El venezolano Anthony Borges, de 15 años, recibió cinco disparos en su escuela en Parkland, Florida, y es apodado «Iron Man» por haber salvado a sus compañeros. Ya fuera del hospital, pidió este viernes que no lo llamen héroe y dijo que buscará responsabilizar a las autoridades por el tiroteo.
El 14 de febrero en la escuela Marjory Stoneman Douglas en Parkland Nikolas Cruz le disparó a Anthony en ambas piernas y luego en la espalda. Si bien estaba herido, el adolescente consiguió cerrar una puerta para evitar que el atacante entrara al salón donde se escondían unos 20 estudiantes, y allí recibió los otros dos tiros.
«No sé por qué sobreviví, pero les diré que mi familia y yo dedicaremos el resto de nuestras vidas a ocuparnos de que algo como esto no ocurra de nuevo», dijo Anthony a través de un comunicado leído por su abogado, Alex Arreaza.
Anthony, su padre Royer Borges y su abuelo Alfredo participaron en una conferencia de prensa en Plantation, al norte de Miami, junto a Arreaza y un amigo del sobreviviente, Carlos Rodríguez.
El padre vestía una camiseta con la bandera de Venezuela y Anthony entró a la conferencia en silla de ruedas, con una pierna en alto y de aspecto alicaído. Si bien se cura de sus heridas tras nueve cirugías y una hospitalización de siete semanas, aún no se siente suficientemente fuerte para hablar.
«No quiero ser llamado ‘Iron Man'», dijo en el comunicado, refiriéndose a su nuevo apodo. «No lo soy. Soy sólo un niño que quiere volver a la escuela sin sentir miedo».
Acusó al sheriff del condado de Broward -al que pertenece Parkland-, Scott Israel, así como al superintendente de escuelas, Robert Runcie, de haberle fallado porque no fueron capaces de impedir que Nikolas Cruz comprara armas y entrara a la escuela a pesar de que ya mostraba un comportamiento errático.
«Ustedes sabían que había un problema y no hicieron nada», acusó.
El abogado Arreaza, que ya había anunciado que demandaría a Israel y Runcie, dijo que «hoy o mañana» entablará la demanda formal contra ellos, Nikolas Cruz y los albaceas de la herencia de la madre de Cruz.
«Dañaron la carrera futbolística de mi hijo», dijo el padre, Royer, acusando al sheriff. «Treinta y ocho minutos se tardaron en agarrar a mi hijo. Por eso es que no quieren divulgar las imágenes» de lo ocurrido.
Irónicamente, la familia Borges se fue de Venezuela hace más de 15 años -Anthony nació en Estados Unidos- por la incertidumbre política y la inseguridad debido a una criminalidad rampante.
«Esto no es Venezuela», dijo el abogado Arreaza. «Allá hay gloriosas marchas con millones de personas, y no pasa nada. Ellos (los Borges) decidieron que aquí pondrán su fe en el sistema de justicia estadounidense».