De acuerdo a informaciones recibidas por las redes sociales, la mayoría de los sectores afectados corresponde al sureste de la capital. Las Mercedes, El Cafetal, Chuao, La Castellana, Sebucán, Los Palos Grandes, Altamira, Bello Monte, La Carlota, Petare, El Pedregal, Boleíta Norte y la Urbanización Miranda son algunas zonas sin energía eléctrica, que según el Gobierno, fue parte de un sabotaje.
Las estaciones del Metro que se vieron perjudicadas son Pérez Bonalde, Plaza Sucre, Chacao, Altamira, Los Dos Caminos, Los Cortijos, La California, Petare y Palo Verde.
Las personas que estaban dentro de esas estaciones tuvieron que subir a la superficie y se trasladan a pie a sus destinos. Este es el primer apagón que se registra en Caracas en 2o18. La última falla de este tipo se evidenció el 18 de diciembre.
Tras registrarse el apagón, los ciudadanos desbordaban las calles buscando una manera de llegar a sus casas después de una jornada laboral intensa. Un grupo de dos hombres y una mujer trataron de hacer ameno su regreso al hogar hablando de lo ocurrido.
La chica dijo que su meta es llegar al Oeste de Caracas, y para ello sus pies tendrán que hacer el trabajo. Comentó que el trayecto es peligroso, llegar cuando oscurece: “Nos va a tomar al menos tres horas llegar a pie. No hay efectivo, no hay transporte, no hay esperanza…”.
A su vez, uno de sus compañeros dijo que no están utilizando “las camioneticas” porque llevan a las personas “como cochinos”. Después de hacer el comentario, el usuario regular del Metro recalcó sus sentimientos encontrados con la situación: “somos seres humanos, estamos cansados”.
Una señora camina por los alrededores de la estación Miranda. Tiene a su lado dos hijas, vestían camisa blanca, están en edad primaria. Una de ellas le dice con voz de llanto: “Mami, no quiero caminar más, estoy cansada…”. Su madre le contesta, con voz quebrada: “Vamos hija, falta mucho para llegar. No hay camionetas, no hay nada. Ya veremos cómo resolvemos, mi amor; pero mientras tanto hay que caminar….”
Durante la situación, ciertos amigos de lo ajeno aprovecharon para intentar robar. En la estación Miranda un joven intentó asaltar a una señora para quitarle la cartera, por lo que una avalancha de personas quiso tomar la justicia por sus manos, golpeando al ladrón y devolviendo el bolso a la perjudicada.
La situación no dejó de ser tensa. Los PoliChacao que intentaban manejar el tráfico recibieron críticas e incluso amenazas de los individuos que caminaban entre las vías intentando llegar a sus casas cuando los funcionarios los mandaban a frenarse en los semáforos para permitir el paso de vehículos.
Otros usuarios esperaban sentados en las plazas a que se solventara la falla eléctrica para ir a su casa. Una pareja relató que vive “muy lejos”, las camionetas son pocas y además “se aprovechan de la situación” cobrando los pasajes a sobreprecio. Al igual que los taxis y moto taxis que “tampoco tienen consideración con la falta de efectivo”.
También una señora septuagenaria, debido a la forzada marcha, luce cansada y desorientada bajo los árboles de la Plaza Altamira. Comenta que fue a La California para comprar una medicina que no conseguía; a pesar de que pudo comprarla, al salir visualizó un escenario caótico que la llevó a caminar, pero decidió parar, estaba agotada. Resignada dice que en su familia tienen un vehículo pero está parado por falta de repuestos; su hijo estaba haciendo lo posible por buscarla.
Otra señora con avanzada edad venía caminando lento con su bastón. Manifestó que procede de Filas de Mariche y su destino era Las Adjuntas. Buscó una unidad de transporte público en Petare, por lo que hizo una hora de cola para poder montarse y el transportista obligó a sus pasajeros bajar en Chacao a pesar de que la ruta era hasta Chacaito. Aun así le cobró 3.000 bolívares por el pasaje.
Un operador del Metro, que prefirió permanecer en el anonimato, comentó que la falla se debía a un hurto de 108 metros de cable en el empalme de dos líneas del metro, de todas maneras enfatizó que el servicio posee unas medidas de contingencia para estas situaciones y que no hubo irregularidades con los pasajeros al momento del suceso. A pesar de esto, dos personas del Ministerio de Transporte se negaron a dar declaraciones del tema.