Venezuela

MUD definirá este lunes la ruta que tomará la AN en los próximos meses

Los opositores al presidente venezolano, Nicolás Maduro, definirán antes de julio en el seno de la unicameral Asamblea Nacional (AN), que controlarán desde enero, cómo sacarlo del Gobierno antes del fin de su mandato en 2019.

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De igual manera, el diputado reelecto por Primero Justicia, Julio Borges, informó que el encuentro de este lunes de todos los factores que conforman la coalición opositora definirá cuatro leyes que impulsará la bancada mayoritaria al inicio de la legislatura.

“Uno de los problemas más graves que hay es que estos beneficiarios no son dueños de las propiedades sino son simplemente unos ocupantes; nosotros hemos hecho un borrador de la ley donde se cruzará todo lo que es la base de datos de Gobierno Nacional con los beneficiaros de la Misión Vivienda y comenzar a producir el otorgamiento de un título de la propiedad pleno que pueda ser registrado y que esas familias puedan tener destino de esa vivienda, democratizaremos la propiedad“, explicó el diputado a Unión Radio.

La ruta para sacar a Nicolás Maduro del poder también está en la agenda de la oposición. Henry Ramos Allup, anunció que esa posibilidad deberá ser honrada por los miembros de la MUD que ya han discuto el tema en anteriores ocasiones.

El compromiso, añadió en un artículo dominical en el diario Nuevo País, es «procurar dentro del lapso de seis meses subsiguientes a la toma de posesión de la nueva AN una solución constitucional, democrática, pacífica y electoral para el cambio del Gobierno».

El diputado electo y candidato a presidir la AN desde el próximo 5 de enero, cuando tomarán posesión los 167 diputados elegidos el 6 de diciembre último, 112 opositores y 55 afines a Maduro, descartó que haya líderes opositores que no apoyen la búsqueda de vías constitucionales para acortar el fin del mandato presidencial.

Ramos Allup remarcó en ese sentido que salía al paso «a comentarios insidiosos» que proyectan la imagen de que la MUD anida «grupos antagónicos» y, «algo peor», donde «unos están por salir lo más pronto posible del actual Gobierno» y otros «se esfuerzan para que permanezca hasta el último día del período constitucional».

Confirmó así lo dicho el pasado 20 de diciembre por el apresado líder opositor Leopoldo López al Grupo de Diarios América (GDA) desde la cárcel militar próxima a Caracas, donde está recluido desde febrero de 2014 por delitos de violencia que el Gobierno y la Justicia le achacan.

«¿Cómo le decimos a los venezolanos que viven angustiados en las calles con el temor de perder su vidas que debemos esperar hasta el año 2019 para cambiar este sistema?», se preguntó López y reveló que ya en julio pasado los opositores acordaron dar «una discusión profunda sobre cuál mecanismo activar para lograr el cambio político».

«El primer paso que debemos dar es consolidar el compromiso del liderazgo opositor en cuanto a que Maduro debe salir antes de 2019 y que para lograrlo existen mecanismos constitucionales que podrán ser aplicados de acuerdo con las circunstancias», sostuvo.

Las opciones son, recordó López, el referendo revocatorio del mandato presidencial -puede activarse cuando Maduro cumpla en julio la mitad de su gestión-, la enmienda constitucional, la renuncia del gobernante o la instalación de una Asamblea Constituyente.

López insistió en que el triunfo electoral opositor de este mes expresó el deseo de cambio de los venezolanos y que ahora «le tocará al liderazgo (opositor) definir una ruta pacífica, constitucional y oportuna para lograrlo».

«Hay que salir por la vía constitucional de este desastre lo más pronto posible», repitió, ante lo cual el dos veces candidato presidencial de la MUD, Henrique Capriles, ha pedido mesura.

Este ha pedido a las fuerzas políticas antigubernamentales no apostar a reconstruir al país tras una «explosión social».

Asimismo en un artículo dominical de prensa, Capriles dijo hoy que «se requiere mucha madurez política para afrontar lo que nos viene», porque «Venezuela está en la encrucijada: racionalidad y madurez política o irracionalidad y confrontación».

«El país -alertó Capriles- no está en condiciones de mantener y profundizar una confrontación política» y «urge que se abran canales de diálogo».

Venezuela «pende de un delgado hilo, que si se sigue tensando se va a romper (…). Es momento de trabajar hombro con hombro, dejando de lado las posiciones partidistas», aunque «no se trata de ceder la militancia partidista que tenga cada quien», remató.

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