El presidente Nicolás Maduro propuso este domingo la activación de una Asamblea Nacional Constituyente "para "refundar" el modelo de Estado que hace 18 años impulsó su mentor, Hugo Chávez, a través de ese mismo mecanismo que se encargó de redactar la actual Constitución.
Sumergido en violentas protestas, que se han saldado 20 muertes en tres semanas, el heredero político de Chávez retoma la carta legal que le permitió al fallecido líder de la revolución bolivariana sentar las bases constitucionales con las que gobierna el oficialismo desde 1999.
«Tenemos que impulsar un proceso popular constituyente por la vía electoral, pacífica para refundar la República a través de una Asamblea Nacional Constituyente popular, de los campesinos, de los indígenas, de las amas de casa, de los pescadores, de las pescadoras, de los estudiantes», anunció el jefe de Estado en su programa dominical televisado.
«Una asamblea obrera popular, campesina, juvenil», continuó el Presidente sin dar mayores explicaciones.
Minutos antes, el jefe de Estado anunció en el mismo espacio que ofrecerá claves para iniciar una nueva etapa de la revolución bolivariana.
El anuncio de Maduro se conoce en medio de las acusaciones que hace la oposición, diversos países y organizaciones internacionales como Naciones Unidas y la OEA en su contra por alterar en marzo el orden constitucional, con dos sentencias del Supremo en las que se disuelven las competencias del parlamento y se minimiza la inmunidad parlamentaria.
Antes las críticas, el máximo tribunal enmendó las sentencias aunque la oposición advirtió que se mantiene «el golpe jurídico» de Maduro. Y por eso activó desde el 4 de abril las protestas, exigiendo elecciones para sacar al gobernante del poder y la remoción de los magistrados, acusados de servir a los intereses del Gobierno.
Con su propuesta, Maduro dejaría atrás la «Quinta República», la etapa como llamaba Chávez la irrupción del chavismo con una nueva Constitución de 1999, tras un período político dominado por dos tradicionales partidos AD y Copei, que se alternaron el poder en 1958 y 1998 por la vía democrática.
Tras ganar las presidenciales en diciembre de 1998, Chávez firmó meses después un decreto para activar la asamblea constituyente, cuyos integrantes fueron electos en elecciones populares. Uno de los constituyentes electos fue Nicolás Maduro.
“Tenemos que impulsar un proceso popular constituyente por la vía electoral y pacífica”, lo dijo @NicolasMaduro pic.twitter.com/gEhSGsMEfD
— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) 23 de abril de 2017
Elecciones y diálogo
Maduro anunció este domingo que quiere de manera inmediata convocar a unas elecciones en Venezuela y reiteró que busca mantener el diálogo con la oposición con la mediación del Vaticano, la Unasur y de tres expresidentes para dar salida a la crisis política.
«Elecciones sí; quiero elecciones ya», dijo el gobernante, en el que también se mostró dispuesto a abrir un diálogo político inmediato para buscar «fórmulas de paz» ante la crisis.
El jefe de Estado volvió a llamar a los actores que participaron en un diálogo fallido con la oposición a finales del año pasado: Ernesto Samper, secretario general de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) y tres expresidentes: José Luis Rodríguez Zapatero (España); Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana) bajo la mediación del Vaticano.
“Llamo a la oposición a un dialogo a tiempo, que después no se quejen, lo estoy el 23 de abril, lo dije el 19. Hablando se entiende la gente inteligente y quiero buscar fórmulas de paz», dijo Maduro en declaraciones ofrecidas en el Parque Nacional Waraira Repano en el norte capitalino.
Sin embargo, Maduro responsabilizó al presidente del legislativo, Julio Borges, de la violencia y amenazó con encarcelar a dos diputados opositores (José Guerra y Tomás Guanipa) de financiar a vándalos para saquear comercios y generar disturbios en la capital.
El heredero de Hugo Chávez dijo hace dos semanas que estaba «ansioso» porque se convocaran las elecciones de gobernadores, que debieron celebrarse en diciembre, y de alcaldes, previstas para este año.
La oposición exige en las protestas que se convoquen a elecciones generales este año y reactivar las funciones plenas del legislativo. Pero el Gobierno ha descartado un adelanto de las presidenciales, previstas para 2018.
«Con el fracaso que han tenido en la Asamblea Nacional (único poder que controla la oposición) estoy seguro que nuestro pueblo le va a pasar factura en cualquier elección que venga y vamos a tener una nueva y buena victoria», aseguró el mandatario, cuyo gobierno tiene un rechazo de 70% en medio de una severa crisis económica, según encuestas.
Después de suspender un proceso para revocar a Maduro en un referendo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) pospuso las elecciones regionales para iniciar un proceso de legalización de los partidos que no habían participado en las últimas elecciones.
«Estoy listo para lo que diga el Poder Electoral», insistió Maduro, que llegó al poder en 2013 tras vencer por un estrecho margen a Henrique Capriles.
«Yo estoy listo para demostrar que hemos cumplido y si no hemos cumplido, cumplirlos», indicó.
Pero la coalición antichavista Mesa de la Unidad Democrática (MUD) congeló el diálogo hasta tanto el Gobierno cumpla con cuatro condiciones, que han sido ignoradas por el oficialismo: liberación de presos políticos, activación de un canal humanitario con medicinas y alimentos, respeto a la Asamblea Nacional opositora y los comicios.
«Y le pido al papa Francisco desde aquí que nos siga acompañando en el diálogo porque hay una conspiración en Roma contra el diálogo en Venezuela y aquí también», añadió.
Oposición denuncia persecución política
Antes de las declaraciones de Maduro, la (MUD) denunció que está en desarrollo una «secuencia de persecución política» contra sus diputados y dirigentes, y destacó la detención de un miembro del partido Primero Justicia y la condición de «aislamiento» del líder preso Leopolpo López.
«Hay una secuencia de persecución política en contra de líderes importantes de la Unidad y en contra del pueblo venezolano», dijo el diputado Enrique Márquez, quien habló en rueda de prensa como vocero de la MUD.
El diputado dijo que la MUD denuncia la detención del coordinador del partido Voluntad Popular en El Valle, Aldo Rosso y señaló que en esa parroquia popular del oeste de la capital venezolana se está desarrollando «la peor represión en la ciudad de Caracas».
«Igualmente el dirigente sindical Carlos Salazar también de El Valle está siendo perseguido de una manera encarnizada por parte del Gobierno», dijo.
También señaló que el diputado Tomás Guanipa es «perseguido» y que «funcionarios de cuerpos de seguridad del estado están apostados frente a su casa».
«Hay entonces una búsqueda de amedrentamiento de esta dirección colectiva de la Unidad en función de la persecución selectiva en contra de los dirigentes de la Unidad», indicó.
Con información de AFP y EFE
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