Antonio Aranguren de 57 años de edad, era chofer desde los 17 años, cuenta su hijo con indignación desde la morgue caraqueña. Dijo que su papá trabajaba para la empresa Maderas Tiuna y el martes se desplazaba en un camión por la carretera Santa Bárbara – Ocumare en los Valles del Tuy cuando fue herido por un robo.
A las 7 de la noche en esta vía mirandina, se le acercó otro vehículo al camión y al colocarse en un costado, el copiloto sacó una escopeta y le disparó, hiriéndolo en el brazo derecho a la altura del codo. Mal herido manejó hasta la urbanización Betania en Cua, estado Miranda, donde perdió el conocimiento y chocó.
El hijo de la víctima cuenta que su papá vivía en este sector y sus vecinos al verle herido lo auxilian y lo trasladan hasta el primer hospital, el de los Valles del Tuy. En este centro de asistencia no lo atienden por falta de insumos y lo trasladan hasta el Domingo Luciani del Llanito. En el hospital petareño tampoco es atendido por la misma razón.
Al ver que tampoco le prestan asistencia, lo llevan al hospital Miguel Pérez Carreño al sur oeste de Caracas, donde ni siquiera lo aceptan. Continúa la ruleta. A Aranguren lo llevan al hospital Clínico Universitario en la UCV, lugar en el que tampoco es atendido.
Finalmente, lo ingresan en el hospital del Llanito, hospital que lo rechazó en primera instancia. Al día siguiente es operado y el viernes muere.]]>