Así lo manifestó Maduro durante una reunión con la dirección nacional del PSUV, en donde resaltó que «ya van 13 meses de los 24 para que se haga efectiva la salida de Venezuela del ‘ministerio de colonias. Ese día haremos una fiesta nacional. Vamos a declarar día festivo». De igual forma, calificó de «aburridas» las Asambleas Generales de ese organismo porque a su juicio «no hay un escenario en el mundo en el más se pierde tiempo».
Según su opinión, la OEA ha sufrido una «involución» y dijo que hace algún tiempo atrás pensaba que venían «nuevos tiempos», pero dijo que desconfiaba de ello porque «estaba envenenado, marcado», por lo que le dio «la orden» al canciller Jorge Arreaza para responder «todos los agravios y defender la dignidad en Washington así tenga que hablar mil veces».
Aprovechó para denunciar una vez más la supuesta «campaña criminal» que estaría llevando adelante Estados Unidos contra los gobiernos de América Latina y al respecto denunció que buscarían perjudicar a las naciones a estar contra nuestro país, ya sea quitando opciones de financiamiento, flujo de turistas y de comercio, así como afectar a los migrantes que están en EEUU.
«Venezuela está en el centro de la batalla y vamos a salir victoriosos», subrayó.
Indicó por otra parte que el Congreso del PSUV -propuesto más temprano por Diosdado Cabello para llevarse a cabo el 28 de julio (para conmemorar el nacimiento de Hugo Chávez)- que el mismo inicia este mismo lunes
Hizo referencia a que existen críticas tanto a su persona como al partido de gobierno por presuntamente haber abandonado el camino del socialismo. «Quisiera verlos luchando en el centro del huracán. Hay mucha gente que cuando los llamo a hacer revolución, se ponen en una situación incómoda».
Ante eso, exigió la creación de una comisión que revise «a fondo» la estructura de PSUV porque es de la opinión de que se genere un proceso de transformación, ya que se ha venido construyendo una organización «un poco compleja», lo que le hizo concluir en la idea de que «no tenemos el partido que necesita la revolución, el que no queremos ni soñamos».
Dijo esperar «mucho más» de los dirigentes de la tolda roja para «rectificar lo que haya que rectificar» y «corregir los errores en los que hemos podido estar incurriendo».
Al referirse al Movimiento Somos Venezuela, el mandatario aseveró que la creación de este nuevo partido «no es una traición a Chávez», sino que obedeció a «una necesidad política» que surgió «porque ganar elecciones es difícil», por lo que era necesario hablarle al nuevo grupo de jóvenes de las propuestas politícas de ese sector.
«Tratémoslos como hermanos y no como rivales», subrayó.
Reconoció que el PSUV ha sido algo «sectario» pero acotó que en los últimos comicios esos niveles han disminuido considerablemente.
Además, pidió comprensión a todo el país por las decisiones en torno a las excarcelaciones de presos políticos y afincó que en Venezuela no existe persecución política porque los detenidos con esos beneficios «son políticos que llamaron a la violencia».
Advirtió que si reinciden en hechos violentos, volverán a la cárcel.
