Expertos concuerdan que deshielo EEUU-Cuba será positivo

En enero de 2015 abrirá una embajada en La Habana. Exactamente 54 años atrás, el embajador de Estados Unidos, Philip Bonsal, dejó -también en enero- la sede diplomática de su país en Cuba. Esto simbolizó la ruptura de las relaciones entre ambos países, distanciados por algo más que los 145 kilómetros de mar.

Si bien el presidente de Cuba, Raúl Castro, lamentó que en su llamada telefónica con el primer mandatario estadounidense, Barack Obama, no acordaran levantar el «bloqueo económico», el restablecimiento de las relaciones diplomáticas es un paso hacia el deshielo.

Obama calificó como «anacrónica» la política que llevaba su país con respecto a Cuba y prometió normalizar las relaciones. Aseguró que habrá debates en cuanto al levantamiento del embargo o «bloqueo económico». El presidente estadounidense nació el mismo año en el que se fracturó el nexo diplomático -1961.

«Estos 50 años demostraron que el aislamiento no funcionó».

El exministro de Industria, economista y militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Víctor Álvarez, comentó que estas medidas son acogidas por la comunidad internacional con los brazos abiertos: «Esta es una decisión bastante esperada. Todos los años los países se manifiestan en la ONU [Organización de las Naciones Unidas] en contra del bloqueo económico a Cuba».

Por otro lado, Álvarez insistió en que esta decisión es un ejemplo para América Latina de coexistencia. No obstante, espera que Estados Unidos no toque la política interna de la isla caribeña y que respete su soberanía.

El politólogo y dirigente chavista, Nícmer Evans, consideró este hito un triunfo de la diplomacia cubana y alabó la «capacidad de resistencia del pueblo cubano» durante 56 años.

Evans señaló que Obama se encuentra en una situación electoral difícil y que se debe reconocer que el presidente de EEUU tomó una postura muy «corajuda».

La opiniones de Evans y Álvarez sobre el impacto del deshielo para Venezuela son bastante distintas. Por un lado, el exministro de Industria estima que esto significa los mismo que para el resto del mundo, pero que quizás se «alivien las presiones» a Venezuela; por el otro, el dirigente chavista comparó las habilidades diplomáticas del gobierno venezolano con las del cubano:

«Es sorprendente el hecho de que hasta Cuba Mantiene relaciones con EEUU y Venezuela no puede resolver sus relaciones más allá de las profundas diferencias que podamos tener (…) ¿Cómo se entiende en este contexto, dos o tres días antes de un anuncio como este que el presidente Maduro haya lanzado una concentración ‘antiimperialista’ con el discurso que se manejó?».

Evans además estableció una relación directa entre el precio del petróleo y la influencia de Venezuela en el contexto internacional: «La potencia energética tratando de influir en el contexto internacional y regional no es la misma cuando el barril de petróleo está en 48, 49 dólares».

El Gobierno mantendrá en «observación» las relaciones con Estados Unidos por su «política injerencista» de sancionar a funcionarios públicos porque, comentó Evans, al que le corresponde castigar a sus empleados es al gobierno venezolano. Además predijo que Venezuela reconsiderará su concepto antiimperialista y emprenderá una revisión de su política exterior.

El dirigente de la Mesa de la Unidad Democrática, Pedro Benítez, se aproximó al tema desde un ángulo histórico y sentenció que los hermanos Castro se preparan para salir de la escena ideológica de extrema izquierda:

«Este es el fin formal del proyecto revolucionario de Fidel Castro».