Sin embargo, no todo lo que hay en la cuenta de @chavezcandanga le conviene a su heredero político.
El gobierno de Nicolás Maduro se empeña en acelerar sus motores propagandísticos en internet. El presidente, que cree que streaming es una red social, le ordenó al entonces ministro de Información, Ernesto Villegas, arreciar la presencia del gobierno en los medios digitales.
Si se indaga un poco en la cuenta de Chávez, se pueden ver tuits que dejan muy mal parado a Maduro.
Aquí recopilamos siete de esos mensajes que provocarían la ira del actual mandatario, no al estilo del histórico «Maduro, chúpalo», pero sí por el alto contraste con la realidad del país que gobierna el heredero.
La Encuesta sobre Condiciones de Vida (Encovi) del año 2016 reveló que 81% de los venezolanos vive en pobreza. Además, 93% respondió que el dinero no le alcanza para comprar comida y la mayoría está comiendo dos veces al día. La fábrica de pobreza resultó ser otra y parece que trabaja a doble turno.
Uno de los reclamos que ha movilizado a miles de opositores en los días recientes es la exigencia de las elecciones. Más allá de la idea de unos comicios adelantados, la votación para elegir a gobernadores y alcaldes que debió realizarse en 2016, se postergó sin explicación y aún no tiene fecha y hoy en la calle se escucha el grito «¡todas y todos a votar!»
Si de algo carece Maduro es de seguidores. No solo en la vida real sino en Twitter. En 2012 Chávez celebraba la llegada a 3,5 millones, hoy Maduro a penas va por 3,1 millones. Incluso Chávez, a cuatro años de muerto, mantiene 4,1 millones de seguidores en la red social del pajarito.
Hablando de los seguidores en la vida real, que se pueden apreciar con las encuestas, Chávez publicó ese tuit cuando lideraba las intenciones de voto en 2012. Si comentáramos hoy la última encuesta de Datanálisis (marzo 2017) veremos que su hijo político es apenas evaluado positivamente por 24,1% de la población.
En 2012 Chávez celebraba la baja de la inflación, comentando datos publicados por el Banco Central. Vaya ironía. Desde que Maduro está el poder los precios no han hecho más que subir y aunque básicamente prohibió la publicación de indicadores económicos, el BCV le informó al Fondo Monetario Internacional que en 2016, la inflación fue de 274% en 2016. Mediciones independientes apuntan a que la inflación llegó hasta 1.000% e incluso, el académico Steve Hanke, incluyó a Venezuela en la lista de países que registran periodos de hiperinflación.
El socialismo demostró en Venezuela lo que ya la historia había contado: no significa alimentos baratos, sino escasos o a precios inalcanzables. La Canasta Alimentaria Familiar ya pasa de Bs 700 mil y la bolsa CLAP (estrategia de Maduro para el racionamiento de alimentos en medio la crisis) subió 90% entre septiembre de 2016 y marzo de 2017.
Hoy lo que Maduro lamenta es la vuelta que dio la vida en el sur. Ya el Mercosur no es un club de amigos izquierdistas y el grupo considera que el gobierno venezolano no cumple con todos sus compromisos, ni con sus valores democráticos, por lo que está temporalmente suspendido.