FOTOS | Más jóvenes y más represión en la marcha para repudiar a Reverol

Bombas lacrimógenas cayeron sobre parte de los miles de opositores que tomaron la autopista Francisco Fajardo, la principal arteria vial de Caracas, en una marcha que intentaba desplazarse hacia el centro de la ciudad, donde queda la sede ministerial.
Al menos 35 heridos impactados por metras, balas de goma (perdigones) y bombas lacrimógenas al igual que asfixiados por las bombas lacrimógenas  llegaron a Salud Chacao luego de la represión, informó a El Estímulo una fuente médica de ese centro asistencial.
Oscar Serrada, de 22 años, recibió el disparo de una metra en la pierna derecha, informó su hermana Andrea Serrada. «Él (Oscar) vio que fueron los guardias quienes disparaban cuando estaban protestando en la Torre Británica (en el sector de Altamira)», explicó.
Jóvenes enmascarados y apertrechados con cascos, escudos, piedras, resorteras y petardos se enfrentaban con agentes de la militarizada Guardia Nacional -con tanquetas y camiones blindados- intentaban neutralizarlos con chorros de agua y gases lacrimógenos.
Algunos de los manifestantes lanzaban bombas molotov y las ‘puputov’, creadas con excrementos que son colocados en tarros de vidrio eran lanzados contra los equipamientos militares.

El número de muchachos, que no pasaban los 25 años de edad, algunos de ellos menores de edad, era mucho mayor al de otras movilizaciones convocadas por la oposición, que insisten en llegar hacia el centro de Caracas para exigir la salida inmediata del presidente Nicolás Maduro del poder, constató un reportero de El Estímulo en el lugar.
Miguel Pizarro, diputado de la oposición, denunció que los manifestantes fueron reprimidos con gas pimienta, lacrimógenas y el disparo de perdigones, a pesar que el Ministerio de la Defensa anunció en la víspera que el uso de ese tipo de arma fue retirada de las manifestaciones. «Tenemos un herido por recibir un perdigón en la frente», denunció el legislador.
Estudiantes de las universidades públicas y privadas nutrían buena parte la movilización que se hace en medio del recrudecimiento de la violencia política en Venezuela: seis personas murieron baleadas entre el lunes y jueves en los estados occidentales Barinas, Zulia y Táchira.

Universitarios de las casas de estudio Central de Venezuela, Simón Bolívar, Católica Andrés Bello y Santa María marchaban entre banderas y gritos de consignas: «»¡Esta es la Central para sacar al animal!», «¡Esta es la Simón unida para sacar al huevón!».
Miles de personas que llegaron desde diferentes puntos de Caracas mantuvieron cerrada la autopista en ambos sentidos . La violencia se extendió hacia zonas del este caraqueño: Altamira, El Rosal y Chacao, donde los gases y las detonaciones se escuchaban en las calles.
Grupos que partieron desde la urbanización El Paraíso, en el oeste, fueron amedrentados para llegar a la autopista: motorizados se pasearon por la Plaza Madariaga, cerca de la comandancia de la Guardia Nacional, con armas; mientras profesores del Pedagógico de Caracas fueron agredidos por supuestos miembros de organizaciones parapoliciales dentro de las instalaciones de esa institución, según denuncias recogidas por El Estímulo.

Al igual que otras movilizaciones, los jóvenes esmascarados, conocidos como escuderos se enfrentaban en la primera línea ante los agentes militares. Otro grupo integrado por jubilados, oficinistas o comerciantes participaban en el evento. Atrás se encontraban socorristas que auxilian de manera voluntaria a los afectados.
La violencia no dejó escapar a los periodistas. El camarógrafo del canal privado VivoPlay, Andri Rincón, resultó herido por el impacto de una bomba lacrimógena en su pierna izquierda, denunció la ONG Espacio Público.

Con información de María Emilia Jorge]]>