Nueva Jersey una ciudad con aire de pueblo

Esta población está tan cerca de Nueva York que muchas personas desde hace algún tiempo decidieron tener su residencia aquí, es algo así como Caracas y Guarenas, salvando las diferencias.
Para salir de Manhattan a Jersey hasta donde he averiguado, uno se puede dirigir hasta la Bus Terminal, ubicada en Times Square o subir al alto Manhattan, conocido como el Bronx, donde hay otro terminal y desde ahí se toma un bus, que va a Jersey cruzando el puente George Washington, pero aún no he realizado esa ruta y la otra es en tren; tampoco lo he intentado. Su vía de salida dependerá de donde usted esté ubicado.
Jersey es cerca o lejos, depende de la población a donde usted se dirija. Me subí al bus y me bajé en Bergenline, la primera ciudad que uno se encuentra al pasar el túnel Lincoln.
El viaje fue cómodo (recuerdan aquellos autobuses tipo acordeón que presentó Diego Arria en Caracas y que eliminaron porque una niña cayó en el hueco que unía a los dos vagones, bueno en uno de esos) con calefacción.
¿Una qué? 
Luego de cruzar el puente Lincoln inmediatamente llegas a New Jersey. La agenda incluía caminar y visitar lo que se pudiera. Toqué el timbre y me bajé en la primera zona como indicaba el ticket que había comprado.
Bajo del bus y me encuentro con un gran letrero que decía: Pupuseria y restaurante…. De inmediato, pensé literalmente, pero soy demasiado curioso y sin pensarlo, entro al local de comida salvadoreña y le pregunto a la joven que atiende, ¿qué es una Pupuseria? No sé quién estaba más extrañado, si ella o yo. Ella con un tono de maestra me explicó que una pupusa (del pipil pupusawa) es la pronunciación en castellano de popotlax, una conjugación de las palabras en el idioma Náhuatl popotl, que significa grande, relleno, abultado, y de tlaxkalli o tortilla. Es una tortilla de maíz o arroz hecha a mano y se rellena con uno o más de los siguientes ingredientes: queso (normalmente un queso, chicharrón, ayote, frijoles refritos o queso con loroco. También está la pupusa revuelta rellena con queso, frijoles, chicharrón o tocineta.
Luego de la magistral lección gastronómica, le pedí dos pupusa, son áreas muy finas con el relleno incluido. Me explico, es como esos panes rellenos de guayaba. Pude corregir mi error mental del principio.
Aclarado el asunto, continúe con mi recorrido. Me paré en una esquina y había estacionado un camioncito con un gran letrero “La reina de las empanadas”, pero nada que ver con las que se hacen en Venezuela. Volví, afiné la vista y ahí estaba “Noches de Colombia”, el carretero, ambos de la hermana república. Restaurantes de Honduras, Brasil, Costa Rica, México, China, Coreana, Japonesa, y no podía faltar KFC, McDonald’s, Wendy y pare de contar. En esta parte de Jersey no hay ni grandes edificios ni centro comerciales.
En una conversación con un parroquiano, me dijo «mucha gente que trabaja en Nueva York se ha venido a vivir aquí». La verdad que la diferencia con la Gran Manzana es mucha.
Después en el viaje de regreso, pensaba que debe ser mucho el dinero que se ahorra una persona que vaya con carro a Manhattan. Si viajas en tu vehículo para Nueva York se debe pagar 15 dólares para pasar el túnel Lincoln, por la Turnpike que es una vía rápid. Son siete dólares para ir y otro para venir, si no quieres pagar te puedes ir por el puente George Washington que es libre, pero el tráfico es mortal. Luego estacionar en las calles de Nueva York te cuesta de 40 dólares en adelante, depende de la cercanía al centro o las calles más transitadas. Si por casualidad te estacionas en un sitio prohibido que esta demarcado por una señal y no la viste, son 400 dólares.
Pero Jersey bien vale el viaje, claro, si quieres vivir tranquilo, pero hay quienes dicen que Nueva York es el ombligo del mundo, pero muy caro.]]>