Venezuela

“Siempre quise ser el Zorro, pero me disfrazaban de la Mujer Maravilla”

El recuerdo más claro que conserva Breck Soto sobre lo que llama su identidad real, se remonta a los cinco años de edad cuando “estaba en el baño orinando de pie, mi padre entró y me dijo: ‘las niñas no orinan así, ¡siéntate!’. Me asusté mucho y me senté, pero una voz interior me decía: “no soy niña, soy niño y los niños orinan de pie”.

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TEXTO POR: ROSALINDA HERNÁNDEZ C

Breck Soto, quién hoy muestra una actitud de hombre seguro, decidido, feliz del ser humano que ve frente al espejo y sobre todo satisfecho del camino que ha recorrido, entre risas se dice a sí mismo: “¡pana lo lograste!”.

Asegura que no fue fácil asumir las riendas de su vida, aceptarse y buscar en medio de la desinformación, los tabú y las etiquetas sociales, la vía correcta que lo llevaría a alcanzar su plenitud.

Breck nació en el seno de una familia tradicional caraqueña, es el segundo varón de tres hermanos y su infancia transcurrió como la de cualquier niño o niña de su época.

A sus 39 años, Breck comenta con gracia algunas anécdotas que en su momento no lo hicieron sentir para nada bien, además que alimentaban su interior con más confusiones e incertidumbres.

“Escribí desde los 7 a los 10 años cualquier cantidad de cartas al niño Jesús que jamás mostré. Las ponía en el árbol de navidad y cuando todos se dormían, esperaba por él pero como veía que no se las llevaba, yo las rompía”, comenta.

Breck relata que muchas de esas cartas decían:“Niño Jesús conviérteme en varón y que toda mi familia se le olvide que tuvieron una niña. Jamás, por aquella época, desperté siendo un varón. Luego comprendí que el Niño Jesús eran mis padres y seria bien difícil ese regalo.

Breck explica que, cuando era Brenda, era difícil ser un niño en un cuerpo de una niña: “No era fácil, sobre todo cuando me disfrazaban de la mujer maravilla y siempre quise ser el zorro”.

Su estadía en el colegio estuvo llena de miedo y confusión, aunque por ser un infante, asegura que divertirse era fundamental: “Siempre estuve con el grupo de varones. Amaba las metras, el trompo, el papagayo, la perinola, los carritos, trepar árboles. Mi adrenalina siempre estaba a millón”.

Lo más negativo de esta etapa era ir a las clases de natación y usar traje de baño de niña cuando no se sentía que era una: “Tenía que ver clases de natación, pero no quería ir para no usar traje de baño, odiaba esos vestidos”.

Cuando llegó la etapa del desarrollo, los cambios hormonales, cuenta vía correo electrónico: “Te lo voy a decir con errores ortográficos para que entiendas qué tan malo fue… ¡ORRIVLE, ORRIVLE, ORRIVLE!”. Breck cuenta que se ponía muy irritable y que “gracias a Dios” sus senos no se desarrollaron voluptuosamente.

“Las mamas gracias a Dios nunca se desarrollaron mucho, así que las pude disimular sin problemas y llegué a aprender a vivir con esas cosas”.

Ante la actitud de Breck, su familia guardó silencio: “La familia en general sabía que yo era diferente pero no tocaban el tema”, explica. Sus padres le preguntaban “¿Por qué no eres más femenina?”, “Brenda no necesitas maquillarte, pero usa ropa de mujer”.

En la actualidad confiesa que no se sentía con “guáramo” para decirle a su familia: “Soy un hombre”. “Los quería hacer felices aunque yo no lo fuera. Yo tampoco a esa edad sabía en realidad lo que me estaba sucediendo”.

¿Crees que tus padres no te prestaron la debida atención?

-Ummm… la que necesita un niño normal si, pero la de un niño diferente no.

¿Crees que si hubieras tenido la atención adecuada desde temprana edad tu vida hubiera sido diferente?

-Totalmente. Si mi familia me hubiese tomado de la mano desde el primer momento la historia seria otra. Hoy no los juzgo para nada, ya  veo la vida de otra manera. Todo fue producto de la desinformación y el poco conocimiento,  eso los llevaba a negar una realidad.

Vine a la tierra a cumplir una misión y de la manera en que he ido caminando es como debió ser. Mis niveles de tolerancia han ido en aumento.

¿Cuándo te enrumbas al encuentro con Breck Soto?

En el año 97, cuando cumplí los 18 años. Lo primero que decidí fue no tener más novios para complacer a todo el mundo, incluyendo a mi familia.

¿Cuantos novios tuviste?

-¡Dios! Varios… siento que ellos siempre me amaron. Fui la novia perfecta, es decir no los molestaba, ni les exigía nada, no reclamaba. Nunca fuimos  más allá de tomarnos las  manos. Lamento haberlos utilizado para que el mundo no me jodiera.

¿Y besitos?

-Lo confieso… si hubo besos. Experiencia fatal… Besar a otro hombre no era nada agradable.

¿Qué sentías?

-Sentía que estaba haciendo algo no obligado, pero si en contra de mi voluntad…Llegué a cuestionarme y a preguntarme ¿porqué no puedes ser como tus amigas que le gustan los hombres?

¿Es fácil asumir ser transexual y someterse al tratamiento adecuado en Venezuela?

-No es fácil ser transexual en Venezuela. Yo busqué, indagué, luché y creí en mí. Al principio solo tuve el apoyo de mi hermano menor y luego el de una mujer que amo con toda mi alma.

¿Cuándo te enteras medicamente que eres transexual?

-Medicamente, cuando llegué a la “torre mágica”, la torre Bianco, gracias a la sugerencia de la psicóloga del colegio del chamo de mi novia. Ahí un grupo de profesionales calificados me llevaron de la mano y  luego de exámenes, pruebas, recibí el diagnóstico.

¿Cumpliste todas las etapas de la reasignación?

-No, aún me falta realizar la histerectomía y la extirpación de los senos. No estoy interesado en ponerme un pene.

¿Cómo ves la sociedad venezolana en relación al tema de la transexualidad?

-En función a hace 30 años hemos crecido,  poco pero hemos crecido.

En mi caso no me he sentido excluido. En el caso de los transexuales hombres tenemos la fortuna de encajar rápidamente en la sociedad, puesto que nuestros cambios físicos son bastante rápidos y notorios.

Las transexuales mujeres bajan en la escala social simplemente porque la sociedad es machista. Sus cambios no son tan rápidos y notorios como los nuestros. Y en mi opinión personal, para ellas no es tan fácil.

¿Cómo crees que la sociedad debería tratar este tema?

-¡Dios!  Una pregunta difícil cuando tu país todo es prioridad. Considero que el tema debe ser abordado con educación sexual en todos los ámbitos, en casa, en la escuela, a los profesionales se les debe preparar en el tema de la diversidad sexual, de la transexualidad.

El gobierno tiene todas las herramientas para darnos la posibilidad de llevar un tratamiento de manera gratuita. Debe existir más niños Jesús como los médicos de la torre Bianco, ellos cumplieron mis sueños de niño, sumado a gente como Tamara Adrian y muchos otros. La magia de ellos me dejo ver en el espejo, ese hombre que siempre quise ver.

Controversia

Mientras el mundo avanza en materia de derechos sexuales, igualdad y protección para los grupos denominados LGTBI, en Venezuela los espacios para tocar la temática aún son estrechos y un gran desconocimiento y desinformación se apodera de quienes ignoran la realidad del que siente y padece al ser en algunos casos excluido.¿Cuántos venezolanos saben qué es la transexualidad?

El médico especialista en Sexología Clínica, Edison Pazmiño, define la transexualidad como una variante fisiológica del sexo y su expresión; en la cual una persona nace con un determinado sexo pero se siente o identifica como del sexo opuesto.

El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (en inglés Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, define la transexualidad como una disforia de género.

Mientras que la Asociación Mundial de Sexología Medica,  en el año 2009, despatologizó la transexualidad y la excluye de la clasificación del manual de diagnóstico de sexología por considerar que forma parte de la diversidad sexual.

“A partir del año 2.009, la Asociación Mundial de Sexología Médica, establece que la transexualidad no es una patología y algunos médicos sexólogos acogemos esa postura. Además que esta posición se consolida cuando se evalúan los pacientes transexuales y no encontramos ningún tipo de enfermedad en ellos”, detalla el sexólogo clínico.

Diagnosticando la transexualidad

Para diagnosticar a un transexual se precisa realizar una serie de evaluaciones, empezando por los exámenes genéticos o estudio de cromosomas y cariotipo, explica el médico sexólogo.

Posterior a esa prueba, el paciente se somete a un estudio hormonal que conduce a determinar la producción de glándulas sexuales. En el caso de los transexuales mujeres que tienen testículos, se evalúa la producción de testosterona y la cantidad de estrógeno presentes. Se espera encontrar mayor cantidad de testosterona que estrógeno.

De igual modo, cuando se trata de un transexual hombre que posee ovarios, se examina la cantidad de estrógenos, los cuales estarán en mayor concentración que la testosterona, comenta Pazmiño.

Los estudios de imagen, resonancia magnética o tomografía, y la valoración de la actividad cerebral también son parte importante de la evaluación al paciente y se aplican para descartar la existencia de alguna tumoración a nivel cerebral, teniendo en cuenta que puede presentarse y la transexualidad sea la manifestación de la enfermedad.

Descartando ambigüedades

De acuerdo al especialista por medio de ecos abdominales o estudios de imagen a nivel genital, se busca encontrar en un transexual masculino, ovarios, útero, trompas de Falopio; es decir, la constitución normal de los órganos genitales de una mujer.

Agrega que en el caso del transexual femenino, se hace la verificación de próstata, vías espermáticas y testículos.

Con esta evaluación se descarta la existencia de ambos sexos en una persona, situaciones que se han presentado en el caso de los pacientes con desórdenes del desarrollo del sexo (DDS) que pueden tener ovarios y testículos simultáneamente o un útero y además puede desarrollar un pene, comenta el sexólogo.

Por otra parte los exámenes de tipo psiquiátrico y psicológico son determinantes, con ellos se constata que la transexualidad no es síntoma de una enfermedad psiquiátrica de base, dice Pazmiño.

Para diagnosticar a un paciente transexual se debe cumplir con el anterior protocolo y al no encontrarse ninguna anomalía después de la respectiva valoración médico-sexológica,  se confirma o no la variante sexual.

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