Viciosidades

"La niña y la farsa": la colombiana que 'trabajó' para el maestro Miyazaki

En las redes y los medios se asombraron: la barranquillera Geraldine Fernández dijo que participó como dibujante en "El niño y la garza", de Hayao Miyazaki, y fue un bombazo. Y tremendo cuento también. Finalmente, tras varios días de escándalo y burlas, confesó su mentira

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“Jamás en la vida, a mis 30 años, pensé que iba a terminar trabajando para estudio Ghibli realizando la producción y no solo estando en la película más reciente, sino en la película del retiro de Hayao Miyazaki, es algo difícil de creer”, dijo en un video posteado en sus redes una ilustradora colombiana llamada Geraldine Fernández. Y le creyeron.

Desde Barranquilla, Fernández celebró así el Globo de Oro obtenido por el largometraje “El niño y la garza”, escrito y dirigido por el maestro Miyazaki, cofundador del legendario Studio Ghibli de donde han salido títulos fundamentales en el mundo del anime como “El viaje de Chihiro” y “Mi vecino Totoro”.

De modo que era algo importante el hecho de que una latinoamericana estuviera trabajando con Ghibli y no sólo eso: dirigida directamente por Miyazaki en un filme que arrancaba el año ganando un Globo de Oro y como firme candidato a llevarse el Oscar. Era, por supuesto, un no-ti-ción. Y en Colombia muchos –incluso medios como El Tiempo y El Heraldo- aplaudieron la aparente hazaña.

Geraldine Fernández se agrandó. Contó que en veinte meses de trabajo desde Barranquilla dibujó 25 mil fotogramas de la película, que era la única colombiana en un equipo de 250 personas y que antes de arrancar el proceso fue a Ghibli a firmar su contrato.

-Fue bastante trabajo, pero valió la pena, sobre todo porque estaba Miyazaki, ya sabes que es un maestro no solo de vida, sino también a nivel profesional y pues trabajar de la mano con él fue bastante increíble y fue una experiencia única.

Y metida de cabeza en su historia, dijo más. Según ella, el maestro Miyazaki conocía los nombres de los 250 ilustradores y a ella la llamaba, por supuesto y con toda confianza y más allá del protocolo japonés, “la colombiana”.

Fernández –que hasta dio una conferencia en la Universidad Sergio Arboleda de Barranquilla- para contar su experiencia- llegó a declarar muy modesta que a pesar de haber llegado a la cumbre de trabajar con Ghibli, para ella la animación no es su meta laboral sino algo que “me ayuda a liberarme y es un ejercicio en el que puedo estar horas sin percibir el paso del tiempo”.

De acuerdo al cuento de la barranquillera, su conexión con Japón le viene desde la infancia: habría vivido en ese país de los 10 a los 13 años y ya luego, de adulta, regresó a hacer estudios de especialización en ilustración tras graduarse de diseñadora gráfica en la Universidad Autónoma del Caribe. Eso, más el hecho de que tiene una tía que también es ilustradora, y que gente conectada a este mundo se impresionó con la calidad de su estilo tan cercano a Ghibli y un conocido aquí y otro allá, le hicieron posible el acceso a ese Olimpo del anime.

Pero una mentira como esa en estos tiempos resulta muy frágil. Y si bien en Colombia se disparó un sentimiento de orgullo, no podían faltar los escépticos que empezaron a buscar evidencia de que una tal Geraldine Fernández estuviera al menos en los créditos de “El niño y la garza”.

No encontraron nada, por supuesto. Y hubo más y más sospechas: Geraldine Fernández no figuraba en ninguna base de datos relacionada con el cine o la animación. Era una total desconocida. Incluso surgió la acusación de que en su portafolio había obras plagiadas y Geraldine bloqueó y bloqueó a gente… Pero ya estaba desenmascarada.

Al profundizar con lupa, medios colombianos incluso encontraron que los certificados en japonés que presentó Geraldine como prueba de su participación en la película, en realidad lo que acreditaban era su paso por cursos de cerámica; que los estudios superiores que hizo en Japón sólo son a distancia y que si algo estudió en japonés fue cerámica… “La niña y la farsa”.

Por supuesto, en tuiter hubo memes, rabia y hasta la clásica crueldad que abunda en las redes. El martes 16, Fernández apenas reconoció en una entrevista en Blu Radio que “exageró” el nivel de su participación en la película.

Para entonces, ya había perdido su trabajo en Tecnoglass, la empresa para la que trabaja en Barranquilla. Su jefe allí, Christian Daes, que había celebrado el talento de su empleada, se disculpó en X: «A mí me llegaron con la historia de Geraldine y su éxito y yo me alegre por ella. Me mostraron una entrevista que ella había dado en un medio internacional. Lástima que todo fue producto de su imaginación. Pido disculpas por no haber investigado más a fondo antes de retuitear».

Finalmente, este jueves 18 de enero, a través de un comunicado Geraldine Fernández admitió que nunca participó en el equipo de «El niño y la garza», aunque al mismo tiempo hace el burdo intento de esquivar su responsabilidad en lo ocurrido.

En esa misma conversación con Blu Radio, Geraldine aseguró que ha pensado en el suicidio. Pero ya nadie le cree: y los memes no han parado. Y no apuntan sólo a Geraldine, los medios también llevan lo suyo.

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