“Este reconocimiento supone que el Gobierno contribuye al pleno restablecimiento de las competencia de la Asamblea Nacional, limitada por varios fallos del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)», mientras que insistió en que la oposición debe respetar que el presidente Nicolás Maduro debe terminar su periodo presidencial.
Asimismo, indicó que es necesario que la oposición y el Gobierno acuerden “una agenda electoral, una hoja de ruta legislativa para temas sociales y económicos y un mecanismo de seguimiento para verificar el cumplimiento de los acuerdos que resulten en una nueva fase”.
A pesar de las diferencias políticas que evidenció en Venezuela, Ernesto Samper manifestó sentirse optimista con el diálogo, ya que en otros países como Colombia, «fueron un punto de llegada después de medio siglo de violencia, por fortuna en Venezuela el diálogo y la paz pueden ser un punto de partida para que no comience la violencia”.
Por otra parte, Samper presentó su informe de rendición de cuentas tras dos años y medio de labor al frente de la secretaría general de la Unasur, con sede en Quito, y reclamó cohesión regional ante algunas de esas decisiones, entre las que mencionó el que denominó muro «de la ignominia» que proyecta construir el gobernante norteamericano en la frontera con México.
También mencionó los previsibles, según él, «éxodos masivos de latinoamericanos», la imposición de barreras a los productos de la región suramericana y los tributos a las inversiones estadounidenses en esa zona del continente, medidas que consideró «nubarrones en el horizonte».
El que fuera presidente de Colombia entre 1994 y 1998, y cuyo sucesor en la secretaría general del organismo todavía no ha sido designado, ofreció su informe antes de presidir una reunión extraordinaria de cancilleres del bloque, donde abogó por lo que llamó «volver a lo nuestro».
«No sigamos buscando la salvación fuera de la región», dijo al referirse a la venta de productos a países como China o regiones como la Unión Europea.
Consideró que Suramérica tiene «grandes fortalezas» económicas y recursos naturales que puede rentabilizar y defendió un aumento del comercio intrarregional que «hoy no pasa del 20 %», así como el fortalecimiento de las empresas multilatinas y el desarrollo de las infraestructuras como dinamizadores de la economía.
El exgobernante apostó por una economía que potencie los productos con valor agregado propio para dejar de «jugar a la lotería» con las venta al exterior.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, en representación de la presidencia de turno de la Unasur, expresó un reconocimiento especial a Samper por su labor al frente de la secretaría general del organismo, donde siempre «ha llevado la identidad de Suramérica como una bandera principal», dijo.
Samper «siempre ha llevado la unión de nuestros pueblos, de nuestros países como norte en su actuación», agregó al resaltar su «labor en pro de la patria grande».
Rodríguez, al mismo tiempo, abogó por la unidad de la región y dijo que esta debe «repensar» el modo de avanzar en esa línea, porque «la unidad debe ser nuestro norte», apostilló.
La Unasur está formada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela
Con información de EFE