La ministra para Servicios Penitenciarios, Iris Varela, declaró sobre la situación de rehenes que se presentó el pasado viernes 18 de marzo en el Centro Penitenciario David Viloria (Uribana) -en el estado Lara- . El motín culminó con un saldo de cuatro reos y un custodio asesinado además de 57 heridos. La ministra aseguró que aunque se perdieron vidas "el régimen no se pierde".
Varela declaró esta mañana en el canal Venezolana de Televisión que el motín está completamente controlado y la situación ya se ha normalizado. Las 14 personas que los presos mantenían como rehenes ya fueron liberadas y trasladadas a los centros de salud más cercanos.
«Estamos en plena labores de requisas para poder mantener el control de los recintos penitenciarios»,dijo
La ministra aseguró que el sacrificio que le habría costado a la revolución poner «orden en este desastre del sistema penitenciario» no se «hecharía para atrás». Y aunque las vidas que se perdieron no «irrecuperables», Varela sostuvo que el régimen se mantiene.
«El pueblo del estado Lara sufrió mucho con la antigua cárcel de Uribana, y muchas de las personas nos pedían que no fuéramos a ceder. Por estas acciones no se pierde el régimen, lamentablemente se pierden vidas que son irrecuperables pero el régimen no se pierde. Regresar a esos esquemas de los modelos de la Cuarta República no va a ser posible».
También expresó que en el sistema penitenciario se vendría haciendo un trabajo «muy profesional muy técnico muy humanista» para poder controlar a este grupo de personas. «Nosotros estamos aquí para brindar una atención y tratar de rescatar a esas personas que caen en el mundo del delito» finalizó.
El intento de motín en la sede de la PNB de Boleíta se generó luego de que se suspendieran las visitas por el escape de 7 reclusos, considerados altamente peligrosos, la madrugada del domingo. Familiares de otros privados de libertad indicaron que hubo detonaciones
La ONG Una Ventana a la Libertad (UVL) detalló que los supervisores José Escalona y Rafael Mena resultaron heridos y fueron "atendidos por funcionarios de Protección Civil y trasladados al hospital Dr. Miguel Oraá de Guanare"
Según la ONG Una Ventana a la Libertad, la rebelión comenzó de madrugada en los calabozos de la Coordinación Policial número 3, para reclamar el "cumplimiento de beneficios procesales" y "por la proliferación de enfermedades infecciosas como la tuberculosis, las cuales no son tratadas ni atendidas por personal de salud"
