Venezuela

Lo que nos contó Gastón

Gastón es argentino, debe estar en sus tempranos treinta y trabaja como recepcionista en Buenos Aires. Nos sorprendió su educación y sobre todo, su inteligencia para analizar la situación de su país y de toda América Latina.

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Argentina

“¿Cómo están las cosas en Venezuela?”, nos preguntó. Nada nuevo bajo el sol, pues fue la pregunta más repetida durante nuestro viaje por el sur de América del Sur. Y comenzó a contarnos cómo se instaló la “franquicia” del “populismo transformista” en su país. Nos gustó el término “populismo transformista”. “Se transforman en lo que sea para ganar adeptos”, nos dijo. Y recordé aquel viaje, de los primeros que hizo Chávez, donde en Washington se declaró jeffersonista y al llegar a la China –en el mismo periplo- se declaró maoísta. Está clarísimo que alguien que es jeffersonista no puede ser maoísta, pero pedirle al pueblo ignorante que sepa sobre los pensamientos de Jefferson y Mao es misión imposible.

La “franquicia” de los Kirchner comenzó por dividir al pueblo entre los buenos y los malos. Los argentinos y los vendepatria. Los explotados y los explotadores. Los que no tienen y los que tienen porque les quitaron a los que no tienen. Luego, empezaron las promesas: el país rico proveería de todo a sus hijos, sin que tuvieran que trabajar. Sólo tenían que inscribirse en misiones.

Una de las más populares, la Misión Vivienda, tiene hoy a su ex ministra, la piquetera Milagro Sala, presa por corrupción. Ella y varios cooperativistas –cooperadores, mejor dicho- cobraban mensualmente pingües cheques destinados a construir viviendas, fondos que nunca llegaron a sus beneficiarios. Pero ésa es solo la punta del iceberg.

El gobierno de Mauricio Macri está investigando a fondo las asociaciones ilícitas, la defraudación al Estado y las extorsiones llevadas a cabo por miembros de la administración Kirchner, en donde aparentemente está en salsa hasta la misma Cristina Fernández.

El periodista Jorge Lanata ha hecho denuncias graves y serias de los actos de corrupción del gobierno de los K, con documentación que incluye videos de lavado de dinero en el edificio Madero Center de Puerto Madero, apodado “La Rosadita”, donde viven el ex vicepresidente Amado Boudou, el banquero Jorge Brito, el empresario del juego y los medios Cristóbal López y donde Cristina Fernández de Kirchner es dueña de dos propiedades. Nos contó que entre otros bienes (que se sepa) que no corresponden a su declaración jurada, está un hotel en el sur donde a pesar de que iban “cuatro gatos” mostraba ocupación total todo el año. “Una manera fácil de lavar el dinero”, concluyó Gastón.

Otra de las “movidas” del gobierno K fue comprar medios de comunicación donde 24 horas al día transmitían propaganda del gobierno y programas proselitistas y adoctrinadores. Pero no sólo se adueñaron de los medios televisivos. La radio y los medios impresos también fueron presas de los Kirchner en su afán de dominarlo todo.

Los militares no kirchneristas también sufrieron lo suyo: mientras la mayoría esgrimían viejos FAL, la milicia K poseía los armamentos de última generación.

“Nos salvamos por un pelito”, terminó con un suspiro Gastón. “Macri lleva sólo cien días en el poder y es imposible que en tan poco tiempo pueda arreglar los desastres de estos últimos doce años”, algo que nos repitieron vendedores, taxistas, mesoneros y otras personas con las que hablamos. Me pregunto si los venezolanos estaremos tan conscientes de lo que tomará reconstruir nuestra catástrofe. Esa noche vimos a Macri en una entrevista donde dijo que la inflación estaba causada por “imprimir billetes sin sustento” y que si dentro de un año en Argentina había todavía inflación, la culpa sería suya”. Nada de culpa del imperio, ni de la guerra económica.

“Ojalá ustedes se salven también”, nos deseó Gastón, con cierto dejo de lástima. “Increíble que los tres países más ricos de América Latina hayan caído en esto. Pareciera que los brasileros están saliendo… faltan ustedes”…

Sí, faltamos nosotros. Los adalides en lanzarnos atolondradamente detrás de cualquier novedad. Los expertos en firmar cheques en blanco. No sólo es que salgamos del desastre, sino que hayamos aprendido la lección… Pero de esto último aún abrigo serias dudas.

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