Familiares de Andrés Uzcátegui responsabilizan a la Guardia Nacional de su muerte

La madre de Uzcátegui, en medio del llanto, negó que su hijo tuviera algo que ver con las protestas. Dijo que salió a cortarse el cabello y cuando pasaba el tiempo y no volvía, le pidió a su hijo mayor, Adrián Uzcátegui, que fuera a averiguar qué pasaba. Luego conoció la noticia de la muerte de Andrés, de 23 años de edad.
“Mi hijo iba a afeitarse y yo le dije hijo, a ti no te gusta eso de las guarimbas. No quemó ni un caucho (…) Ministerio Público y el patólogo, quedaron en venir de Caracas y no han llegado. Les pido que me traigan a mi hijo porque cuándo lo voy a ver”, exclamó entre lágrimas la madre, Adriana Ávila.  

La tristeza y la impotencia se apoderaron de muchos este viernes en el bloque donde reside la familia, en el sector 3 de La Isabelica. Nadie podía entender por qué tuvo que morir de esa forma y menos comprenden por qué quieren culparlo de tener un mortero en su poder.
Edilberto Uzcátegui, padre de Andrés, relató que estaba en Caracas por razones de trabajo y allá recibió la novedad. “Mi otro hijo fue que trajo la noticia que lo acababan de matar, que llegó la guardia y lo confundieron o no sé con los que estaban en la guarimba y le dispararon en el pecho. (…) La guardia le disparó”.

Narró que el joven al regresar de la barbería quedó atrapado en la zona 5 de La Isabelica en la que los militares  reprimían a un grupo de personas que estaban apostadas en uno de los puntos de tranca.
Dijo que era un muchacho de carácter tranquilo, se dedicaba al comercio, salía a fiestas, como los de su edad, pero nunca daba mayores preocupaciones a sus padres. Dejó una niña huérfana de un año y siete meses.

Además, su novia lo esperaba en Colombia, hacia donde Andrés emigraría próximamente. “Jóvenes, váyanse del país, el gobierno mata a los jóvenes”, enfatizó Ávila.
Una vecina lo vio cuando venía de cortarse el cabello, justo cuando la guardia nacional llegó al sector y Andrés acompañado de otros jóvenes corrió hacia una vereda, pero fue acorralado y luego le dispararon a quemarropa.
El testimonio indica que fue una bomba lacrimógena lo que le causó la muerte. Su cuerpo permanecía en la morgue de Valencia a la espera de la necropsia de rigor.
“Era un joven que salió en ese momento al sitio equivocado, pero no se excusa la manera como lo mataron. Hay muchos testigos y de verdad que fue a quemarropa. Hay que ver ahora, tal vez lo tapan como todo. De verdad que es lamentable. La madre está desconsolada y nosotros dándole fuerza”, destacó Beatriz Briceño, vecina de  la familia.

-Herido perdió un riñón-

El joven Robert José Lugo, de 24 años de edad, también resultó herido en La Isabelica el jueves 20. Fue trasladado a la Ciudad Hospitalaria de Valencia “Dr. Enrique Tejera” donde lo intervinieron quirúrgicamente, indicaron familiares en el lugar.
Lugo fue impactado por perdigones en el brazo derecho y en la zona del riñón que tuvo que ser extraído en la operación.
Lugo se dedica a recoger cartones que luego vende y ese jueves caminaba por la zona de La Isabelica donde se escenificó la represión. Sus parientes aseguraron que no tenía nada que ver con la protesta en el lugar.
-66 detenidos-

Luis Armando Betancourt, coordinador del Foro Penal Venezolano en Carabobo, señaló que durante la jornada de paro cívico en la entidad federal, ocurrieron 66 aprehensiones.
“Detuvieron personas en distintas partes del estado Carabobo: El Trigal, El Tulipán, El Remanso, Los Jarales, Tocuyito, Flor Amarillo, La Isabelica, Guacara, Las Chimeneas, Bella Florida. Estas personas ya están siendo procesadas”, recalcó.

Dijo que 15 abogados de esa ONG están listos para atender las audiencias que se realizarán este fin de semana, en el tribunal militar instalado en el Destacamento de la Guardia Nacional, ubicado en Ciudad Chávez, al sur de Valencia.
“No sabemos cuáles son los cargos que le van a imputar (…) hay personas que tienen enfermedades, otras heridas por perdigón”.
-Negocio quemado-

En el sector Espiga de Oro, en La Isabelica, un restaurante fue quemado por encapuchados, al finalizar la tarde del jueves 20. El establecimiento afectado fue “Polo y Rivas”. Muy cerca están apostadas dos tanquetas de la GN desde hace varias semanas.
El encargado del negocio, Richard Campos, dijo que es falso que el restaurante le colabore a la Guardia Nacional con logística y comida, como se ha dicho en las redes sociales.

“Nosotros estamos trabajando. Ayer acatamos la hora cero y no abrimos el negocio y fíjese lo que pasó. Eso  fue más o menos como a las 5 de la tarde (…) la información que nos llegó es que ellos estaban muy molestos porque entregamos a unos muchachos de la resistencia y no fue así. Hubo una confusión y atacaron al negocio, inclusive yo tengo los videos que en ningún momento le abrimos la puerta a ningún funcionario, los muchachos salen de la vereda y la guardia los atrapa allí”, dijo.

Añadió que aún no han cuantificado las pérdidas, mientras limpiaban el hollín que quedó y los destrozos como vidrios y objetos partidos.]]>