Asustan más la dictadura y el hambre que Halloween
Desde no tener comida en la mesa hasta el encierro por la inseguridad. Los venezolanos lidian con miedos que se han convertido en norma asociada a un gentilicio condenado a ser superviviente de un Estado fallido. Atrás quedaron los tiempos en que el Silbón o la Llorona causaban terror. Un anaquel vacío es aún más escalofriante