugieren. Lo son en sentido pleno: centradas, serias cuando hay que serlo, trabajadoras incansables, entregadas a sus carreras, a sus familias y a sus negocios. Unas guerreras.

Se conocieron en 2003 cuando ambas figuraban como modelos en el programa La gran boloña de Venevisión. Desde entonces se hicieron grandes amigas. Tanto, que Sabrina ayudó a Yolenny a enfundarse en su vestido blanco el día de su matrimonio. “La vestí”, dice.

Yolenny Salazar nació en Caracas y para ella El Paraíso es su parroquia. Se graduó de administradora y sin tomarse un respiro arrancó estudios de Comunicación Social en la Santa María. Allí está cursando el noveno semestre. Trabajando en una empresa se topó con el fotógrafo Gustavo Dao y su ojo de conocedor identificó el potencial de ese rostro y de esa figura. “¿Tú no quieres ser modelo?”, le dijo. Y la verdad es que ella estaba ya probando con eso. “Me hizo unas fotos y con eso empecé en serio. Somos grandes amigos, él es como mi padrino”.

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En 2004 tuvo una especie de boom que la llevó a ser imagen de marcas de mucho peso como Belmont y Brahma. Así que dejó los libros de contabilidad a un lado y se dedicó a hacer lo que sabe ante las cámaras. De hecho, posó para UB hace algunos años. Y así fue su primera vez: “Héctor Trejo me hizo un casting en el baño de una panadería”. Otro más que supo apreciar lo que tenía al frente…

Se lució al lado de Guillermo “Fantástico” González en La gran boloña durante un tiempo y de ahí pasó a Cásate y verás. Primero como modelo y rápidamente como actriz. En la misma Venevisión saltó a Fábrica de comedias. Y allí encontró que lo suyo era el negocio de hacer reír. Pero fiel a su naturaleza, no se quedó tranquila: 5 y acción es su productora de teatro, radio y comerciales. Con ella, por ejemplo, hace la obra Solteras indisponibles, una comedia femenina que se presenta en el teatro Premium de Los Naranjos, y en la que además de mandar y mandar, también actuó durante su primera temporada.

Quienes sintonizan muy temprano el programa radial de Full Chola la han escuchado más de una vez: pero seguro que no se imaginaban que la turca Barula, la malandra Yose y la romántica Penélope tenían todas el mismo cuerpo de Yolenny…

Sabrina Salemi es una mujer récord. En 50 años de historia del Miss Venezuela ninguna participante había tenido una cintura como la de ella: 57 centímetros. Cuando representó a Dependencias Federales en 2002 tenía 17 años. Y se portaba mal: nunca fue al gimnasio, nunca hizo dieta. Y todavía sigue con esa actitud que, se ve, le ha resultado. ¿O no? “Soy anti ejercicios. Opino que el quirófano es mejor. Aunque la verdad sólo me he operado los senos”.

No tiene tiempo para esas cosas de rutinas y estiramientos: vive en Vargas, se levanta de madrugada a darle tetero a su hija, atiende su propia empresa de servicios especiales en el aeropuerto de Maiquetía con, como dice: “50 empleados que me hacen la vida de cuadritos”. Finalmente llega a Venevisión a las 8:00 a.m. y pasa todo el día grabando A que te ríes —donde hace de esposa de Américo Navarro y suele ser generosa con lo que muestra―. Ella también se presenta en teatros en obras como Rosita pásame la cosita o 40 y 20, y ahora en una que lleva el mismo nombre del programa. Igualmente, es presentadora y tiene un sketch de “humor femenino” en Los fabulosos, un show de esos que llaman “versátiles”, que en realidad quiere decir gay.

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Sabrina saltó del Miss Venezuela a modelar en La gran boloña, caminó en pasarelas internacionales con Casablanca y Venevisión le extendió un contrato en el que la define como “actriz cómica”, aunque vaya por la vida despertando pasiones de otro tipo y cosquillas que no dan risa.

“Comenzamos como modelos y en el canal Francisco Martínez y Carlos Cerruti nos dieron la oportunidad de actuar”, apunta agradecida. Tan amigas son que ya aparecieron en estas páginas en plan de conejitas en noche de bodas. Aquí las tenemos nuevamente —muy cerca una de la otra— porque lo bueno siempre merece un bis. Y pronto, quién sabe, quizás las veamos juntas otra vez en la misma pantalla.

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