Venezuela

La resistencia de Leopoldo López: anatomía de una fe de vida

El video de Leopoldo López exige el análisis de las tres categorías del “framming”, de acuerdo con un marco de estudio político. Procederemos a revisarlos a partir de ahora para incentivar el debate en torno al tema.

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POR: SERGIO MONSALVE

Diagnóstico

En el marco político se establecen las responsabilidades con el fin de llamar a la acción. Evidentemente el culpable es el régimen, el no gobierno, identificado en la figura de Diosdado Cabello, a quien la ciudadanía acusa de comportase como “carcelero”, “secuestrador” y “violador de derechos humanos”. Cabello busca imponer un relato por medio del “canal de todos los venezolanos”, donde se muestra relajado, confiado y seguro de impartir justicia. Asume una condición de dueño de la verdad y a la vez de inquisidor de lenguaje arrogante, agresivo, violento. Enfrenta las críticas, limpiándose las manos como Pilatos y cargando las tintas sobre los familiares del condenado. Quiere invertir la lógica del suceso a través del control audiovisual de la situación. No logra su objetivo, pues el pueblo descubre rápido la trampa y señala a los auténticos villanos de la opereta. Los diagnósticos polarizan, definen a una víctima (Leopoldo López) y a un victimario (Cabello). El chavismo va perdiendo uno a cero la partida.
Símbolos de condensación

Buscan pasar por naturales. Responden a una calculada mecánica de causa y efecto. Logran inclinar la balanza a un lado u otro de la grieta.
Graban el video de frente en plano medio, con unos barrotes y una pared blanca de fondo. La austeridad y la pulcritud envían un doble mensaje: el líder opositor sigue preso, si usted lo imita lo acompañará en prisión y el Estado le garantizará una celda personal en “aparentes buenas condiciones”. No vemos el hacinamiento y la miseria del tradicional confinamiento nacional. La imagen del video oculta la realidad de Ramo Verde y la Tumba del Sebin (por ejemplo). Apenas Leopoldo López puede manejar su posición corporal (dentro de lo que permite el incómodo “rodaje”). Así manifiesta su descontento (brazos cruzados y ceño fruncido), mientras sabotea el discurso de la gendarmería, al exhibir la tonificación de sus bíceps en posición de fisicoculturista. De nuevo, el gobierno falla en el intento. Dispone el vestuario, la puesta en escena. Pero el actor se les rebela y con tan solo segundos trastoca el proyecto de los déspotas. ¿Recuerdan cómo comenzó la carrera de Hugo Chávez? Derrotado le dieron permiso para hablar y exclamó el famoso “Por ahora”. Suficiente para captar la atención de aquel momento de censura. Leopoldo López triunfa por igual, al romper el cerco de la red oficialista y salir en vivo, a pesar de las adversidades del entorno y del contexto. El chavismo quisiera quebrarlo, presentarlo con un ángulo aberrante. Consciente e inconscientemente, la persona que lo graba no alcanza a inclinar el celular para disminuirlo. El camarógrafo está embelesado con la imagen de Leopoldo y es su cómplice involuntario, exponiéndolo en un encuadre que reafirma su fortaleza, su carisma y su reto seductor. Las masas, no por casualidad, caen rendidas ante los encantos del líder de Voluntad Popular. Es parte de su plan asertivo.
Pronóstico

El último marco indica el presente y despeja un posible futuro. En ambos casos, el video de Leopoldo López lejos de desmovilizar o desmoralizar a la resistencia, le sube la autoestima y le proporciona argumentos, razones, motivos para mantenerse en la calle, pidiendo libertad. El proceso kafkiano del madurismo ha vuelto a fracasar. Utilizó el hecho como cortina de humo para tapar los crímenes del 3 de mayo. Por presión tuvo que enseñar “la fe de vida” ( sea legítima o no, es otra discusión). Disipado el fraude, las encuestas favorecen a Leopoldo y a quienes disentimos. La lucha continúa hasta que recuperemos la democracia y más allá.]]>

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