En una sesión dedicada a Venezuela por la Fundación FAES, próxima al conservador Partido Popular (PP) y presidida por el exgobernante, José María Aznar intervino junto a Mitzy Capriles, esposa del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, que señaló que su país «es víctima de los atropellos del odio y de escandalosos índices de corrupción, violencia y muerte», según un comunicado remitido por FAES.
El expresidente del Ejecutivo español (1996-2004) alertó de que «cuando el populismo llega, llega para quedarse, vaciar las instituciones y perpetuarse en el poder».
«Es tan de sentido común y tan de cajón que es exactamente lo contrario de lo que se está haciendo en España», dijo Aznar, quien advirtió de que el populismo «no es una alternativa democrática» y subrayó que hay que evitar pactar con quienes llegan «para quedarse, para no respetar las reglas y cambiarlas».
Por su parte, Capriles, cuyo esposo, opositor al Gobierno de Nicolás Maduro, se encuentra bajo arresto domiciliario, denunció «la crisis humanitaria», la «crisis política, en la que se reprime a los dirigentes más calificados», la «profunda crisis económica» y la «institucional».
Destacó «la crisis social, en la que los pobres son cada vez más pobres y la clase media, que ya se ha convertido en media clase hace mucho tiempo».
Durante la jornada fue proyectado un mensaje de Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, también líder opositor a Maduro, encarcelado desde febrero de 2014, que fue grabado el 1 de julio tras la reunión que mantuvo con Aznar.
Bajo el nombre de «Democracia, populismo, dictadura», el debate también contó con la presencia del editor y director del diario El Nacional de Caracas, Miguel Henrique Otero, y el director del periódico español ABC, Bieito Rubido.
Henrique Otero habló sobre el populismo y dijo que «es producto de la crisis de representación, de las demandas insatisfechas, del resentimiento político, de los sentimientos de marginación».
El periodista agregó que «no es un fenómeno reducido a Venezuela, sino que está en expansión».
En cuanto a la libertad de expresión en Venezuela, indicó que «el 40 por ciento de la población solo tiene acceso a medios oficiales» y se preguntó «cómo puede haber una elección imparcial» en estas condiciones.