El número de personas en «emergencia alimentaria» en estos países no es incluido en el informe por falta de datos, señala el documento de Naciones Unidas y organizaciones contra el hambre.
“En Venezuela, 6,7 millones de personas dependen de los programas gubernamentales de distribución de alimentos. El costo de los alimentos racionados por el gobierno se incrementó en 150% entre abril y agosto de 2017. El precio de la canasta de alimentos en el mercado negro también se incrementó alcanzando un promedio de 24% al mes entre abril y agosto, y marcando el precio histórico más alto en 20 años entre junio y julio”, señala el texto en un pequeño apartado sobre Venezuela.
“Más de un millón de venezolanos han reportado haber dejado el país debido a la escasez de bienes básicos y la explosiva inflación”, explica.
“La situación política y económica en Venezuela se ha deteriorado en 2017, obstaculizando la provisión de servicios básicos y severamente afectando la seguridad alimentaria y de cuidados de salud”, agrega.
«El riesgo de un default (impagos generalizados) de la deuda externa, el callejón político sin salida y la inseguridad continuarán desplazando e incrementando las necesidades de alimentos y salud en 2018”, concluye.
«Las actuales dificultades para el repago de la deuda puede disparar más fuertes sanciones económicas y llevar a una completa situación de impagos, lo que podría provocar el colapso de la economía. Los desafíos económicos continuarán limitando la capacidad del gobierno para proveer servicios básicos. La seguridad alimentaria de los venezolanos que han migrado hacia Colombia, Aruba y Curazao también debe ser monitoreada”, advierte.
«La situación en La Guajira de Colombia se ha vuelto más compleja debido al arribo masivo de venezolanos desde hace dos años, incrementando las presiones sobre la disponibilidad y el acceso a los alimentos», señala sobre una zona colombiana donde el hambre también es crónica.
El “Informe global sobre crisis alimentarias de 2018” elaborado por un grupo de influyentes agencias internacionales de combate al hambre y divulgado este jueves, aclara que la falta de información sobre la situación real sobre el grupo de países donde está Venezuela impide elaborar pronósticos.
La situación de este grupo de empobrecidos países sin embargo está lejos de la de las “estimaciones de la población en situación de inseguridad alimentaria que necesita asistencia urgente en 2018, que señala el documento.
La inseguridad alimentaria aguda es cuando la incapacidad de una persona para consumir alimentos adecuados pone su vida o medios de subsistencia en peligro inmediato. Es una medición basada en los parámetros del hambre extrema aceptados internacionalmente, explican las agencias.
«Hambre crónica es cuando una persona no puede consumir suficientes alimentos para mantener un estilo de vida normal y activo durante un período prolongado.
Cada año, la ONU informa sobre la cifra de personas en el mundo que padecen hambre crónica. El último informe de este tipo (octubre de 2017) concluyó que 815 millones de personas en el planeta padecen hambre crónica».
“Alrededor de 124 millones de personas en 51 países se enfrentan a una situación de Crisis de inseguridad alimentaria o peor y requieren una acción humanitaria urgente para salvar vidas, proteger los medios de vida y reducir los niveles de hambre y desnutrición aguda”, dice el informe.
“Las peores crisis alimentarias de 2017 tuvieron lugar en el noreste de Nigeria, Somalia, Yemen y Sudán del Sur donde cerca de 32 millones de personas fueron afectadas por la inseguridad alimentaria y necesitan una asistencia urgente. El Informe global del año pasado sobre crisis alimentarias identificó a 108 millones de personas en situación de Crisis de inseguridad alimentaria o peor en 48 países”
El informe es elaborado cada año por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) del Sistema de Naciones Unidas, y financiado por donaciones voluntarias.
También participan la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), Comité Permanent Inter-Etats de Lutte contre la Sécheresse dans le Sahel (CILSS), Unión Europea, FAO, Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias (IFPRI), Red de Sistemas de Alerta Temprana contra el Hambre (FEWS-NET), Grupo Mundial de Seguridad Alimentaria, Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), UNICEF, Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU(OCHA) y WFP.
El informe mundial sobre crisis alimentarias recopila en un único documento datos y análisis regionales y nacionales de múltiples fuentes para aportar una imagen clara y completa de las crisis y la inseguridad alimentaria aguda en los países afectados.
Esta Red Mundial contra las Crisis Alimentarias lanzada por la Unión Europea, la FAO y WFP en la Cumbre Humanitaria Mundial de 2016 se propone ser el motor del vínculo entre las operaciones humanitarias, de desarrollo y de paz, promoviendo una mayor coordinación entre los organismos humanitarios y de desarrollo.
Entre los mensajes clave en la presentación del informe destacaron los siguientes:
“El hambre y la inseguridad alimentaria afectan a las vidas de millones de personas en el mundo. Frente a los desastres naturales y los provocados por el hombre, deberíamos dar una respuesta global más robusta y estratégica a las crisis alimentarias El informe mundial es una herramienta fundamental para poner en práctica el vínculo humanitario y del desarrollo y apoyarnos en nuestra lucha conjunta contra el hambre”, señaló el Comisario Europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides.]]>