El Jefe del Estado acusó a la petrolera Exxon Mobil de iniciar una campaña para «promover el odio» entre Venezueela y Guyana, para «Aplicar una operación tenaza contra la Venezuela bolivariana y así buscar conflictos de alta intensidad».
Según Maduro, «Venezuela debe seguir intentando la reclamación justa del Esequibo por la vía del Derecho Internacional» y llamó a los venezolanos «a la unión nacional y a mantener la paz». Descartó el uso de la fuerza contra Guyana pues, a su juicio, «no podemos aceptar que se nos califique de pueblo agresor, de pueblo pro-imperialista, por nadie en este mundo (…) Venezuela no ha amenazado y nunca lo hará, con el uso de la fuerza».
El primer mandatario llamó a consultas a la embajadora de Venezuela en Guyana, redujo al mínimo el tamaño de su representación diplomática y ordenó «evaluar exhaustivamente las relaciones» con el país vecino.
Aseguró que las declaraciones del presidente de Guyana, David Granger, son «vomitivas, y altamente ofensivas (…) Se ha montado toda una operación de provocación. Detrás de esta operación está Exxon Mobil y el lobby armamentista de los Estados Unidos». Informó que ha privilegiado los métodos diplomáticos para conversar con el gobierno de Georgetown para desactivar «las situaciones de conflicto que se han activado contra nuestro país desde el extranjero».
Maduro también anunció que pedirá al Secretario General de las Naciones Unidas, Ban ki Moon, a convocar un encuentro con Guyana en el marco del mecanismo de Buen Oficiante, que acordaron ambas naciones ante el organismo internacional.
«He decidido convocar una comisión de Alto Nivel del Estado venezolano que de manera inemdiata se despligue diplomáticamente y solcite a la presidencia pro tempore de la Celac, convocque a una reunión de diálogo entre Guyana y Venezuela», añadió
El presidente reveló que mandó a la capital guyanesa a un enviado presidencial para dirimir el conflicto. «Hay una campaña para que el pueblo de Guyana no reconozca la nobleza y la espiritualidad del pueblo de Venezuela», dijo ante la Asamblea Nacional.
«El tratado de París para Venezuela es nulo, es írrito para el gobierno venezolano», expresó Maduro. El Laudo atribuía al Reino Unido el control de 195.000 kilómetros cuadrados de la Guyana Esequiba y fue denunciado ante Naciones Unidas en 1962 tras encontrarse vicios que comprometían el fallo.
Al dirigirse a la bancada opositora, Maduro aseguró que vino a la Asamblea «también a pedir su apoyo, su ayuda (…) más allá de la tendencia política y los colores. Dejemos de lado el tema electoral», inquirió a la fracción parlamentaria de la MUD.