Venezuela

Charlie, Charlie, ¿estás ahí?

El juego se ha vuelto viral en las redes sociales y hay una cantidad cada vez más creciente de chamos (y no tan chamos) “traumatizados” porque “se les apareció” el espíritu. 

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Foto: Telemundo

A quienes esperan que aparezca Charlie para preguntarle cuándo se va Maduro, los números que ganarán el lotto de Nueva York, si el novio les está montando cachos o que les diga las preguntas del próximo examen, les tengo una mala noticia: Charlie no está ahí, ni va a aparecer.

El juego se ha vuelto viral en las redes sociales y hay una cantidad cada vez más creciente de chamos (y no tan chamos) “traumatizados” porque “se les apareció” el espíritu. Muchos sacerdotes están alertando sobre los peligros de las “invocaciones demoníacas” y hasta exorcistas han sido convocados “para que tomen cartas en el asunto”.

Me sorprende que haya tanta gente dispuesta a creer tan fácilmente en cosas sobrenaturales. Las opiniones corren y los niños están asustados, asustadísimos, pero más por lo que oyen decir a los adultos que por los lápices que se les movieron. Les aseguro que si ponen dos barritas de hierro una encima de otra, no se mueven.

¿Es que los espíritus no tienen fuerza, que tienen que llamarlos con algo tan inestable como un lápiz o un bolígrafo encima de otro? Con Charlie o sin Charlie, ¡se van a mover! Por la mera acción de la fuerza de la gravedad, como los péndulos. Pero la Ciencia como que no ofrece respuestas que le gustan a la mayoría.

La cadena británica BBC publicó en su sitio web que “los lápices de mueven por la fuerza de gravedad y/o la posición tan inestable en la que se encuentran. Si uno pone los lápices en la posición que pide el juego, realice o no una pregunta estos pueden moverse debido a una simple variación en el ambiente”.

“Ya sea un mínimo temblor en la superficie o un movimiento más intenso en la corriente de aire, inclusive la respiración del jugador puede hacer que el lápiz gire hacia uno u otro lado”, añadió.

Los editores de la BBC aseguran que intentaron jugar y lápices ni se inmutaron y que “eso ocurre cuando los lápices no están alineados perfectamente o cuando la superficie de contacto (por ejemplo si el lápiz tiene una superficie facetada) es demasiado grande”.

Creer que la gente actúa bien o mal porque está poseída por un espíritu bueno o malo es eximirla de responsabilidades. Hay sicópatas, es cierto, pero no son sicópatas por un espíritu malo que se les metió adentro, sino por una patología cerebral. Y ésos no son responsables por sus actos. Ahora resulta que todos los problemas se los achacarán a “Charlie, Charlie” y sacerdotes inescrupulosos –que los hay- harán su agosto exorcizando gente sugestionada. De vuelta a la Inquisición.

De igual manera, decir que la gente buena es buena porque tiene “un espíritu bueno metido adentro” es quitarle mérito a quien optó por tomar el camino de la bondad con sus semejantes.

Pero aún hay más: para quienes siguen creyendo que “Charlie está ahí”, cumplo con informarles que el famoso jueguito fue puesto en marcha por creativos de la Warner Bros para promocionar la película “La Horca”, pues en el trailer aparece un grupo de jóvenes invocando al ahora más famoso de los espíritus ¿burlones?…

De manera que no le eche leña al fuego. Al menos aquí en Venezuela todos los problemas los han causado los vivos. Y el único muerto que sigue echando vaina ustedes saben quién es, pero no porque aparezca, sino por el uso que le dan sus seguidores.

Charlie no está ahí, ni va a estar. Mejor usen su tiempo en cosas más productivas. Pero eso sí, cuando salga la película vayan a verla para que se den cuenta de que lo más terrorífico que pueda aparecer en ella será una idiotez frente al terror real que vivimos en Venezuela… causado por los que están vivitos y coleando.

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