A las 6:22 am una cola atravesaba San Antonio del Táchira por la mitad. Las ocho cuadras de la avenida principal del pueblo estaban repletas de personas que vinieron de todo el país para comprar alimentos, medicinas y hasta para quedarse en Colombia y no volver.
Cualquiera que se encontrase en otra calle o carrera del pueblo no tenía cómo saber que la avenida principal estaba rebosante de viajeros con maletas vacías. La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) custodiaba la fila. No se escuchaba ni un bostezo.
Se escudaban en el silencio como para no romper la calma y como para no provocar a los efectivos. Cualquier reclamo o queja podía ser malinterpretado como un protesta que ponía en riesgo el cruce hacia el país hermano.
Una marea de gente llenaba el puente que conecta a los países. La emoción de los que esperaban era palpable. A varios metros de donde se encontraban los funcionarios de migración de Colombia ya todos sacaban la cédula y la estrujaban como para no perderla.
A las 8:30 am, los voluntarios de la gobernación de Cúcuta fotografiaban las cédulas de los venezolanos que entraban con tabletas y saludaban con un «Bienvenido, hermano» a todo el que cruzaba la frontera. Ya a las 9 dejaron de pedir cédula y liberaron el paso.
Se trata de la decisión más radical del país sudamericano tras las múltiples críticas de Petro a la respuesta del ejército de Israel en la Franja de Gaza como consecuencia de los ataques del grupo terrorista Hamás
La cifra que maneja la OIM corresponde al año 2022, pero estima que para 2023 - estudio que aún no se ha hecho - el número llegue a 800 millones de dólares de ingresos fiscales generados por migrantes venezolanos regularizados
La policía colombiana señaló que el ‘Tren de Aragua’, sería el responsable de los homicidios cometidos el fin de semana pasado en la localidad de Kennedy, donde fueron encontrados cuatro cuerpos sin vida
