Torrealba: el Diosdado Madurismo lo que está es pasando aceite

“Hay una maquinaria que no está aceitada sino pasando aceite”, dijo Torrealba en un juego de palabras acerca de una jornada que fue calificada por el chavismo como una oportunidad de aceitar la maquinaria oficial para las cruciales elecciones del 6 de diciembre.

“Era un simulacro concebido al servicio del PSUV (el oficialista partido Socialista Unido de Venezuela) no del elector”, dijo en una entrevista en el programa de César Miguel Rondón, por el circuito Unión Radio.

Afirmó que se trató de una oportunidad para que el PSUV probara su “práctica corrupta” entre Pdvsa (Petróleos de Venezuela), las empresas del estado y el propio Psuv. “Ese era el simulacro real”, dijo al deplorar el uso de recursos del Estado al servicio del oficialismo.

“Lo que terminó ocurriendo fue una demostración inmensa de debilidad, porque no hubo afluencia de gente”, dio para afirmar que además de pocos votantes tampoco se hicieron presentes los «movilizadores» del partido. “Había un personal de la nómina pública colocada a cubrir el vacío que dejaron los que eran activistas reales del PSUV”, dijo Torrealba.

Fue “una demostración de debilidad cuantitativa y también de debilidad cualitativa: el activo de base del Psuv no está con el Diosdado Madurismo, lo que está es está haciendo cola. Nadie le está buscando votos a los candidatos de Maduro”. “Si con eso estaban contando esos señores para confrontar con nosotros, están perdidos”, agregó.

“Esto es un simulacro del Psuv. Estuvimos en los 55 centros donde se iba a probar la maquinaria, pero en esa orgía corrupta de poner a probar 55 centros de votación no estuvimos”, insistió.

Sobre el anuncio de “Tibisay Maduro” (sobre la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena) de que el anuncio de resultados se va a producir tres horas después del cierre de las meses, dijo que la pregunta es cuándo será el cierre de las mesas. Insistió en que son “leyendas urbanas” las consejas de que es posible alterar los procesos de votación a favor del oficialismo mediante medios electrónicos y cables de comunicación, escamotar votos e invertir preferencias del elector.

La “trampa” dijo en todo caso es física, y puede ocurrir en “una o dos mesas” de algunos centros aislados y en las zonas más pobres urbanas y rurales donde no haya testigos de la oposición. Consiste en usurpar los votos de quienes no fueron a votar, para sumarlos al oficialismo, dijo.

El «tamaño de esa trampa», dijo, es de unos 200.000 votos, muy por debajo de la ventaja de un millón y medio de votos que a su juicio tiene la oposición sobre el oficialismo. “Tenemos que prepararnos con mucha seguridad, firmeza y serenidad para construir una victoria sólida”, afirmó Torrealba.