ENTREVISTA | Reinaldo Quijada, el chavista que quiere diluir los votos de Maduro

A un candidato presidencial le rodea una suerte aureola durante el período de campaña electoral. Mítines, sonrisas, caminatas y besos mandados a diestra y siniestra son algunos de los elementos que caracterizan a los contendientes de unas elecciones, pero con Quijada, la historia ha sido otra.
Sin inversión en publicidad, el “¿quién es ese?” aparece en el ambiente cuando se habla de su candidatura. A él no parece importarle. Con menos de dos semanas para las presidenciales, desde El Estímulo conversamos con el candidato.

Ratti declinó su candidatura para unirse a Henri Falcón. Usted ya comentó que no uniría esfuerzos con otros candidatos porque siguen “lineamientos diferentes” pero ¿salir de Maduro no sería el objetivo común?

Indudablemente que sí, tienes toda la razón. Es una necesidad para el país salir del gobierno de Nicolás Maduro y del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), lo que pasa es que hay diversas maneras de lograr ese objetivo. Nuestro espectro electoral está centrado en el voto del chavismo, incluyendo el voto duro y el voto abstencionista.
En el caso del voto del chavismo es porque venimos del proceso revolucionario, a nosotros el Psuv no nos puede descalificar con los mismos argumentos que usan para descalificar a toda la oposición. Hemos mostrado las contradicciones del proceso revolucionario, la inconsistencia en cuanto a cumplir el llamado “legado del comandante Chávez”.
Tú tienes dos formas de contribuir en una derrota: sumándole votos a otros candidatos o restándole votos al candidato Maduro. Nosotros estamos convencidos de que le restamos votos a Maduro y también hemos señalado que la primera opción de derrotarlo la tiene Henri Falcón, eso lo reconocemos.
Uno en política lucha para ser la primera opción pero indudablemente todo pareciera indicar que la primera opción la tiene el candidato Falcón. Nosotros tuvimos reuniones con su comando en su presencia y le expusimos esa posición porque creemos que es la más consistente para nosotros.
En el caso de Ratti, celebro que apoye a Henri Falcón y considero que el candidato Javier Bertucci debería apoyarlo también.

¿En esa reunión plantearon unir las candidaturas?

Fue un intercambio que tenía dos propósitos: evaluar eso y el apoyo del 20M en cuanto a la defensa del voto y en eso todavía estamos conversando. Se ha avanzado. El Psuv y el partido Somos Venezuela son muy tramposos.
En cuanto a tener una sola candidatura, nosotros no le vemos sentido por las razones que ya expresé. Nuestro discurso en contra del gobierno ha sido sin duda el más duro de todos los discursos que hay en el espectro y es porque venimos de adentro. Es más fácil para nosotros ser mucho más contundentes con eso. La voz del UPP89 se perdería si nosotros simplemente nos sumamos a otra candidatura, los medios estarían enfocados en esa candidatura y no en el discurso que nosotros estamos planteando.
El gobierno de Maduro es un sin sentido político e histórico. La pesadilla que vivimos es suficiente y no hay ni el más mínimo elemento para pensar que un nuevo periodo va a ser distinto al actual. Aquí no hay política de ningún tipo. Cualquier fórmula económica pasa por la necesidad de que el país produzca y no hay elementos para pensar que eso es posible.

Si toma el camino de restarle votos a Maduro pero no apoya una posible candidatura unitaria, ¿no se está restando la posibilidad de una verdadera derrota al gobierno actual?

No. Dentro del chavismo hay gente que no está con la oposición pero ha planteado, por ejemplo, la necesidad de una revolución dentro de la revolución. Todavía está el recuerdo del presidente Chávez, de lo que fue en sus inicios del proceso revolucionario que hizo que nosotros lo apoyáramos y se fue desvirtuando.
Están en la disyuntiva. Podrían apoyar a otro candidato que plantee elementos de estos 18 años pero nosotros también hemos sido muy críticos. No estamos en posición de decir que todo lo de Maduro es malo y lo de Chávez es bueno, no.
Hubo una obra los primeros años y nosotros la reivindicamos. Creemos que una parte importante del pueblo venezolano comparte esa apreciación. Nosotros le hablamos a ese sector de la población que conocemos porque hemos estado dentro. Esas personas no votarían por un Henri Falcón e incluso eso pudiésemos cuestionarlo en un momento dado, quizá podríamos decir que hay que tener mayor apertura, pero es una realidad y no podemos luchar contra ella.

¿Por qué no votarían por Henri Falcón si él también estuvo en filas chavistas?

Es muy distinto. Dicen que todos de alguna manera somos provenientes del chavismo pero no es lo mismo. Nuestra posición ha sido mantenida en el tiempo, una posición siempre crítica. Cuando a mí me preguntan la fecha en la que empezamos a ser críticos con el proceso revolucionario, yo hablo de 1999 y se sorprenden porque ese fue el inicio del primer período pero desde ese momento ya hacíamos críticas.
Siempre hemos entendido la política de esa manera. Nuestra posición consecuente nos ha hecho ganarnos el respeto de la fila del proceso revolucionario. A nadie se le ocurre decir que somos pro imperialismo o contra revolucionarios.
Yo tengo más de 20 años escribiendo en la prensa y no encuentran ni un solo artículo en el que me vincule a la Mesa de la Unidad (MUD), en el caso de Falcón, sí.
Lo adversan dentro del chavismo porque dicen que viene de las filas de la MUD a pesar de haber sido parte también del chavismo. Cada partido político tiene un rol que cumplir y nosotros hemos visto la política en el mediano y largo plazo, tenemos un objetivo fundamental en la lucha del PP89: crear una referencia ética dentro de la política.
Nunca estuvimos del lado de la MUD, siempre la cuestionamos. No con actitud dogmática y sectaria, no creemos en eso y también se lo cuestionamos al presidente Chávez. Hemos dicho que hay que romper con el culto al presidente Chávez, esa consigna estúpida de que “aquí no se habla mal de Chávez”, son falsas e irrespetuosas a la memoria del comandante Chávez.
En política la crítica es necesaria.
La gente del Psuv agarra con pinza lo que les interesa del discurso del comandante Chávez pero nosotros le respondemos que la unidad revolucionaria debe tener un sentido ético, no es cualquier cosa. Ellos irrespetan a Chávez en lo positivo que tuvo.

En este sentido, usted se ha definido como partidario de la revolución pero ¿cómo plantear un cambio en un país en donde esa revolución no dio los frutos esperados?

No es siguiendo ese mismo lineamiento. Por eso he señalado que en ningún momento yo digo que todo lo que hizo Maduro está mal y lo que hizo Chávez bien, nunca hemos dicho eso. Con Maduro se aceleraron las contradicciones, la degradación se fue acelerando.
Decíamos que había que crear una alternativa política revolucionaria para apoyar a Chávez, manteníamos la confianza en él pero la política es compleja. Chávez solo tenía al Psuv en sus manos, no había otra alternativa. Hay discursos en donde él mismo cuestiona a ese partido pero era lo que había.
¿Con eso eximimos a Chávez de toda la responsabilidad? Indudablemente que no. También decimos que es responsable de lo que recibimos en herencia pero había una situación distinta.
Todavía hay gente que le tiene afecto al comandante Chávez y a ese pueblo le decimos que estos señores son unos grandes farsantes y los están manipulando. Eso lo podemos decir nosotros, no los otros candidatos porque nos hemos mantenido dentro de un proceso revolucionario. Hoy en día esto no se puede llamar un proceso de revolución de ningún tipo. Esto es la nada. El sin sentido absoluto de una gente incapaz de gobernar un país.

En días anteriores usted comentaba que los candidatos deberían unirse en una única candidatura pero no se incluía en ello. Si eso pasara ¿considera que tendría oportunidad de ganar?

Nosotros estamos claros. La única posibilidad que tendríamos es que ese voto duro chavista fuese para nosotros. Estoy seguro de que le restamos votos duros a Maduro. Ahora, si nuestro discurso llegara a un nivel de consciencia de realmente votar por Reinaldo Quijada y quienes están asqueadas de la política y no cree en los partidos votara, por supuesto que una candidatura como la mía podría tener chance de triunfo.
Ahora la situación es que nosotros no tenemos una propaganda en televisión ni la vamos a tener, no tenemos afiches, pendones, vallas publicitarias, franelas, gorras, no podemos hacer concentraciones de calle porque eso implica tener tarima, sonido, la logística para la comida de la gente que trabaje.

¿Y cómo hacer que ese discurso cale?

Bueno porque queremos romper con la forma de entender la política. En todo el mundo se critica que la política es una especie de torneo publicitario en donde el derroche de dinero es fundamental, hay quienes dicen que eso no debería ser porque lo que tiene que privar son las propuestas e ideas.
La lógica a la que los medios se han acostumbrado es que cada vez que viene un evento electoral, pareciera que viene un concurso de belleza, se maneja bajo los mismos parámetros.
Nosotros hemos querido crear una referencia ética en esta lucha. Esto no es solo político y electoral sino que también tiene una finalidad moral que muchas veces no son valoradas pero con el tiempo sí son estimadas. Creemos en eso.
El no uso de publicidad responde, por un lado, a que no tenemos los recursos pero por otro, que tampoco hemos buscado. Dijimos que no es nuestro camino, no cederemos en nuestros principios para condicionarnos a lo que es la corriente. Hemos sido tercos. Eso ha generado discusiones internas.

¿Cuál es su manera de hacer campaña electoral?

Hemos usado mucho todos los medios de comunicación. Somos de los que más hemos otorgado entrevistas, los que más enviamos notas de prensa. En ellas no decimos que viajamos sino que proponemos ideas, incluso más allá de nuestro plan de gobierno.
Hemos fijado posición en todos los temas que se han planteado. El camino es hacer propuestas, discutir ideas. Nos han planteado proponer un debate entre los candidatos pero es que ninguno los va a aceptar.

Pero los demás candidatos también pusieron el tema de un debate público sobre la mesa.

Sí, pero es que sabíamos que no iba a pasar. No caemos en ese juego infantil de “déjame retarlo”, allí está abierta la posibilidad. Tenemos la intención de contribuir en la derrota de Maduro. Cuando uno está en política, se intenta lograr el triunfo pero reconocemos que la primera opción la tiene Falcón. Estamos convencidos de que el 20 de mayo, Maduro se va a llevar la sorpresa de su vida.]]>