Venezuela

Francisco Cervelli: "No debemos depender de una bolsita del CLAP"

Este lunes se hizo viral un video en el que 13 jugadores venezolanos que hacen vida en las Grandes Ligas de Estados Unidos exigen el fin de la represión gubernamental durante las manifestaciones que suman más de 40 muertos y centenares de heridos. Uno de los promotores de la iniciativa, el receptor de los Piratas de Pittsburgh, Francisco Cervelli, habla con El Estímulo sobre cómo se originó esta iniciativa.

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Foto: Shelley Lipton

El 18 de septiembre de 2008, Francisco Cervelli se convirtió en el venezolano número 234 en llegar a la élite del béisbol, las Grandes Ligas, con un equipo histórico: Los Yanquis de Nueva York. En 2015 fue cambiado a los Piratas de Pittsburgh, convirtiéndose en una figura principal del cuadro filibustero. En Venezuela comenzó su carrera con los Cardenales de Lara, hasta la temporada 2011-2012. En la siguiente zafra se vistió con la camiseta de los Navegantes del Magallanes, equipo que tiene base en Valencia, tierra que lo vio nacer el 6 de marzo de 1986. A sus 31 años, da esta entrevista como «ciudadano».
—¿Cuándo empezó a manifestar su desacuerdo con el gobierno venezolano que preside Nicolás Maduro?
—Si chequean mi Instagram (@Frank_cervelli), siempre he estado en desacuerdo con todas las cosas que pasan en Venezuela y sobre todo con lo que está pasando ahora. Siempre he criticado cosas malas que se hacen. Me da mucha tristeza que mi país no esté de la forma que quisiera.
—¿Usted lidera a los otros jugadores?
—Quiero ser uno de los voceros de esto. No se trata de liderar nada. Sentía mucha impotencia. Alguien tenía que decir algo y como nadie lo hacía, lo asumí, pero no es algo de militancia política ni de apoyar a uno u otro. Lo hago por Venezuela. Lo que está viviendo es una situación que se escapó de las manos. Está muriendo mucha gente, hay hambre. Lo que domino, como el deporte, es un retraso. Estamos en la prehistoria. No entiendo cómo mucha gente puede estar en el poder para destruir algo y no para mejorarlo.
—¿Cómo se pusieron de acuerdo los 13 jugadores para la declaración?
—Esa fue una iniciativa conjunta, de Hernán Pérez, Salvador Pérez, y mi persona. Empezamos a hablar. Hablamos de lo que todos los venezolanos hablan: ‘qué dolor esto, qué dolor lo otro’ y bueno como estábamos activos en las redes, dijimos entonces ‘vamos a unirnos y los que quieran sumarse, que se sumen’. Lo estamos haciendo para llegar a donde otras personas no pueden llegar. Solo somos venezolanos, que tras terminar una temporada queremos regresar a nuestro país, que nuestros hijos crezcan allá y tengan u futuro.
—¿Tienen algún grupo de whatsapp o de otra red en el que discuten las cosas que suceden en el país?
—No, lo que pasa es que siempre jugamos en contra. Hernán Pérez (Milwaukee), Oswaldo Arcia (Tampa Bay), Salvador Pérez (Kansas City) y también Jesús Aguilar (Milwaukee) nos hemos visto en los juegos. Entonces cuando tenemos chance hablamos de esas cosas. Esto (lo que pasa en Venezuela) es un problema que viene de hace tiempo. Los vi en el Mundial de Béisbol. Y las discusiones siguen siendo las mismas.
—¿Ha visto o conoce de presiones que le impiden a otros peloteros manifestarse?
—No lo sé. Ellos sabrán sus razones (por las que no se manifiestan). Pero creo que en cualquier momento van a tener que decir algo. Porque pronunciarte no es que vas a apoyar a un partido político, porque nosotros no somos políticos. En ningún momento yo tengo intención de formar algo político. Simplemente uno ve lo que sucede y eso te lleva a decir algo porque representamos a Venezuela en muchas cosas y tenemos que decirle al mundo que lo que está sucediendo (en Venezuela) no está bien.
—¿Qué quisiera que sucediera en este momento en Venezuela?
—Que cambiara todo. El país está destruido por donde lo veas. No podemos vivir en esa mentira de tratar de tapar el sol con un dedo. Está mal por todos lados. Nosotros debemos ayudar a que se construya de nuevo. Yo quisiera ir a aportar todo lo que puedo, para el deporte, para el béisbol, para sacar a los niños de la calle, para que tenga un mejor futuro… Esto hay que cambiarlo desde la más mínima cosa hasta lo más importante. Necesitamos gente nueva, gente fresca. Que tenga nuevas ideas. Que cuando nos visite un turista diga ‘wao qué calles’, ‘wao qué todo’. Esa es la idea, avanzar. Y darle la posibilidad a la gente, a los jóvenes, que tengan metas, que tengan sueños. Esto no puede seguir así. La gente que está ahorita (en el poder) no puede seguir.
—¿Su entorno se ha visto afectado por lo que sucede en el país?
—Tengo amigos que viven llamándome siempre, para que mande comida o una caja de esto o aquello. Es frustrante. Mi mejor amigo me escribió hace tres días porque necesitaba fórmula para su niña que acaba de nacer. Además lo están bombardeando en su casa. Es muy grande la necesidad de todos. Hay gente que te pide ayuda por Instagram y por Twitter porque no tienen futuro. Mis amigos que trabajan tanto no tienen manera de comprarse un carro o un apartamento. El ser humano que trabaja, que suda todos los días, no debe depender de una bolsita del CLAP, de mendigar comida, no debe arrodillarse para pedir comida. Eso es un derecho de cada venezolano.
—¿Tiene otros planes de acción en sus redes sociales?
—No voy a parar, voy a seguir denunciando las cosas que vea que están mal. Repito, no soy político. No me interesa nada de eso sino mi gente, que está muriendo. Me duele que cada vez que afuera de mi país me preguntan de dónde soy y digo que de Venezuela entonces me dicen ‘oh, Venezuela está muy mal’. Da pena. Me acuerdo que hace mucho tiempo la gente se alegraba; decía ‘¡wao, Venezuela, Los Roques, qué mujeres tan lindas!’. Yo viví en un país en el que no había rejas en nuestras casas. Yo jugaba en la calle todos los días, ahora no se puede. Un muchacho no puede hacerlo. ¡Y eso es terrible, que un niño esté preso en su misma casa!
—¿Le han dicho que la Major League Baseball, órgano que rige el béisbol, pueda detener sus protestas, por tratarse de una manifestación política?
—Nadie me ha dicho nada. No estoy ofendiendo a nadie, no le estoy faltando el respeto a nadie. Simplemente dejándole saber al mundo que mi país está en llamas, que está en crisis. Necesitamos ayuda. Que no se hagan de la vista gorda.
—¿Otros jugadores que no nacieron en el país, le han comentado algo sobre Venezuela?
—Muchos americanos no saben lo que sucede. Luego cuando ven mi Instagram, investigan y te dicen: ‘wao no lo sabíamos, lo sentimos mucho’. Les preocupa. Todos los que se sumaron al video están pendientes de Venezuela y también lo transmiten en sus redes. Hablamos sobre lo que publicamos y no publicamos. Esto no es una iniciativa solo de Francisco Cervelli. No estoy haciendo esto para llevarme el crédito ni para que me sigan. Soy un ciudadano más. Ojalá se sumen todos los jugadores que están en las Grandes Ligas, todos los jugadores de fútbol y otros atletas que representan a Venezuela. Yo no estuve en el equipo de Venezuela en el Mundial (representó a Italia porque no fue escogido para representar a la Vinotinto por decisión técnica), pero no importa. Todos son mis amigos. Y una cosa no tiene nada que ver con la otra. Lo que estamos hablando ahora es muy serio.
—¿Alguna autoridad que represente al Estado venezolano ha intentando comunicarse con usted?
—No y no quiero que lo hagan. No me interesa. No me interesa que nadie del Gobierno me hable. No le debo nada a ninguno de ellos. Lo que estoy haciendo lo hago como una persona que nació en Valencia, tiene cédula venezolana y tiene derecho a decir lo que quiera.]]>

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