La película “Sound of Freedom” del director Alejandro Monteverde y protagonizada por Jim Caviezel, se ha convertido en un controvertido fenómeno de verano. No solo por su temática — la exploración sobre la lucha contra la pederastia — sino también, por la polémica que la envuelve. ¿Qué tanto de lo que se dice es cierto?
“Sound of Freedom”, del director Alejandro Monteverde y protagonizada por Jim Caviezel, ha recaudado más de 85 millones de dólares, con un presupuesto de apenas catorce, un triunfo en un año en el que varios de los proyectos más esperados no lograron despertar el interés del público.
La película también está envuelta en una curiosa controversia. Con una campaña de marketing basada en su tema central — la lucha contra la pederastia — y la posibilidad de que, debido a eso, su difusión pueda ser prohibida, durante las últimas semanas se convirtió en centro de debate.
Por un lado, se le considera una denuncia pertinente acerca de un delito con frecuencia silencioso, en medio de una industria inclinada a temas más superficiales y al entretenimiento puro.Al otro, también se toma como un mecanismo de propaganda para grupos radicales de la ultraderecha norteamericana. ¿Qué es cierto y qué no lo es acerca de todo lo que se dice de “Sound of Freedom”?
Aunque en redes sociales se afirma lo contrario, la cinta es una ficción. No obstante, se basa en la vida del agente del Departamento de Seguridad Nacional o DHS (por sus siglas en inglés) Timothy Ballard, quien renunció a su cargo en el gobierno estadounidense para fundar una organización contra el tráfico de personas, Operation Underground Railroad (OUR). Según cifras facilitadas por Ballard, las maniobras — que se llevan a cabo en incógnito y con estrategia militar — han liberado al menos a 400 víctimas del delito. La mayoría de ellas, niños y en especial en Latinoamérica.
La película del director mexicano Alejandro Monteverde cuenta todo lo anterior a través de la recreación de una de las misiones del grupo, que les llevó a desmantelar una red de abuso infantil en suelo colombiano. También, el guion de Rod Barr, Marlene Rodríguez y Monteverde explora a medias la posibilidad de encubrimientos gubernamentales que alientan y permiten la proliferación de crímenes de naturaleza sexual. A la vez, promociona directamente valores cristianos dentro de un ámbito en el que el punto de vista religioso tiene una considerable importancia. Aunque en realidad, la producción sigue el desarrollo de una obra convencional y utiliza la insinuación como contexto del relato central.
“Sound of Freedom” es un trabajo del director mexicano Alejandro Monteverde, conocido por “Bella” (2006), con la que ganó el premio People’s Choice en el Festival Internacional de Cine de Toronto. El argumento de “Bella” profundizaba el tema del aborto y la adopción desde un punto de vista conservador.
Sin embargo, buena parte de la audiencia está convencida de que Mel Gibson, estuvo involucrado en la producción o en alguna parte del proceso artístico del film. ¿Por qué motivo? En realidad, es algo bastante sencillo. El actor respaldó la película en más de un medio, incluyendo un clip promocional en el que brindaba una serie de razones para apoyar a esta película a la que considera “vital” para la defensa de la infancia. De hecho, una frase Gibson se utiliza con frecuencia tanto en la promoción directa del largometraje como entre los diversos grupos de apoyo que cosechó en internet: “Puedes enviar el mensaje de que los hijos de Dios no están a la venta”.
Algo que llama la atención del film es las posturas encontradas y directamente contrastadas, con las que se le analiza. Mientras medios como Rolling Stone puntualizan su aparente vinculación con teorías conspirativas sobre redes de pederastia encubiertas por diversos poderes, medios conservadores como el National Review, insisten en que solo llama la atención sobre lo que denomina “horrores de la vida real”.
Lo cierto es que la película se encuentra en un terreno movedizo de todo tipo de paranoias colectivas contemporáneas. Especialmente las alentadas por Qanon, lo que incluye la posibilidad de que una red organizada de figuras de relevancia mundial se encuentran a cargo del tráfico y abuso de niños en todo el mundo. ¿“Sound of Freedom” toca el tema de manera directa?
No, no lo hace. Aunque deja entrever que un crimen de semejante envergadura no puede ocurrir sin la ayuda de entidades o personajes de influencia a la sombra, la película se concentra en el rescate de un grupo de niños esclavizados. Pero la publicidad a su alrededor — tanto directa como indirecta — deja entrever que en el subtexto de su argumento la denuncia es obvia.
En medio de la discusión sobre un fenómeno popular con un mensaje incendiario, el presidente del estudio y distribuidora Angel Studios, explicó el objetivo real del film. “Cualquiera que haya visto esta película sabe que no tiene nada que ver con teorías de conspiración. Se trata de un hombre que hizo algo valiente”.
¿De dónde proviene la idea de la vinculación del largometraje con Qanon? Directamente de su actor principal, Jim Caviezel. Conocido por encarnar a Jesús en la película “La pasión”, de Mel Gibson, el intérprete ha dejado claro que apoya las teorías sobre una red de prostitución infantil manejada por hilos poderosos, algo que no disimula en absoluto. Durante la promoción de la película, Caviezel usó en más de una vez el lema del grupo — “la tormenta ya está aquí” — además, de admitir que cree en la existencia de “adenocromo”, que – según Qanon- se trata de una sustancia derivada de la adrenalina, que se extrae de la sangre de los niños secuestrados y brinda la juventud a los que la consumen.
La lenta distribución de la película está más relacionada con la confluencia de varios factores, incluyendo una bien pensada estrategia de marketing. Ya formaba parte del catálogo de distribución de 20th Century Fox cuando el estudio fue vendido a Disney, lo que provocó una larga purga de producciones, que, además, terminó por verse entorpecida por la pandemia, la disminución de estrenos en la pantalla grande y el desinterés del nuevo propietario en películas de temática con influencia cristiana o conservadoras. En especial, luego del público enfrentamiento de la compañía con el gobernador de Florida, Ron DeSantis y las consecuencias que el duro debate ha traído.
“Sound of Freedom” fue comprada por Angel Studios, de corte independiente y que ha dedicado sus producciones a largometrajes y series de inspiración cristiana. La empresa también tiene su propio servicio de streaming, en el que puede verse el éxito “The Chosen”, que narra en cuatro temporadas la vida de Jesús. ¿Un dato curioso? La serie se ha convertido en un éxito, tanto como para que sea la única producción en la actualidad que sigue grabándose a pesar de la huelga.
Por supuesto, la compañía no puede competir en músculo de distribución con otras más grandes, así que utiliza la precariedad para asegurar la venta de boletos. De hecho, la proyección de la película en salas comienza con un mensaje del propio Jim Caviezel en el que insiste en los “obstáculos inimaginables” contra los que luchó la cinta para, finalmente, llegar a la pantalla grande. Poco después, invita a escanear un código QR que, en teoría, permitiría comprar la entrada a alguien más. Lo que aseguraría, en palabras del actor, que “millones puedan verla”. Por ahora, Angel Studios no ha dado demasiados detalles sobre distribución.
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