Viciosidades

Lustery.com: porno para parejas reales

Un nuevo sitio on line promueve el buen gusto y la sinceridad en escenas pornográficas "caseras" que descubren la intimidad de parejas de la vida real. Algunos lo definen como una nueva era del Triple X en donde se busca también la orientación y comunicación "que permita curar las heridas que tanto religión y tanta ignorancia han causado en la sociedad"

Marcos Cakes Foto Hector Trejo para Bienmesabe
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Lejos de Hollywood y de la moda de los vídeos sexuales de famosos, nos encontramos con Lustery, la nueva web porno capitaneada por la actriz, directora y productora porno Paulita Pappel. Lustery funciona como una comunidad donde parejas de todo el mundo pueden compartir sus vídeos sexuales en un espacio seguro y respetuoso. La única condición es que sean verdaderamente dos personas que tienen una relación sexual, sea monógama, abierta u ocasional. El fin es que el contenido sea diverso, tanto en personas, cuerpos, tipos de relaciones como en orientación sexual.
Más que porno amateur, Paulita prefiere hablar de sexo documental. Con una estética sencilla pero cuidada, los protagonistas no interpretan ningún papel ni siguen ningún tipo de coreografía; simplemente son ellos mismos frente a la cámara. Es por eso que no hay prácticas sexuales que tengan que estar representadas necesariamente, «lo importante es que se sientan cómodas y que capturemos la intimidad y confianza que existe entre ellas y, por supuesto, su pasión y su energía sexual».
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La web, aparte de ser un paraíso para exhibicionistas y voyeurs, también es un sitio donde aprender y compartir información y experiencias sexuales de una manera sana y positiva, lejos de toda culpa y prohibición. A través de su blog, no solo podemos conocer un poco mejor a las parejas protagonistas de los vídeos, también podemos leer artículos sobre eyaculación femenina, anilingus, juguetes sexuales o sobre los diferentes tipos de relaciones que se pueden dar entre personas, más allá del cliché del matrimonio y del apego.
Irónicamente, hoy en día Pamela Anderson -imagen definitiva del imperio Playboy e icono sexual de varias generaciones- se dedica a hacer campaña en contra de la pornografía, hablando en compañía del rabino ortodoxo judío Shmuley Boteach sobre los supuestos daños que esta causa. Por suerte y para compensar la incoherencia de la famosa playmate, cada vez aparecen más personas como Paulita. Artistas, trabajadoras sexuales y parejas anónimas que demuestran que el porno -el que está hecho con sinceridad, cariño y respeto- puede servir para curar las heridas que tanta religión y tanta ignorancia han causado en la sociedad, y que a través de él podemos aprender más sobre nosotros mismos; sobre nuestro cuerpo, género, sexualidad y relaciones.
www.lustery.com

Con información de Vice y ID]]>

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