En una declaración divulgada por el gobierno de México, los países se manifestaron «profundamente preocupados» por lo que se vive en Venezuela, aunque consideraron que la suspensión de aquel país de la Organización de Estados Americanos (OEA) debe ser «el último recurso».
La posición se da días después de un informe del secretario general de la OEA, Luis Almagro, en el que llamó a suspender a Venezuela del organismo si el gobierno del presidente Nicolás Maduro no convoca a elecciones inmediatas.
Además de Canadá, Estados Unidos y México, la declaración está firmada por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
Algunos de esos países, como Colombia, se habían mostrado renuentes en el pasado a asumir ese tipo de posiciones.
Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano, dijo a The Associated Press que la declaración de los 14 países «aumenta la presión» a Maduro para que negocie una solución a la crisis en su país, aunque dijo que es «dudosa» una respuesta positiva del gobierno venezolana
Señaló que también muestra el cambio político en Sudamérica tras la elección de gobiernos más conservadores y el deterioro del entorno en Venezuela. «Frente a la severa crisis humanitaria, cada vez es más difícil para muchos gobiernos permanecer en silencio».
Hasta la tarde del jueves, Venezuela no se había pronunciado sobre esta declaración.
La noche del martes, Maduro dijo que tenía información de que el Departamento de Estado presionaba a distintos gobiernos, incluidos de Latinoamérica, para promover una «intervención global» en su país.
Los 14 países señalaron que antes de plantearse la salida de Venezuela de la OEA «deben agotarse los esfuerzos diplomáticos en un plazo razonable».
Añadieron que están dispuestos a colaborar con el gobierno y el pueblo venezolanos para encontrar una solución a los distintos conflictos. «Nos mantendremos atentos a los esfuerzos para abordar estos desafíos durante las próximas semanas a fin de considerar los próximos pasos necesarios».
El sexenio de Maduro culmina en 2018, pero la incertidumbre sobre la celebración de las próximas elecciones presidenciales se acentuó después de que Caracas suspendiera indefinidamente las elecciones de gobernadores el año pasado.
Poco antes del comunicado conjunto, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Mark Toner, dijo que las elecciones en Venezuela deberían hacerse «lo antes posible», pero también señaló que su país no presionará a la OEA para suspender al país.
Tras las declaraciones de Toner, la canciller venezolana Delcy Rodríguez criticó los comentarios y en su cuenta de Twitter señaló que «develan quien está impulsando un Comunicado injerencista contra Venezuela en la OEA». Hasta ese momento, sin embargo, no se había dado a conocer la declaración divulgada por México.
En México, el canciller Luis Videgaray dijo que «no necesariamente» coincidían con la posición de Almagro, pero subrayó que la región «no puede permanecer indiferente». Señaló que la idea de tener una posición conjunta es contribuir «al restablecimiento, primero del diálogo, y segundo de la democracia plena en esta nación hermana venezolana».