Venezuela

Quiénes son los opositores más "resteados" contra Maduro

Echar el resto, restearse, es un término coloquial venezolano que significa jugarse el todo por el todo. Ese es el ánimo que envuelve hoy a muchos opositores más determinados, esos que se lanzan a tomar las calles para combatir lo que llaman la “tiranía” de Nicolás Maduro y su régimen chavista, heredado del difunto Hugo Chávez.

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FOTOGRAFÍA: FERNANDO LLANO | AP

En las marchas que han sacudido durante los últimos días las calles venezolanas para denunciar el “golpe jurídico” que disolvió de facto a la Asamblea Nacional por la vía del Tribunal Supremo, los jóvenes han sido protagonistas. Ellos son los primeros que se enfrentan contra las fuerzas policiales y militares. Y también los primeros en salir heridos o detenidos.

Muchachos que no pasan de los 25 años de edad, que no han conocido otra forma de gobierno que el chavismo, son los que avanzan hoy al frente de las marchas.

Armados con palos, piedras y bombas molotov, algunos se enfrascan sin dirimir palabra alguna con los agentes del Estado.

Otros, en cambio, muestran sus caras y muestran con orgullo las coloridas camisas de las universidades (públicas y privadas) a las que pertenecen. No dudan en plantar cara a los agentes uniformados del Gobierno. Van marchando, parando el tráfico en las autopistas o lanzando consignas contra agentes armados y protegidos hasta los dientes.

En medio de la refriega de este 6 de abril y del acre olor de las bombas lacrimógenas, algunos de los más radicales explicaron a El Estímulo por qué no quieren mediar con el chavismo.

En su mayoría dicen que son perseguidos políticos y que la muerte de estudiantes en 2014 , en las manifestaciones antigubernamentales que dejó al menos cuarenta víctimas fatales, marcó en definitiva sus posiciones irreductibles contra Maduro.

“¿Por qué tenemos que seguir dando la otra mejilla? ¿No les basta cuando mataron a Robert Redman? ¿O a Bassil Da Costa”, se preguntó un muchacho alto y enmascarado que se hacía llamar Pakistán al referirse a los dos estudiantes asesinados por autoridades chavistas en el inicio de las protestas de hace tres años.

Videos y fotos dan cuenta de la firmeza de las actuaciones de los jóvenes.

Uno de los videos se viralizó en las redes sociales al mostrar cuando un joven el martes logró despojar a un militar de un lanzagranadas en una transitada avenida capitalina. Los muchachos comenzaron a jugar con el arma, lanzándola como una pelota a la vista impotente del uniformado.

Muchos de los manifestantes son estudiantes universitarios. Pero hay otros en edad escolar: en la manifestación del jueves en Caracas, adolescentes se encargaron de levantar barricadas con cauchos (neumáticos) y basura en las calles de Bello Monte, cerca de la autopista, el escenario de violentos enfrentamientos entre agentes del chavismo y la oposición.

Los universitarios copan las estadísticas de los detenidos en las protestas desde que llegó Maduro al poder. Muchos de los que están presos desde 2014 sufrieron golpes, torturas y violaciones por agentes de seguridad, según las denuncias de sus familiares y de grupos defensores de los derechos humanos.

La arremetida de las autoridades contra los universitarios, llevaron a muchos a irse del país. Otros, por el contrario, afirman que su presencia en Venezuela es una cuestión de principios.

“Yo quiero ver un futuro mejor. No puede ser que gran parte de mi vida he visto cómo mi país ha sido violentado, corrompido y saqueado por unos tipos que se dicen humanistas y de izquierdas”, dijo a El Estímulo, una estudiante de la Universidad Central de Venezuela, de 24 años de edad.

De las aulas universitarias, también salieron los jóvenes diputados que hoy han sido punta de lanza de la oposición para denunciar el “golpe” a Maduro. Legisladores que no pasan de los 30 años como José Manuel Olivares, Miguel Pizarro, Freddy Guevara o Carlos Paparoni han sufrido las consecuencias de manifestar en la calle contra el chavismo.

Juan  Requessens, quien casi pierde un ojo al ser golpeado por civiles chavistas armados en una de las manifestaciones esta semana en Caracas (recibió una sutura de 56 puntos en la frente), asegura que los jóvenes serán los que terminarán resolviendo la crisis en Venezuela.

“Estamos en el lado correcto de la historia”, dijo.

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