Venezuela

¿Qué ha hecho Erdogan para ser la envidia de Maduro?

Este jueves 12 de octubre, el presidente Nicolás Maduro volvió a mencionar el golpe de Estado de Turquía de julio pasado en contra del presidente Recep Tayyip Erdogan. En la manifestación convocada por el oficialismo por el Día de la Raza, llamado por el chavismo como "Día de la Resistencia Indígena", volvió a decir que el turco se quedará como "un niño de pecho" si se quiebra el orden constitucional en el país.

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FOTOGRAFÍA: MRE

Minado por una crisis económica que ubica su popularidad por debajo del 23%, el gobernante advirtió que podría librar acciones que podrían dejar como «un niño de pecho» al presidente turco Recep Tayyip Erdogan, si se quiebra el orden institucional en Venezuela.

Bajo el pretexto de cuidar los valores democráticos, Erdogan desató una ola represiva contra instituciones, empresas, medios y miles de personas acusadas de participar en la cofradía del predicador islamista Fethullah Gülen, acusado de liderar el fallido golpe de Estado del pasado 15 de julio. Pero, ¿qué hizo el presidente turco para ser la envidia de Maduro? Veamos:

-Abusos y torturas: Desde el fallido golpe de Estado, Erdogan libró masivas detenciones contra funcionarios, militares, policías y civiles implicados en la conspiración. Algunos de los detenidos están sufriendo «golpes y torturas, incluidas violaciones, en centros oficiales y no oficiales en todo el país», aseguró Amnistía Internacional. Se estima que 26.000 personas fueron detenidas. Ante el hacinamiento carcelario, el gobierno de Ankara anunció posteriormente la liberación de 8.000 personas.

-Purga en las Fuerzas Armadas y la policía: El gobierno de Erdogan emprendió una purga en todos los estratos de las Fuerzas Armadas. Más de 6.000 soldados y 2.692 agentes, en su mayoría policías, fueron despedidos luego de los acontecimientos del 15 de julio. El régimen también detuvo a 103 generales y almirantes de las Fuerzas Armadas turcas bajo la acusación de haber estado involucrado en la intentona militar. La cifra supone casi un tercio de los 356 generales y almirantes, asegura el diario El País de España.

-Persecución a empresas: La purga contra los simpatizantes del predicador turco Fethullah Gülen también golpeó a grandes conglomerados del país y a la poderosa confederación patronal en Estambul. La policía financiera detuvo a 60 empresarios y confiscó sus bienes al ser acusados de participar en una «red terrorista» que supuestamente financió a la intentona golpista. La fiscalía emitió 187 órdenes de detención en el marco de una operación dirigida contra el jefe de la confederación patronal Tüskon y conocidos empresarios.

-Cacería de brujas: Tras la intentona, el gobierno activó el 21 de julio un estado de emergencia de tres meses que ha servido para cerrar 2.300 instituciones y universidades acusadas de estar implicadas en la asonada. Organizaciones de derechos humanos denuncian que Erdogan libró una auténtica «cacería de brujas» en la administración pública y empresas privadas que costó el trabajo a unas 75.000 personas, que han sufrido despidos o suspensiones. Entre ellos, destaca la remoción de más de 1.700 decanos de diversas universidades. Un Boletín Oficial publicado el 23 de julio ordenó la clausura de 35 hospitales privados, 1.043 colegios privados y hogares de estudiantes, 1.229 fundaciones, 19 sindicatos y 15 universidades privadas.

-Detenciones masivas a periodistas: Erdogan libró una «rápida y brutal» represión tras la intentona, denunció la organización Amnistía Internacional (AI), que ha cuestionado la persecución a periodistas y el cierre de 28 medios críticos al gobierno. Unos 6 periodistas se encuentran encarcelados, mientras 42 enfrentan órdenes de aprehensión por su presunta de pertenecer “a la rama de medios de comunicación” de Fethullah Gülen. Reporteros, presentadores de televisión, columnistas o escritores se encuentran en el grupo. Once de los 42 periodistas están fuera de Turquía, señala la cadena CNN turca. «Al detener a periodistas, el Gobierno fracasa al distinguir entre actos criminales y crítica legítima», denunció AI.

-Roces con EEUU: El gobierno de Ankara ha insistido a Washington la extradición de Gülen y reprocha a Estados Unidos por no responder rápidamente a su solicitud. Autoexiliado en Estados Unidos desde 1999, el teólogo y empresario se convirtió en el enemigo número uno de Endorgan tras denunciar varios casos de corrupción a través de los medios que manejaba en Turquía. Gülen y Erdogan eran aliados hasta 2013 cuando estalló una lucha de poderes entre ambos bandos por el control del país. La fiscalía ha reclamado 1.900 años de cárcel para el predicador por su presunta responsabilidad en el alzamiento.

-Aumento de la popularidad: Erdogan se ha mostrado ante los medios como una víctima de los golpistas atentaron contra la democracia turca. Su popularidad se ha disparado en el mes de julio. Según una encuesta de Metropoll, el índice de aprobación del jefe de Estado alcanza el 68%, un alza de casi 20 puntos desde el último sondeo. «(Erdogan) ha empezado a hacer referencias a Mustafá Ataturk (fundador de Turquía) como no lo había hecho hasta ahora, pues se ha dado cuenta de que necesita la legitimidad que le otorgaría adoptar los valores republicanos», apuntó el analista Aykan Erdemir.

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